¿qué le sucedio a venus?

No lo puedo detener

Abro la puerta con lentitud, tratando que ésta no haga mucho ruido al abrirse; fallando en el intento. Hoseok se gira hacia mi cuando escucha el rechinido de la puerta y sonríe al verme.

– No quería hacer mucho ruido al entrar – mencioné caminando hacia él.

– No tienes que preocuparte por ello Tae, no estoy enfermo de gravedad – dijo él con una gran sonrisa.

– ¿Qué tal estás? – pregunté mientras me acostaba a su lado en el piso de la habitación.

– Sobrellevando esto. Sabes, las armys me alientan a seguir esforzándome duro, aunque no lo sepan; sus mensajes realmente me ayudan a no rendirme y convertirme en una buena persona para ellas, para convertirme en el idol que ellas se merecen – dice él con sinceridad. Yo de mi parte, estaba muy feliz con ello, feliz de que podamos seguir siendo unidos y apoyarnos como si fuéramos una famiia; y que Hoseok por fin pudiera afrontar sus miedos y poder dejar de tomar esas pastillas para poder seguir siendo la alegría en estos días amargos.

– Yo estoy realmente bien ahora, pero creo que el que no está bien eres tú – 

– No es nada realmente – conteste restándole importancia.

– La expresión que tienes en este instante me dice lo contrario, sabes que puedes confiar en este hyung – dice Hoseok señalándose a sí mismo con confianza, yo sonreí al ver que el viejo Hoseok estaba de vuelta.

– ¿Discutiste con Mi seok? – preguntó.

– Hubiera deseado que así fuera — contesté dejando salir un suspiro cansado para después proseguir. — Realmente hubiera querido que Mi seok me insultara por lo que hice, que me gritara y me dijera que jamás me perdonaría y quizás, después de que su ira se calmara; entonces pudiera volver a conquistarla. Pero no fue así, Mi seok siempre ha sido comprensiva, y me dio una oportunidad cuando no lo merecía –

– ¿Y cuál es el problema con ello? – preguntó Hoseok quién escuchaba con atención todo lo que yo le contaba.

– Que no lo siento así. Siento que cada día que pasa Mi seok se desvanece entre mis manos. Siento que solo sostengo un recuerdo de ella que pronto se irá. Siento que solo somos un recuerdo que se está repitiendo pero no podemos avanzar. Y eso me asusta, no quiero perderla, pero siento que cada vez la pierdo aún más y no puedo retenerla a mi lado. – dije con total sinceridad, sentía las lágrimas calientes resbalar por mis mejillas y agradecía que Hoseok estaba acostado a la par mía, con la mirada en el techo de la habitación como yo la tenía; gracias a eso no había notado las lágrimas traicioneras que había dejado caer.

– No es como si pudieras retenerla Taehyung. Al amor no se retiene, solo puedes conservarlo, esa es la manera en la que tu amor nunca se irá –

– Pero no se hacerlo, no sé la manera en la que mejor pueda amarla. Siento como si Mi seok se alejara de mí una y otra vez y yo no pudiera alcanzarla. Cada vez que esos pensamientos vienen a mi mente, me preguntó si ese es el fin de este amor, si este amor entre nosotros es realmente débil como Yoongi dice –

– No hay una manera correcta de amar a una persona y nadie mejor que tú conoce tus sentimientos, no puedes rendirte con la persona que amas solo porque alguien más dice que su amor es débil –

Hoseok se incorporo a mi lado, me dio la mano y yo la acepte para poder sentarme en el suelo de la habitación.

– No nubles tu mente con pensamientos tontos – dijo él para después sonreír.

Realmente estaba feliz porque Hoseok había vuelto a ser como antes, esa mirada pérdida de antes ya no estaba, había sido reemplazada por esos ojos brillantes que antes tenía. Y en verdad me alegraba por ello, si no, no habría alguien que me escuchara atentamente como él lo hacía. Pero a pesar de sus palabras, yo no podía detener estos pensamientos, no podía detener esto que pesaba en mi pecho y me impedía respirar, no podía evitar estar asustado de perderla. No quería que mi venus se fuera.

– Bien, no olvides bajar a cenar – mencioné como despedida. Hoseok asintió en respuesta y volvió a tirarse en el suelo mientras jugaba con su teléfono.

Yo salí de su habitación para dirigirme hacia la mía, ya casi era lo hora de cenar y debía ir a prepararme para dormir. 

Al salir de la habitación pude escuchar la puerta de la entrada siendo abierta y a Jungkook entrando con un bote de helado en sus manos. Solo nos ignoramos en silencio, como si fuéramos desconocidos. Él fue hacia su habitación y yo fui hacia la mía con una amarga sensación en el pecho.


 


 

……

.

.


 

– ¿Quién trajo el helado? – pregunté a Seokjin quien disgustaba su helado con felicidad.

A penas había entrado a la habitación pude escuchar el sonido de la cuchara impactar con los dientes de Jin; a lo que supuse que alguien le había traído comida.

– Jungkook trajo un poco de helado, no hace mucho que acaba de llegar – respondió seokjin restándole importancia al asunto.

–¿ A dónde fue él? –

– Vamos Yoongi, pareces paranoico. ¿Ahora piensas controlar cada salida que haga Jungkook? –

Seokjin siguió comiendo su helado sin prestarle atención a mis palabras.

– Es que no lo entiendes Jin, siento que cuanto más los separó, más tratan de unirse. Solo debo evitar que ambos se encuentren y así nada va a suceder entre ellos, nada podrá dañarlos. No es como si tratara a Jungkook como una peste, yo solo quiero que no siga haciéndose más daño, y que no involucre a mi hermana en esto – dije con frustración. Seokjin dejó la cuchara de helado en el bote y los puso debajo de la cama.

– Hace unos meses estabas como una fiera intentando que Taehyung no se acercara a tu hermana, jurabas que no volverías a entregarla a alguien que la había hecho sufrir, entonces, ¿porqué tratas desesperadamente de unirlos ahora? ¿Qué fue lo cambió? –

– ¿Sabes lo que hubiera pasado si Mi seok se hubiera divorciado de Taehyung en ese entonces, y después fuera vista junto a Jungkook? ¿Sabes lo que la gente diría de eso? No quiero verla sufrir otra vez. Que este junto a Taehyung es lo mejor, él no volverá a cometer otro error como ese, de eso voy asegurarme –




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