¿qué le sucedio a venus?

Afrontar la culpa

 — ¿Qué demonios hiciste? ¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así?, maldito infeliz — escupió con rabia el chico de cabello menta. Estaba furioso. Aunque la palabra furioso se quedaba corto con lo que en esos momentos sentía. Sus manos temblaban por el enojo y sus ojos llameaban de furia.

¿Cómo es que no se dio cuenta antes?; era la pregunta que rondaba su mente. Él que tanto juraba proteger a su hermana había dejado que un idiota como él le hiciera daño, un idiota a quién consideraba su amigo, ese idiota a quién él le había dado la mano de su hermana en matrimonio porque había prometido hacerla feliz por el resto de su vida, pero ese amor que tanto juraba había terminado con una traición como esa. Yoongi se sentía molesto y traicionado, fue su amigo a quién le confió la felicidad de su hermana quién se encargó de arrebatársela.

— Yoongi, cálmate por favor, no has dejado que Taehyung se expliqué — dijo el mayor del grupo quién tenía a Taehyung a su espalda para evitar que Yoongi se le lanzara encima. El mayor con palabras suaves y tranquilas trataba de solucionar aquello con el diálogo, porqué sabía que Taehyung tendría una explicación para ello, pero el de cabellos menta había perdido el sentido de racionalidad y en su mente envuelta de enojo no quería ninguna explicación del infeliz que había traicionado a su hermana.

— No escucharé ninguna excusa de ese infeliz, ¿cómo se atrevió hacerle esto a Mi seok?, maldición—

— Vamos Yoongi, tienes que tranquilizarte — dijo Hoseok deteniendo a Yoongi, él y Namjoon tenían agarrado a Yoongi de ambos brazos para evitar que su amigo golpeara a Taehyung, aunque con lo furioso que estaba era difícil de controlar.

— Yo.. no quise hacerlo — murmuró el causante de aquel alboroto. A pesar de que lo había murmurado el de cabellos menta alcanzó a escucharlo y eso causo su arranque de ira una vez más.

— ¿Qué no quisiste hacerlo? — río sarcástico — eres un maldito hijo de puta, te atreviste a meterte con otra mujer a pesar de que dijiste amar a mi hermana, me hice de la vista gorda cuando no fuiste a casa por un año, me creí tus estúpidas excusas de que no volvías porque el trabajo te tenía cansado, que teníamos muchos proyectos pero que hablabas con Mi seok y Hyun Tae todos los días a pesar de que no te veía hacerlo, te creí porque eres mi amigo Taehyung, pero aún así nos mentiste, la verdadera razón por la que no volvías era porque te estabas revolcando con otra — suspiró agitado Yoongi, se calmó en su lugar y dejó de abalanzarse hacia Taehyung.

— Yo.. no. Quizás, mi excusa no sea creíble, pero Yoongi, yo sigo amando a Mi seok, esa es la única verdad — dijo el chico de cabello castaño con las lágrimas apunto de desbordarse de sus ojos, sabía que merecía eso, que merecía la mirada enfurecida y dolida de su amigo, de su compañero, de su famila, porque Yoongi era todo eso, quién siempre lo apoyo a pesar de que un día el creyó que ser artista no funcionaría para él, pero Yoongi y Mi seok siempre lo habían apoyado y ahora no habría palabras que bastaran para que ellos lo perdonaran.

Yoongi se soltó del agarre de sus dos compañeros y se dio media vuelta ignorando al chico que lloraba en silencio, no quería ver sus falsas lágrimas. De camino a su habitación se aseguró de patear la mesa que estaba en su camino, prefería desquitar su ira con aquellos objetos que con aquel que una vez fue su amigo. Tiró todo lo que había en la mesa de su cuarto, los cosméticos y perfumes que se encontraban ahí cayeron al suelo haciéndose añicos y con cada objeto roto se calmaba aquella ira y tristeza que sentía.

— Hoseok y Jungkook vayan a ver que Yoongi no vaya a lastimarse, y ustedes tres vengan conmigo — dijo el líder del grupo tomando las riendas de la situación. Los mencionados fueron tras su amigo sin rechistar, no sin antes dirigirle una mirada de molestia al de cabellos castaños. A los otros dos los guió a la sala de estar donde se sentó enfrente de ellos.

— ¿Sabías de esto Seokjin? — dijo el líder interrogando primero al mayor, quién asintió a su pregunta avergonzado. Namjoon se pasó las manos por su cabello, todo esta situación le parecía estresante, nunca hubiera pensado que algún día llegarían a este punto. Él no hablaría con sus compañeros por un error que había cometido como el líder del grupo, sino que lo haría como su amigo, porque Bts era una familia, pero que se estaba desmoronando por el error de uno de ellos.

— ¿Y tú, Jimin? —

El de cabellos naranjas jugueteaba con sus dedos mientras asentía cabizbajo. Namjoon repitió el gesto de pasarse las manos por el cabello y dio un suspiro bajo, debía pensar que hacer ahora ya que parecía que sus compañeros se habían dividido en dos bandos, unos con Yoongi y otros a favor de Taehyung, mientras que él se mantenía neutral para resolver la situación.

— ¿Qué fue lo que ocurrió? ¿porqué lo ocultaron? — cuestionó Namjoon para hacer hablar a sus compañeros. Quería saber la verdad para ver si encontraba alguna solución al desastre que se había ocasionado.

— Fue cuando fuimos a estados unidos por los billboard, después de la celebración me separé de ustedes y como estaba borracho olvidé el camino de regreso al hotel, en el camino vi a la presentadora Seung-wan y pedí su ayuda pero después de eso no recuerdo muy bien lo que ocurrió hasta que desperté con ella en la cama, pero si recuerdo que no estaba inconsciente del todo, aún estaba en mis sentidos cuando ella se ofreció a llevarme al hotel donde se estaba hospedando y fui con ella a pesar de que sabía lo que podría ocurrir — el chico hundió su cabeza entre sus manos y siguió contando lo sucedido a Namjoon: — está claro que fue lo que hice, yo le fui infiel a Mi seok, no hay duda de ello, por eso no quise ir por todo un año a casa, me sentía culpable y asqueado de mí mismo, no podía ver a Mi seok a la cara.

— ¿Y pensabas ocultarlo como si nada? ¿creías que tu culpa se iría solo por estar sin ellos un año? ¿Qué clase de bastardo eres Taehyung? No fuiste más que un cobarde que huyó de lo que hizo— dijo el menor del grupo quién había venido a escuchar lo que su Hyung iba a decir, pero no podía estar más que decepcionado. Tenía sus puños cerrados por el enojo y miraba fulminante a su compañero de grupo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.