Hola. -Grité en el oído de mi amigo cuando me acerqué a él por detrás.
Que sepas que no me asustaste, solo fue un escalofrío. -Se defendió él.
Ya, ya, claro... -Reí entre dientes.
¿Quién es él? -Señaló a Jack.
Es mi novio, Jack. Te hablé de él ¿recuerdas? -Le aclaré.
Sí. La pregunta es... ¿Aprueba que seamos amigos con derecho a roce? -Preguntó desconfiado.
Sí. Y para el carro que ya sé por donde vas. ¿Ok? -Pregunté.
Ok. Pero sabes que nunca me fiaré de ningún novio tuyo si no es i mejor amigo o soy yo. -Río, y Clara y yo lo hicimos con él.
Jack, este es Stephan, y... A Clarissa ya la conoces. -Espeté de golpe.
¿A Clara ya la conoce? -Preguntó mi amigo.
Sí. Ella me viene a visitar más que tú. -Bromee.
Sabes que muchas veces no me dejan salir. No sé por qué. -Se hizo el inocente.
Ya... Yo tampoco. -Reímos.
Bueno... ¿Vamos? -Preguntó Clara.
¡Sí! -Contestamos mi amigo y yo a la vez.
¿A dónde? -Dijo dudoso mi novio.
¡Qué lindo! Es tan ingenuo. -Río mi amigo dándome un beso en la mejilla y llevándome hasta él por mi cintura.
¡Oye! -Protestó Jack.
No seas malo. -Le dije divertida a Stephan.
-Mientras Clara se partía de risa por las pocas cosas que le contaba que no sabía Jack y Stephan iban detrás nuestra hablando sobre mí. De vez en cuando nosotras mirábamos hacia atrás sin que se dieran cuenta y nos reíamos. En un tramo iban tan distraídos que nos escondimos tras árboles opuestos. Cuando los chicos se dieron cuenta de que no estábamos se pararon y nosotras aprovechamos a salir corriendo y darle un beso en la mejilla, yo a Jack y Clara a Stephan.
Luego de unos minutos más andando llegamos a la heladería. Después de comprar y terminar los helados Clara y yo llevamos a los chicos a un local que no conocían. Nos sentamos en una mesa y pedimos una ronda de chupitos para jugar al "yo nunca he...". Tras unas cuantas rondas más, tuvimos que sujetar a nuestros borrachos y llevarlos a mi casa para que se despejaran. Se quedaron dormidos en el sofá acurrucados uno contra el otro-.
Que monos están. -Dijo Clara.
Sí. Demasiado. -Nos miramos con una sonrisa maliciosa.
¿Estás pensando lo mismo que yo? -Me preguntó mi amiga.
¡¡Foto finish!! -Dijimos las dos a la vez riéndonos, pero sin despertarlos.
Ha quedado genial. Se la enviaré a los dos. -Dije entre risas.