Jungkook estacionó en la puerta de la casa, sin apagar el motor. Observó como las luces estaban prendidas. Extrañaba volver a casa todos juntos y era algo que ya no tenía por haber sido un idiota, pero supuso que se lo merecía.
—Jaehwa... —llamó la atención de su hija antes de que bajara, pensativo.— Si yo comenzara a salir con alguien... ¿también te enojarías?
Cada vez se hacía más la idea de que debía que seguir con su vida tal como Taehyung lo estaba haciendo. La situación parecía no tener retorno y él no tenía por qué esperar por la eternidad a alguien a quien ya no le interesaba, aunque le doliera.
Jaehwa se quedó por un instante, procesando lo que su padre había dicho. ¿Ya no lo amaba?: —¿Tienes a alguien ya? —preguntó, con la decepción pintándose en su rostro.
—No, ahora no, pero... si en algún momento tuviera pareja-
—¡¿Por qué tú también quieres alejarte de papá Tae?! —lo interrumpió.— ¡¿Ya no lo amas?!
Jungkook apretó los labios. Tenía que pasar todo aquel desastre para darse cuenta de que amaba a Taehyung, pero ya era tarde.
—Es muy difícil de entender. Tu papá Tae esta con alguien más y yo no puedo quedarme así, sólo viendo como el sigue con su vida. —volteo a verla, notando como las lágrimas se acumulaban en los ojos de su pequeña.— Créeme que lo quiero, pero no lo suficiente como para estar detrás de él viendo como es feliz con otro, por eso quiero tener una pareja.
—¡No! ¡Vas a terminar arruinando todo! ¡Tienes que estar con papá Tae, no con otra persona!
Las lágrimas saladas ya caían por sus mejillas cuando bajó del auto y corrió dentro de la casa, dejando a Jungkook con las palabras en la boca. El azabache solo pasó las manos por su cabello, sin saber que iba a hacer. Decidió irse e intentar hablar en otro momento, cuando ella se calmara.
Taehyung y Ansel voltearon a ver cuando escucharon la puerta principal cerrarse de un portazo. Se andaban encargando de la comida mientras Hajoon jugaba en la PlayStation... y Jaehwa se percató de ello.
A ese bastardo no le bastaba con arruinar su familia, sino que se paseaba por su casa como si fuera suya, y no eran así las cosas. Estaba cansada.
—¡Todo es tu culpa! —le gritó Jaehwa a Ansel, empapada en llanto.— ¡Si no estuvieras aquí quitándole el tiempo a mi papá Tae, mi papá Jungkook no estuviera pensando irse con otra persona! ¡Lo arruinaste todo! ¡Arruinas mi familia! ¡Tienes toda la culpa!
Y sin más corrió escaleras arriba, buscando encerrarse en su cuarto.
—¡Jaehwa! —exclamó Taehyung, enfadado y preocupado.
Dio unos pasos para ir tras ella, pero la mano de Ansel en su brazo se lo impidió: —Espera, déjame intentar. —pidió.
Taehyung solo asintió. Ansel subió las escaleras bajo su atenta mirada, incluso Hajoon andaba de curioso.
En cuanto llegó, Ansel dudo por un instante, pero finalmente tocó con suavidad la puerta del cuarto de Jaehwa, llamando a su nombre. Y claro, como era de esperarse, solo obtenía gritos e insultos.
—¡Lárgate, arruina familias! —gritó, quitándose la almohada de la cara, enredada entre las sabanas como oruga.
—Jaehwa por favor, déjame hablar contigo.
—Yo no quiero hablar contigo, ¡te odio!
—¿Podemos hablar como dos personas adultas? Cumplirás 18 este año. En verdad necesito que hablemos.
—Yo no quiero hablar contigo, tienes la culpa de todo. No voy a estar feliz hasta que te vayas del todo.
—Podemos arreglar eso, pero luego de que abras la puerta y hablemos.
Jaehwa se levantó y abrió la puerta, viendo a Ansel apoyado contra la pared: —Solo si te vas para siempre y dejas que mis papás sean felices. No te quiero ver aquí con mi papá Tae, no te quiero como padrastro, no te quiero como nada.
—¿Te parezco mala persona?
—No me pareces, eres mala persona. Las buenas personas no arruinan un matrimonio. Estoy segura que por tu culpa mi papá Tae ya no ama a mi papá Jungkook, y ahora él quiere a otra persona.
—Mmm te daría la razón si en verdad fuera así, pero cuando yo conocí a Taehyung ellos ya estaban separados. Lo único que hice fue escuchar sus problemas y darle ánimos cuando tenía un mal día. Con eso los sentimientos fueron floreciendo y me llevaron a quererlo.
Jaehwa apretó el puño en la manija de la puerta: —No me importa, no quiero que estés con él y voy a irme de la casa, porque ya no estoy dispuesta a seguir viendo esto. Los odio a los dos. —volvió a su cama, dejando que Ansel entrara, pero él tan solo dejó la puerta entreabierta.
—¿Sabes? —la siguió hasta allí, sentándose en el borde.— Entiendo perfectamente lo que estas sintiendo. Cuando yo era chico también creía que no había amor más puro que el de mis padres y me dolió cuando comenzaron a tener problemas y decidieron separarse. Solo que ellos lo hicieron peor porque hasta llegó a juicio mi tenencia, arreglando que días podía ver a uno y que días podía ver a otro. —Jaehwa se quedó escuchándolo, pues no sabía eso.— Ellos no lo notaban, pero eso a mí me estresaba demasiado y claro que me dolía.
—Yo quería verlos juntos, pero un día simplemente comprendí que eso era mejor a que verlos pelear todos los días. Abrí mi mente, conocí a las personas con las que están ahora y me alegra que sean felices. —Jaehwa suspiró, estando consciente de que no iba a poder hacer más nada.— En el fondo me hubiera encantado verlos juntos, pero son cosas de padres. Nunca voy a saber realmente como pasaron las cosas, porque ellos siempre van a tener temas que sus hijos jamás van a conocer.
> No soy padre aun, pero sé que lo que hacen es para nuestro bien, aunque no lo parezca. Los tuyos intentan llevar bien las cosas, piensa que podría ser mucho peor, como en mi caso.
—Ya déjame sola. —susurró por lo bajo, luego de un pequeño silencio.
—Escucha, a pesar de todas las cosas feas que me has dicho, no me caes mal, solo estas confundida. Tu hermano me consultó sobre eso de que ustedes quieren pasar unos días con sus padres de viaje, y aunque realmente tengo ganas de salir con ustedes, de chico hubiera dado todo porque eso me pasara, así que se lo comente a tu padre Taehyung.