15- Placer.

—Eso me recordó a cuando quedé de Hajoon. —dijo Taehyung, una vez ambos volvieron a la barra.

—Yo estaba muy sorprendido, no lo esperaba en verdad, pero estaba feliz de que mi amor me diera otro bebé más. —dijo Jungkook, recordando bien el momento en el que se había enterado de que sería papá por segunda vez.

—Pero hay algo que no sabes. —hizo una pausa un tanto misteriosa, mientras el azabache lo veía con atención.— Me embarace de Hajoon a propósito.

De inmediato Jungkook largó una carcajada, haciendo reír a Taehyung también: —Lo sabía, yo lo sabía. Sabía que tu insistencia porque te acabara dentro era por algo.

—¿Tan obvio fui?

—Vente adentro, hazlo. —gimió Jungkook, imitando a su amado, haciendo que este le pegara en el pecho en broma, avergonzado.

—Puedo decir eso esta noche si quieres. Practicar esas poses que nos gustan. —dijo, hablando un poco más bajo, cosa que solo Jungkook lo escuchara.

—Mmm sí. —tomó a su esposo de la cintura y lo acercó más a él, llegando a su oreja. Mordisqueo juguetonamente el lóbulo antes de hablar.— Quiero escucharte gemir y pedir por más.

Un jadeo por lo bajo escapó de los labios de Taehyung. Aquello le había dado un escalofrió de los buenos, no solo porque la lengua y la boca de Jungkook aun hacían maravillas, sino también por lo grave y sensual que podía ser su voz a veces.

—También quiero.

—Extrañaba escucharte jadear por mí. —tomó sus manos y dejó besos allí.— Busquemos a los niños y vamos a la habitación, voy a comerte todo.

—No, quiero que me escuches, ser ruidoso. Dejemos a los niños durmiendo y alquilamos otro cuarto para nosotros esta noche.

—Me gusta la idea. —sonrió, dejando un suave beso en sus labios antes de pagar las bebidas.— Vamos a buscarlos.

Taehyung tomó su mano y salieron de allí, yendo al área repleta de juegos arcade. No se tardaron mucho en encontrarlos, y para la suerte de ambos, Hajoon ya se quejaba de que tenía sueño, por lo que decir que ya debían volver fue menos trabajoso de lo que imaginaron.

Una vez allí, Taehyung se encargó de dejarle bien en claro a Jaehwa que no debían salir del hotel, ni abrirle a extraños y todas esas cosas que ella al ser la mayor ya sabía. Claramente no le había dicho nada de a donde iban, pero Jaehwa ya no era una niña, y podía deducir con facilidad la razón por la que sus padres parecían querer irse rápido.

Quizás en la mañana habría nuevas noticias.

Antes de irse al cuarto que Jungkook se estaba encargando de pedir, Taehyung rebuscó entre sus cosas su ropa interior más atrevida. Quería darle un toque especial a la noche y no simplemente ir a lo simple.

Por eso, en cuanto estuvieron en un cuarto aparte donde sus niños no los escucharan, Taehyung prácticamente corrió al baño a cambiarse, lo que le sacó una sonrisa traviesa a Jungkook. El azabache sabía de sobra lo que eso significaba, así que opto por ir desabrochando su camisa y su pantalón mientras esperaba.

No pasó mucho tiempo hasta que escuchó la puerta del baño. Taehyung posaba en el marco, sin nada más que una tanga negra que no dejaba nada a la imaginación. Un delineado oscuro decoraba sus ojos mieles, haciéndolos más felinos de los que ya eran.

Estaba duro de solo pensar en todo lo que iban a hacer.

—Amor. —habló Jungkook, viendo de arriba abajo a su amado.— Que sexy que estas.

Taehyung dio una vuelta completa, de forma coqueta como solía hacer siempre que usaba algo especial para él, cosa de que lo viera todito: —¿Qué tanto te gusta? —preguntó, mordiendo su labio inferior de forma provocadora.

—Me encanta mucho, demasiado. —se sentó en los pies de la cama, palmeando su regazo.

Taehyung no tardó en hacerle caso a su invitación y se sentó en su falda, dejando una pierna a cada lado. De inmediato sintió las manos de Jungkook en sus nalgas, apretando y deleitándose con aquella parte de su cuerpo que hacía un año no poseía.

—¿Alguna vez pensaste que estaríamos así de nuevo? —preguntó Taehyung, dejando pequeños besos en el mentón de su amor, mientras este negaba.

—Creí que nunca pasaría esto de nuevo… —apretó con ganas las nalgas del castaño, para luego darle una nalgada.— Extrañaba tu culo.

—Quiero que me lo hagas como nunca antes.

—No me digas eso que no voy a controlarme.

—Eso es lo que quiero, que pierdas el control. —movió su trasero, sintiendo la fricción con el miembro duro de Jungkook, el cual esperaba ansioso algo de atención.— Eres un cochino, puedo sentir a la perfección lo duro que estas.

—Es para que veas como me pones. Desde ese día que andabas paseando sólo con camisa en la sala, me dejaste una erección tal que tuve que pajearme en tu nombre.

Eso le hizo largar una risita a Taehyung: —¿Solo con pasearme frente a ti? Siempre fuiste tan potente, eso me encanta.

—Es que contigo jamás me canso, bebé.

Jungkook tomó a Taehyung entre sus brazos y lo dejo en la cama, quitándose rápidamente los pantalones junto con su ropa interior, quedando sin nada. Se acomodó entre las piernas del castaño y no dudó en tomar su ropa interior con ambas manos, tirando de ella hasta que rompió la tela, dejándolo sin nada también.

Taehyung no pudo evitar largar un jadeo de solo ver como los músculos de Jungkook se habían tensado y marcado, y aquella polla grande y preciosa que poseía. Quería sentirlo cuanto antes. Realmente extrañaba tenerlo dentro, moviéndose entre sus piernas, haciéndolo gemir, sudar, pedir por más.

Por eso, cuando Jungkook refregó su erección contra su entrada, supo que iba a ser su perdición. Sentía como su entrada se mojaba rápidamente ante los estímulos y la mano de Jungkook sobre su miembro duro de punta perlada solo hizo que se excitara aún más.

Ante los ojos de Jungkook aquello era lo más perfecto que podía existir. A pesar de los años, Taehyung seguía siendo perfecto, y verlo debajo suyo otra vez, con las piernas abiertas y su entrada lubricada naturalmente simplemente lo ponía. Su capacidad de hacerlo en cantidad era algo que despertaba su lado más morboso.