¿qué le sucedio a venus?

El nosotros

– ¿Estás bien Mi seok? Te noto algo ansiosa – dijo Taehyung quien jugaba con Hyun Tae sobre la alfombra de la sala.

– No es nada – mentí.

Taehyung le restó importancia a mi extraño comportamiento y siguió jugando con el pequeño; yo los veía desde la mesa que estaba a una distancia prudente de ellos, mientras jugaba con mis sudorosos dedos sobre mi regazo. Taehyung tenía razón, estaba ansiosa.

No quería seguir ocultando lo que siento, aunque no pudiera estar junto a Jungkook después de terminar con Taehyung, aún así quería decirlo, Taehyung merecía saberlo. La culpa me carcomía por dentro y sabía que tenía que hablar ahora antes de que fuera demasiado tarde, pero simplemente las palabras quedaban atoradas en mi garganta y no podía decirlas. Temía que esta verdad provocara una explosión de la cual todos fuéramos consumidos.

Seguí jugando con mis dedos con nerviosismo, apretando un dedo sobre el otro mientras apretaba mis ojos fuertemente para armarme de valor.

Solo debía decirlo. Debía decirle que esto debía terminar antes de que no podamos perdonarnos a nosotros mismos.

Pero, ¿como le decía que el nosotros ya no existía?

– Mi seok –. Su voz llamando mi nombre me hizo volver a la realidad. Taehyung me miraba fijamente, como si supiera que yo estaba tratando de decirle algo. Me miró con seriedad, había dejado el carro de juguete con el que estaba jugando con Hyun Tae para levantarse del piso y acercarse hacia donde yo me encontraba, su vista recayó en mi mano izquierda, más especificamente en el dedo anular donde antes había estado la sortija que él me había dado el día de nuestra boda. 

– ¿Dónde esta tu sortija? – preguntó viendo fijamente ese lugar donde el anillo debía de estar. 

Me removí incomoda con su pregunta y apreté el agarre que había ejercido sobre mis dedos. 

– Lo olvide en casa de Jaebum – mentí, y él no pareció creerme. 

– Hyun Tae, ve a tu habitación – dijo rompiendo el contacto visual entre nosotros para dirigirse al pequeño Hyun Tae que parecía confundido, debido al ambiente tenso que se había hecho presente en la casa.

– Mami esta asustada, así que Hyun Tae no la dejará – respondió el pequeño con valor.

Abrí los ojos con sorpresa ante sus palabras y Taehyung parecía igual de sorprendido que yo. Restregué un par de veces mis manos sudorosas en mis pantalones y me acerqué a mi pequeño hijo mientras fingía estar bien.

– Hyun Tae – susurré su nombre con cariño al estar frente a él, me agache a su altura para acariciar con dulzura sus cabellos castaños.

– No tienes de que preocuparte, no tengo miedo – dije en un intento de tranquilizarlo y hacer que se fuera a su habitación para hablar con Taehyung.

– Pero si lo tienes, mami esta temblando –. Hyun Tae tomó con delicadeza mis manos temblorosas, sosteniéndolas con sus pequeñas manitas. Una lágrima cayó de mi rostro ante su tierna acción.

Él se merecía todo lo bueno del mundo y por eso no se merecía tener una “madre” como yo a su lado.

– Esto no importa, se me pasará dentro de un rato así que sube tu habitación, tengo que hablar con papá–

Hyun Tae dirigió una mirada desconfiada hacia Taehyung para después regresarla hacia mí. – No importa si es papá, Hyun Tae siempre protegerá a mamá de todos.

No pude retener las lágrimas que había estado tratando de retener debido a sus palabras, yo no merecía tener a Hyun Tae a mi lado, porque estaba cometiendo un pecado y no era digna de tener a un ángel conmigo.

– Lo se – dije con la voz entrecortada – si pasa algo yo llamaré a mi príncipe Hyun Tae, ¿esta bien? –

Hyun Tae asintió repetidas veces para subir a su habitación en silencio. Me levanté de donde me encontraba y limpié con disimulo las lágrimas que se habían secado en mi rostro antes de girarme hacia Taehyung.

– ¿Mami está asustada? – preguntó Taehyung con sarcasmo, con sus manos entrelazadas sobre su pecho mientras me miraba con una expresión oscurecida, como si supiera lo que estaba por decir.

– Taehyung.. – comencé a decir pero él me interrumpió.

– No voy a firmar el divorcio Mi seok, porque aún no he tenido la oportunidad de ganarme tu amor de nuevo, porque no haces más que huir de mí cada vez que me acercó  – Fue lo único que dijo sin darme la oportunidad de hablar, y estaba dispuesto a darse media vuelta para irse pero lo alcancé a detener sosteniendo su brazo.

– Eso no es lo que estaba por decir – dije en un susurró, aunque lo que iba a decir era relacionado a eso.

– ¿Entonces que es? No me mantengas con la intriga – respondió soltándose de mi agarre para enfrentarme.

No podía decirlo.

Las palabras que iba a decir tenían un peso muy grande que me era difícil decirlas. Y en ese momento en el que Taehyung me observaba esperando una respuesta, miles de posibles escenarios pasaron en mi mente como si fuera un proyector cinematográfico. Miles de ideas surcaron mi mente sin poder detenerlas y temía que esto los lastimara a ambos, tanto Taehyung como Jungkook no merecían pelear por alguien como yo, ellos no merecían eso. Yo era la única que debía desaparecer de la vida de ambos para ya no ocasionar más problemas, yo era la única culpable en todo esto. Su amistad debía volver a lo que era, y era yo la que ya no debía formar parte de sus vidas, yo era la que me había interpuesto entre ambos y ahora debía irme de sus vidas tal como había llegado.

Había confesado mi amor por Jungkook, pero no iba a pelear por el.

– ¿Mi seok? – preguntó Taehyung con preocupación al ver el pequeño hilo de sangre escurrirse por mis labios, los había mordido con tanta fuerza que había provocado que estos sangraran.

– No es nada – dije con un hilo de voz. Tome la servilleta que Taehyung me estaba ofreciendo y borre el pequeño rastro de sangre de mis labios.

– ¿Qué es lo que ibas a decir? – preguntó esta vez con más tranquilidad.




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