¿qué le sucedio a venus?

No seré

Mi corazón latía fuertemente dentro de mi pecho. Me sentía ansioso. Era la primera vez en un año que regresaba a casa; enfrente de mí estaba esa puerta blanca con una calcomanía del súper héroe favorito de Hyun Tae en el centro, mis ojos me comenzaron a picar debido al recuerdo, cuando Hyun Tae pegó esa calcomanía era su cumpleaños número dos y yo pude llegar aunque era tarde, mi hijo me recibió emocionado y pegamos juntos aquella calcomanía que venía en el regalo que Jungkook le había dado. Sabía el porqué Jungkook estaba molesto conmigo, sabía que sería difícil para él perdonarme, pero si quería arreglar las cosas debía hacerla con paciencia porqué después de lo que hice no creo que perdonarme sea una tarea fácil para ellos.

Saqué de la bolsa de mi pantalón las llaves que tenía de la casa y me dispuse abrir escuchando el rechinido de la puerta al ser abierta. El aroma a mar inundó mis pulmones una vez estuve adentro, era el aromatizador favorito de Mi seok y una vez más la melancolía puso un nudo en mi garganta y se me hizo difícil respirar, ¿cómo iba arreglar esto? quizá iba a rogar de rodillas hasta ser perdonado o quizá el perdón no era una opción para mí, pero lo que sabía es que tenía que afrontar las malas decisiones que había tomado y afrontar lo necesario hasta llegar al perdón.

Me adentre en la casa al no escuchar ningún ruido, no veía a Mi seok o Hyun Tae por ningún lado. La casa se sentía vacía y silenciosa, mi pecho se apreto disgustado, no quería que ellos se apartaran de mi vida aunque eso sonara egoísta. Jungkook había tenido razón, fui un cobarde al no decirle a Mi seok sobre el error que había cometido pero fui aún más egoísta al retenerla a mi lado sabiendo lo que había hecho, quería que ella me siguiera amando y no me dejara y tal vez fue ese sentimiento egoísta de mi parte lo que ocasiono lo que estaba ocurriendo. Fue culpa mía y de mi egoísmo, porque quería que Mi seok me siguiera viendo como aquel hombre asombroso que alguna vez fui y no quería que ella viera ese hombre quien la había traicionado, quería que ella me siguiera amando apesar de mis errores.

 Recorrí la sala con pesar, los recuerdos invadían mi mente acerca de la felicidad que alguna vez sentí, ¿en qué momento me volví tan ambicioso?¿en qué momento la fama se volvío más importante que mi familia? era las preguntas que me hacía pero que ya tenía la respuesta clara, pero no lo quería aceptar. Simplemente el amor no fue tan fuerte como para vencer a la ambición.

Me senté en el sofá sintiendo la comodidad de éste, trate de tranquilizarme un poco para poder subir a la habitación que ambos compartíamos y no quería ser un mar de lágrimas al llegar ahí. Acomode mi cabello y di un suspiro largo para armarme de valor y fue ahi cuando me di cuenta del sobre que reposaba sobre la pequeña mesa del centro. Era un sobre color beige con un listón rojo amarrado, lo tomé en mis manos para ver lo que era, le di vuelta al listón sobre el pequeño circulo donde se encontraba enredado, una vez que le quité el listón saque los papeles que se encontraban dentro y mi corazón dolió al leer las palabras que resaltaban en color negro, como si mi sentencia de muerte se tratara.

Petición de divorcio.

Mi mente se quedó en blanco en ese momento y mis manos temblaban, dejé de caer los papeles y estos se esparcieron en el suelo de la sala, me pare del sofá apresurándome a buscar a Mi seok por toda la casa pero cada vez que abría la puerta de una habitación y se encontraba vacía mi desesperación crecía, mis lágrimas cayeron una por una al darme cuenta que ella no estaba ahí. Me deje caer en la esquina de nuestra cama con las manos en la cabeza y las lágrimas comenzando a brotar de mis ojos, mi corazón dolía más que cuando entré. Mi lado arrogante había pensado que ella me perdonaría luego de disculparme, que una vez que yo pidiera perdón dentro de unas semanas todo volvería a ser como antes, que Mi seok me recibiría porque yo era el hombre a quién ella ama, pero no pude estar más equivocado, y por mi estupidez lo había perdido todo, pero quizá no era demasiado tarde para dar por terminado esto. Nuestro amor no era tan débil como para disolverse por medio de unos papeles, podría recuperarla.

Salí apresurado de la casa, miré la hora en mi reloj y vi que era hora de la salida de Hyun Tae así que me apresuré a tomar un taxi para ir a su escuela, sabía que ahí podía encontrarlos, allí deberían estar, no deberían haberse ido muy lejos a menos de que Yoongi se los hubiera llevado. Llegué justo a tiempo de la salida de los niños, me baje enfrente de la escuela para poder esperarlos desde ahi, una vez que ellos llegaran ni siquiera sabía que es lo que debería de decir pero tenía que decir las palabras correctas para que no siguiera con la idea del divorcio, aunque mis actos sonaran egoístas no quería que Mi seok fuera apartada de mi lado.

Pero una vez más me había equivocado.

Logre identificar a Mi seok entre la pequeña multitud de padres que esperaban a sus hijos, la vi ahí con un vestido de flores color rosa, con su pálida piel que destacaba entre la multitud, Mi seok seguía tan hermosa que cuando nos conocimos pero había sido mi culpa que en aquel bello rostro ya no se dibujara una sonrisa; a su lado estaba Hyun Tae tomando de la mano a su madre mientras saltaba alegremente de un lugar a otro, di un paso hacia adelante para ir hacia ellos pero vi algo que nunca hubiese querido ver. Hyun Tae se soltó de la mano de Mi seok y corrió hacia los brazos de un hombre que los esperaba en la entrada, ese hombre cargo a mi hijo mientras hacía reír a Hyun Tae en sus brazos, la escena que se presentaba ante mí me dijo impactado, me quede congelado en mi lugar mientras que mi egoísta corazón se retorcía de los celos, ese hombre cargaba a mi hijo mientras abría la puerta de su auto para mi esposa.

No pude evitar gritar el nombre de Mi seok y ella al escucharme se detuvo, no subío al auto y me miró angustiada, nunca creí que Mi seok me miraría de esa manera, con ojos llorosos y dolor reflejado en ellos, me acerque a ellos y Mi seok no se movió de su lugar pero pude ver como su pequeño cuerpo temblaba al ver que me acercaba, el chico de quien desconocía su nombre me impidió llegar a ella.




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