¿qué necesita un corazón herido?

Capítulo 4 - una amiga.

No recordaba que dormir temprano se sintiera tan bien, aunque luego de un fin de semana en vela era de esperarse, aunque aun así me pase buena parte de la noche pensando en cómo serían las siguientes exposiciones, pero tenía aun algo de tiempo para prepararlas, quizá me tardaría algo de tiempo pero sé que lograría que el profesor Antonio cediera ante mi petición, también necesitaba buscar una forma de acercarme a Karina sin alejarla más, y ofrecerle un brazo a Jimena para cuando lo inevitable sucediera, nunca pensé que llegaría a plantearme este tipo de cosas mientras caminaba a la universidad.

—Buenos días señorita.

—Buenos días Don José — saque de mi mochila un pequeño paquete con comida que hizo mi mama esta mañana, y procedí a dárselo.

—Gracias por la comida, pero, ¿está celebrando algo señorita?

—No realmente, pero mi madre preparo estos paquetes para que los compartiera con mis amigos aquí en la universidad — la cara de felicidad y extrañeza del señor José me alegro un poco más la mañana.

— ¿También le dará uno a ella? — con expresión picaresca el señor José no espero mucho para preguntarlo.

—Tal vez— apreciaba las conversaciones con el señor José aun si eran cortas, pero a veces sus preguntas me desanimaban un poco, me senté en una banca a unos pocos metros de él, pero mientras esperaba a Karina algo inesperado sucedió.

—Buen día José, ¿ya está abierta la biblioteca verdad? — Jimena estaba frente a la puerta, su apariencia desordenada me decía que realmente me había hecho caso con el estudio, y el señor José tenía casi la misma expresión de orgullo que me mostraba mi madre.

—Lo siento Gina no está abierta hasta las 9, pero que tal si pides algo de ayuda para estudiar— le indico a Jimena que me volteará a ver.

— ¿Qué haces aquí tan temprano? — cuando pensaba contestarle ella simplemente se acercó a mí y me miro, casi llorando — a pesar de que casi no nos conocemos, me ayudaste a estudiar y llegaste a esta hora por que confiabas que llegaría, gracias.

Decir la verdad siempre ha sido fácil, no puedo mentirle a ella diciéndole que lo que piensa es correcto, pero siento que necesito darle más confianza, es simple solo tengo que decirle no y que voy a la clase de filosofía, no tengo que darle tantas vueltas al asunto, pero ¿y si lo digo así, suena muy frio y termino afectándola para el examen?, por esto no quería socializar, es difícil saber que decirle a cada persona, en especial a alguien tan emocional como ella.

—Jimena, me alegro que hayas estudiado tanto como te dije, pero en estos momentos realmente no veo conveniente que sigas así, vamos a tomar un pequeño descanso, necesitas relajar tu mente, así que vamos a la clase de filosofía— suena lo suficientemente elocuente para mí.

—Pero, ¿no es muy complicada esa clase y por eso nadie en nuestro grupo la toma?, ¿es una clase de broma de genios o algo así? — no salió como esperaba pero desvié la conversación.

—Confiaste en mí para estudiar, confía en mí ahora para esto, incluso puede que encuentres algo de inspiración para el examen, y guarda los libros en tu mochila sino créeme que te vas a caer.

—Bueno, si tú lo dices está bien, por algo te va bien en las materias, y es que ya no entran ahí, esta era mi mochila más grande, pero digamos que no suele cargar muchos libros — aceptación, felicidad, y algo de pena, el cambio de emociones tan rápido de Jimena realmente era asombroso y adorable.

—Mételos en la mía, y por cierto toma — saque otro paquete de comida y se lo di a Jimena, casi soltó los libros cuando se lo di, y aun cuando estaba perdida en su expresión, note como Karina pasaba corriendo tan bella como siempre y durante unos instantes nos observó con tristeza, realmente ya no sé qué pensar.

—Aun si no apruebo el examen y me terminan sacando de aquí— detuve a Jimena antes de que terminará de hablar.

—Vas a aprobar, y vamos a comer juntas una vez termines el examen, así que mantente tranquila— estoy segura que mamá diría algo como esto, vamos tiene que funcionar.

—Está bien.

Luego de acomodar los libros y los paquetes de comida, nos dirigimos a la clase de filosofía, donde el profesor Hilario estaba algo ocupado en una discusión con Karina.

—Por última vez, no podemos hacer un evento de la clase, porque en primer lugar solo somos 5 personas, y en segundo la semana cultural ya tiene casi todos los espacios ocupados, ¿en verdad quieres meterte más presión preparando una exposición que vas a presentar para casi todo el alumnado?

—Pero, no le molesta que casi todos los profesores digan que su clase solo es una de relleno, sé que podríamos hacerlo bien, incluso tenemos a alguien como María en nuestro grupo, si podemos preparar algo bueno.

—Esto está fuera de discusión Karina, ahora siéntate y vamos a comenzar con la clase.



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En el texto hay: psicologico, yuri, romance

Editado: 18.07.2019

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