¿que tal si...?

Capitulo 1

POV Paulina
Han pasado 15 años desde la última vez que lo vi y siempre en algún momento de mi vida me pregunto ¿Qué hubiera pasado si…? Y ¿Que habrá sido de Franco Castellanos? Debes de pensar y porque no lo buscaste si la tecnología avanzo, pero realmente si lo hice, cuando decidí que ya era hora de poner orden en mi vida y bajar todos esos kilos que tenia de más porque ya iba a ser mi graduación de la preparatoria y quería lucir espectacular en mi vestido, quería pedirle que el fuera mi acompañante y aunque no logre mi cometido, al menos quede relativamente delgada, también cambie mis
anteojos por lentes de contacto. El debía de estar ya en su primer año de universidad pero quien sabe si se quedó a vivir en nuestra pequeña ciudad natal o como muchos otros se habrá ido a estudiar a otra ciudad más
desarrollada o de intercambio en algún otro país. Busqué su nombre en Facebook porque era la única red social que 3 años después seguía de moda y que la mayoría de las personas tenia pero no lo encontré… y realmente no
tenía ya manera de contactarlo porque de mi generación prácticamente nadie lo conocía, solo las niñas que babeábamos por el pero ninguna obtuvo algún dato suyo, así que resignada a que ya no lo volvería a ver, seguí con mi vida, tuve algunos novios pero nada serio ni memorable que valga la pena recordar, estudie y me gradué de Contaduría Pública porque aunque odio las
matemáticas con todo mi corazón por alguna extraña razón esos números se me dieron bastante bien aunque mi verdadera pasión son los libros de romance y la música.
Entonces después de adelgazar que creen… Volví a subir de peso años después, tengo problemas de ansiedad pero en lugar de morderme las uñas o algún otro patrón yo me refugio en la comida chatarra y de nuevo volví a
decir BASTA adelgaza muñeca de nieve porque así me dicen mis padres y mi mejor amiga Vica y no como modo de cumplido por tener la piel tan blanca que por cierto nada que ver, si no por mi tipo de cuerpo así curvy porque mi retaguardia y mis pechos seguían siendo grandes junto con mi panza y nunca perdí la cintura como consuelo, entonces como propósito de año nuevo me
inscribí en un gimnasio a unas cuadras de mi departamento, hago ejercicio unas dos horas y de ahí me voy a mi trabajo en una Notaría Pública a la que entro a las 9am. Mi buena amiga Vica que tiene el cuerpo de una de las Kardashian, blanca con pecas en toda su cara y cabello teñido de un tono chocolate con ojos color marrón claro como los míos, se propuso a entrenarme junto a mis amigas y compañeras de trabajo que asemejan mi complexión con las cuales siempre desayunaba tacos, empanadas, chicharrón
prensado, etc…
Así que allá íbamos Linett, María y yo atrás de Vica que daba clases de HIIT en ese gimnasio para cambiar nuestros malos hábitos alimenticios y
nuestros cuerpos, empezamos súper bien, con toda la actitud pero…
- ¡Niñas, he bajado dos kilos en quince días!. Les comente feliz a mis
amigas. - ¡Pau felicidades!, Hay que celebrar. Dijo Maria

- ¡Sí!, que les parece si saliendo de esta tortura nos vamos a los tacos de
en frente, tienen ya unos árabes en el menú con pan pita casero- nos comenta Linett. - Hey trio de holgazanas a trabajar, que platicando uno no se queman
calorías- nos grita la tirana de Vica quien siempre se transforma en Hitler cuando imparte sus clases. - Hecho, en cuanto acabe la clase salimos corriendo sin esperarla, no quiero saber lo que nos pondrá a hacer si se entera lo que pretendemos desayunar, les digo en un susurro mientras no paro de jadear.
Termina la clase y tal como les dije salimos corriendo sin mirar atrás y nos dirigimos a esos deliciosos tacos, es un puesto muy sencillo, como esos de carritos sandwicheros del programa donde dicen “Que pase el desgraciado..."

Ya desayunando esa delicia se nos olvida que teníamos que comer rápido y huir de la escena del crimen, nos entretenemos contándonos los últimos
chismes de la semana de la oficina que cuando volteamos a ver una Vica fúrica que no pierde el glamour y la sensualidad camina a paso fuerte sin dejar de contonear sus caderas al son del tráfico, se acerca a nosotros y yo por miedo a que nos deje en vergüenza con toda la gente que está a nuestro alrededor le grito como si fuera un vil macho puerco
- ¡Mamita que buena estas!- masticando el taco entonces como de
manera tácita Linett entiende lo que quiero hacer y también contribuye gritando
- ¡Tu con tantas curvas y yo sin frenos! y yo ante ese piropo tan coloquial me empecé a reír tanto que me atragante con mi taco, empecé a toser y al mismo tiempo escupir pequeños trozos de lo que
estaba masticando, y María me empezó a palmear en la espalda para que no muriera de la manera más patética, pero en un movimiento rápido la empujo y tomo un gran sorbo de soda para que me baje el bocado y así sucede pero mi organismo no tan conforme con eso decidió hacer un eructo a lo Fiona de Shreck ganándome más
miradas de las que de por sí ya tenía y de repente llega a mis oídos una risa tan fuerte y varonil que de in mediato me hace voltear y ahí es cuando lo veo, ¡Franco Castellanos en vivo y en directo después de 15
años sentado del otro lado del puesto! Y lo peor de todo es que después de tantos años me lo vengo a encontrar de la manera más vergonzosa y desastrosa que me hubiera podido imaginar, sentí que mis ojos un poco más y salían de mis cuencas; entonces Vica que me
veía alarmada me devuelve a la realidad
- Ves Paulina porque ya no debes de comer como un pinche ogro, casi te mueres por tu glotonería.

¡Trágame tierra! Pensé.

- Cálmate Vic, solo fue un taquito para celebrar los 2 kilos menos de Pau- le contesta una muy tranquila Linett y yo sentía que mi cara pasaba de morada a roja y viceversa en cuestión de segundos, no sabía
qué hacer y cómo hacerlas callar, cuando intento decir algo Vica se
adelanta: - Bueno, hagan lo que quieran, no les digo más hoy porque estoy de
buenas así que las voy a ignorar y me voy a preparar para mi cita de
hoy, aunque si les digo que si siguen comiendo así nunca tendrán este
cuerpazo de infarto que tengo o tu qué opinas guapo y voltea a ver a
Franco que por lo que deduzco no ha quitado un ojo de nuestra
conversación, yo no me atrevo si quiera a girar ni un grado hacia él. - Bueno, cada quien come lo que lo hace feliz. Contesta Franco
- Hay Castellanos tu siempre tan diplomático, contesta Vica negando de
forma exagerada con su cabeza. - Hey Vica apoco no nos vas a presentar a este monumento de hombre,
pregunta una muy interesada Linett. - Si, chicas… les presento a Franco Castellanos, el dueño del gym al que a
duras penas y ustedes pisan. - Mucho gusto, le dice Maria al mismo tiempo que le tiende la mano para que él se la estreche. Linett que es más radical se levanta y como si fuera una europea lo agarra de los hombros y le da un beso en cada mejilla mientras le dice su nombre, en cambio yo solo me dedico a ver mi plato como si fuera lo más interesante del mundo sintiendo aun la cara caliente. - Y esta Fiona que ves aquí es Paulina, le dice Vica mientras que con mucha fuerza me entierra sus uñas en los hombros y me hace voltear Y yo sin apenas levantar la mirada murmuro un apenas audible un mucho gusto y trato de girarme lo más rápido posible de vuelta a mi muy interesante plato al cual se le acaba de parar una mosca. - Tranquila Fiona, no soy Shreck.
Yo sentí que me ponía más caliente si eso aún era posible, al no voltear a verlo el sigue hablando.



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En el texto hay: humor, romance, sobrepeso

Editado: 21.11.2024

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