Temprano en la mañana y luego de una vuelta por el aeropuerto, Taehyung al fin tenía la maleta que le faltaba, en donde estaba toda su ropa. Pero había un problema; de pronto no le gustaba lo que había empacado, sobre todo esos pantalones holgados. ¿En qué momento se había comprado esas mierdas? ¿O era que el efecto de la noche anterior le había gustado mucho?
Dejó sus cosas como estaban y fue a desayunar con los demás. Hacia rato lo estaban llamando.
Jaehwa corrió hasta su padre Taehyung en cuanto lo vio, entregándole una rosa roja preciosísima. ¿De dónde la había sacado?: —Mira lo que había al lado de tu desayuno.
Taehyung observó un poco la rosa, para luego olerla. Realmente le encantaba y comenzaba a sospechar de que se trataba, pero no tenía forma de confirmar que realmente había sido él.
—Lo deben haber dejado los de servicio... —dijo Taehyung, en un intento de disimular mientras los recuerdos de sus momentos jóvenes llegaban a su mente. Jungkook le regalaba rosas así antes, sabía que eran sus favoritas.
—Está muy linda, Deberías dejarla en agua para que no se marchite.
—Si, lo hare.
Caminó hasta donde estaban los vasos y llenó uno de agua, dejando la flor ahí dentro. Sabía que tarde o temprano moriría, pero intentaría mantenerla todo lo que pudiera. Mientras tanto, Jungkook sonrió satisfecho de ver al rubio así de pensativo. Eso significaba que había logrado su cometido.
—Necesito comprarme ropa nueva. —habló Taehyung, sentándose junto a sus hijos para comer algo antes de salir.
—¿Iremos de compras de nuevo? —preguntó Jaehwa.
—No, ustedes pueden ir a otro lugar. Necesito pantalones nuevos.
—Yo necesito un par de camisas de las que compro ayer Hajoon, son cómodas, además hay otras cosas que debemos comprar porque iremos a una excursión mañana. —dijo Jungkook.
—¿Pero si vamos a ir a la playa? —preguntó Hajoon.
—Vayamos a la playa ahora y más tarde compramos, ¿les parece? —sugirió Taehyung, y todos estuvieron de acuerdo.
En cuanto terminaron de desayunar, Taehyung acompañó a Jungkook hasta donde tenía su maleta, curioso de ver el traje de baño que sería para él.
Jungkook sacó de allí un short amarillo y corto que probablemente le quedaría apretado y sobre todo sexy. Una parte de Taehyung andaba curiosa de saber porque el azabache tenía aquello guardado, pero otra se Moria por probarla frente a él.
—Creo que te queda. Lo empaque por si acaso. —dijo Jungkook, al ver que Taehyung no decía nada. El rubio levantó la mirada y le dedicó una sonrisa entre divertida y atrevida, en un claro gesto de "esto es esta chiquito"— Mira si te queda y ya.
Taehyung alzó una ceja poco convencido de volver a usar algo de ese estilo. De igual manera caminó hasta el baño del cuarto para probárselo, y en cuanto salió listo, Jungkook prácticamente se lo comió con la mirada.
Aun con la edad que tenían, Taehyung seguía siendo tan sexy ante sus ojos.
—Te queda muy bien. —dijo Jungkook, observando como Taehyung se acercaba al espejo de cuerpo entero para admirarse. Este revisaba mucho que tan corto era y como se veía su trasero con aquella prenda.
Jungkook con gusto le hubiese dicho que dejara de hacer eso, que estaba como quería, pero no era correcto.
Taehyung volteo a verlo: —Ya se. —alardeo, y sin decir nada, salió del cuarto.
Jungkook se relamió viendo lo que antes se comía y por idiota ya no, teniendo que acomodar el asunto que quería despertar en su entrepierna. No deseaba acabar de nuevo como la noche anterior.
***
Una vez instalados en la playa, con las sombrillas, las mantas y las reposeras en su lugar, Jaehwa corrió al agua, arrepintiéndose un poco en cuanto la sintió fría. Hajoon solo la siguió, barrenador en mano y de un salto se zambulló. Él creía que metiéndose sin tanto escandalo iba a ser más fácil.
Mientras Jungkook disfrutaba bajo la sombrilla de ver a sus pequeños jugar en el agua, Taehyung se dedicaba a ponerse bloqueador solar por donde fuera. Quería broncearse, si, pero no quemarse, así que usar una cantidad generosa de aquel producto le iba a ayudar a obtener el color perfecto sin ningún tipo de ardor... lastima que no llegaba a la espalda.
Observó un instante a Jungkook, quien estaba solo en traje de baño. Aun a su edad tenia un físico de infarto, porque sabia que seguía ejercitándose, lo que lo mantenía fuerte y sexy. Eso le seguía encantando a pesar de la situación en la que estaban.
Pensó por un momento lo que estaba por pedir. Estaba consciente de que no era correcto, de que tenía pareja y de que podría llegar a ilusionar a Jungkook eso, pero es que él también deseaba que pasara.
—Oye, ¿me ayudas a ponerme bloqueador en la espalda? —preguntó Taehyung.
Jungkook lo observó un instante y asintió, levantándose de donde estaba para acercarse a él. Taehyung se recostó boca a bajo mientras escuchaba como Jungkook tomaba el pote y se ponía un poco en las manos.
—¿En todo? —preguntó Jungkook, observando con detenimiento el paraíso que alguna vez había sido suyo.
—En todo. —sonrió, un tanto coqueto, lo que le hizo largar una risita al azabache.
—Bien.
Jungkook se sentó a su lado y no tardó en pasar sus manos por toda la espalda de Taehyung, esparciendo la crema por su suave piel. Lo hacía lento, disfrutando el contacto que tanto anhelaba y que ya no tenía. No eran más que caricias con la excusa de aplicarle bien el producto.
Por su parte, Taehyung se mordía el labio inferior en un intento de controlarse. Había olvidado lo mágicas que eran las manos de Jungkook.
—Que tenso estas... —habló Jungkook, acariciando sus hombros y dejando suaves masajes allí.
—Puede que sí, un poco.
—Deberías ir al spa del hotel y que te den una consentida.
—Si, debería de hacerlo.