Prólogo

-¡¡YA HE DICHO QUE TE CALLES UN SEGUNDO!! ¡QUIERO MANDAR EL MALDITO AUDIO PARA HOY, DE SER POSIBLE, CARAJO!

-¡PUES, VETE A LA OTRA HABITACIÓN, SI TANTO TE MOLESTA EL RUIDO!

-Vale, esto se está saliendo de control, ¡Es ridículo que tenga que irme a otra parte solo porque tú no sabes guardar silencio un mísero minuto!

-¡Lo habría hecho, si me lo hubieses pedido de buena manera!...

-¡YA LO HE HECHO CINCO VECES!

Después de esa hermosa discusión con mi esposo, salgo hecho una furia de la sala... Hace diez minutos que pido un poco de silencio para poder hablar con mi jefa y no hay caso... Si no es el perro, son los niños, o mi esposo, incluso hasta las gallinas, que hace ya varias horas que duermen, decidieron levantarse únicamente para gritarnos en la ventana... Esto es un infierno...

Así que, una vez estoy en la cocina, pongo un poco de agua a calentar para tomar un té y así poder calmarme mientras pienso qué tenía que decirle a mi jefa...

Genial, ahora debo escuchar el audio que me envió, por sexta vez.

- Hola Sofía, ¿como estás hoy? Quería avisarte que este fin de semana no voy a necesitar que vengas a cuidar a Mariana. Mañana si quieres puedes pasar después de las cuatro de la tarde y te pago lo que generaste este mes...

Ah, si... Era eso... Tomo el teléfono y pulso el icono de micrófono de la app.

-Hola Camila, estamos todos bien, gracias a Dios, ¿Y ustedes? ¿Cómo se ha comportado la princesa de la casa? Respondiendo a tu audio, está bien, mañana iré, al rededor de las seis de la tarde, si no te incomoda. Un saludo a todos y un beso grande a Mari.

Corto el audio y se lo envío, al minuto recibo un "ok" de respuesta, dando por sanjada la conversación.
Guardo el celular en el bolsillo de mi campera y retomo mi camino hacia la sala, donde todo ahora es silencio y harmonía, genial...

-Amor, ¿Aún tienes el repertorio del festival de Treinta y Tres?.
Me pregunta Luis, mi esposo, en cuanto tomo asiento.

- Déjame ver, tendría que buscarlo en la galería del celular. Dame unos minutos...

Dicho esto vuelvo a sacar el teléfono del bolsillo donde estaba resguardado y me pongo en la búsqueda de la imagen que necesito, al cabo de un minuto ya la tenía iluminando la pantalla...

-Aquí está. 
Se lo tiendo para que pueda verlo a gusto.

Lo ve por unos instantes, con cara pensativa, pareciera que está resolviendo una ecuación complicada.

-¿Que te parece si vamos el martes y nos quedamos hasta el miércoles? El miercoles canta Catherine Vergnes, sabes que me gusta mucho... ¡Y el martes canta el Canario!

-Amor, sabes que no puedo dejar a mi hijo esos días con mi madre, ella tiene que trabajar. Además, tú tambien tienes que hacerlo hasta el miércoles inclusive, ¿O planeas faltar dos días sólo por un par de artistas?

-Bueno, siempre puedo pedir un par de días extra de licencia, ya sabes...

-Ni que hablar, si quieres podemos ir el jueves a Treinta y Tres y el viernes vas a ver al Canario en Charqueada, te queda cerca... Y sabes que el último día del festival es siempre el mejor.

-No, el jueves tenemos que ir a Melo, tengo médico de mañana, y serían muchos kilómetros para hacerse en el pobre auto viejo, por no decir que saldríamos tarde, y posiblemente nos perdamos de la mitad del evento.
Podríamos ir el viernes y sábado a Charqueada entonces, me gustaría ver la regata, no me lo he perdido ningún año, ¡y no pienso hacerlo este!

-Bueno, ve tú entonces, yo no puedo irme hasta el sábado.

-Ya se, ya se... Tu madre trabaja, y no puedes contratar una niñera para ese día. Ya veremos más adelante, podrías hablar con sus otros abuelos, tal vez tengas suerte.

-No lo sé, ya veremos. Pero no te ilusiones, sabes que con ellos no siempre se puede confiar. Además, está el otro problemita...

-Y, ¿Cuál sería?

-Que tengo que cuidar a Mariana, recuerda que tengo trabajo.

-Bah, es cierto... En fin -dice mientras estira sus piernas en la silla- ya lo resolveremos después, si tú no puedes ir, entonces lo haré yo solo.

-Y bueno, haz lo que quieras.

Dicho esto último, nos quedamos en silencio, tomando mates y mirando televisión junto a los niños.

Hola! Mis preciados lectores, agradezco que hayan decidido acompañarme en esta nueva aventura... Espero que sea de su agrado. 

Quisiera pedirles paciencia y comprension