Quedate a mi lado

Un lugar donde vivir

Alena

Soltarme con Bruno se sintió muy liberador, no tenía idea que dentro de mí tenía tanto que quería decir pero hablarlo fue lo mejor. Ahora debo entrar a casa y enfrentar a mi tía que de seguro no debe estar contenta.

– Hasta que llegas. ¿Eso que tienes en la cara es pintura? – demonios, olvide que aun seguía manchada de jugar con Bruno.

– Voy a lavarme el rostro – corro al baño de la planta baja para limpiarme lo más que pueda.

– ¿Ya te vas a tu trabajo? – escucho su tono sarcástico, cuál es su problema?

– Si, solo voy a tomar unas cosas y me iré – salgo del baño pero me obstruye el paso para ir a tomar mis cosas. Quería hacerlo rápido y no hacer esperar a Bruno que por más que le dije que no era necesario que me llevara al trabajo, insistió.

– Alena debemos hablar – se para frente a mi obstruyendo el paso.

– Tía ahora no, estoy con el tiempo en contra – intentó esquivarla pero no me lo permite.

– Alena no vas a salir hoy.

– Debo hacerlo, podemos hablar cuando regrese.

– No voy a dejar pasar más tiempo. Alena qué pasa contigo? tu padre no te crió de esta manera como para que andes de auto en auto quien sabe con quién. Realmente creí que al ser criada por tu padre crecerias como una joven respetable pero ahora te comportas como una puta completa – escuchar esa palabra de su boca es como cuando ella llamaba así a esa mujer.

– No te atrevas a llamarme así – mi voz sonó más amenazante de lo que creí.

– ¿O que Alena? Te lo digo por tu bien, te estas comportando como toda una zorra acostándote con cuanto hombre se te aparezca por dinero. 

– No tienes idea de nada. Te lo repito, no me acuesto con nadie – me limpio una lagrima que corre por mi mejilla.

– Entonces porque te vienen a dejar y te esperan? Tu servicio es a domicilio o ¿qué carajos?

– ¡No hago nada de esa mierda, puta madre solo dejame salir a trabajar para asi poderme largar de tu maldita casa!. ¡Ya estoy harta de que pienses lo peor de mí!. No voy a seguir soportando estos comentarios – no se de donde salieron estas palabras pero estoy segura que es el producto de tanta rabia que tenía contenida desde ya hace tiempo.

Ella cree que no escuchó todo lo que dice de mí pero lo hago.

Tal vez parezca que aun comienzo me quiso ayudar pero como lo suponía con el tiempo todo cansa y ella ya estaba llegando a su límite de tenerme aquí a mis hermanas y a mi.

– No me hables así Alena – Me da una cachetada haciendo que la mire muy sorprendida. Fui dura pero creí que ella sería capaz de golpearme.

– ¿Qué te pasa? ¿Por qué me golpeas? – sostengo mi mejilla sintiendo el ardor del golpe.

– Ya me tienes harta Alena. Soporté tu actitud por mucho tiempo pero ya no puedo más, sales de la casa y me dejas la responsabilidad de cuidar a tus hermanas cuando yo también tengo cosas que hacer.

– Me lo hubieras dicho. Si hubieras hablado hubiera dejado un trabajo para estar más al pendiente de ellas, además yo te lo pregunte y como siempre dijiste que estabas bien con cuidarlas.

Estoy agotada de esto. Si ella hubiera dicho con anticipación nada de esto estaría pasando.

– Quería facilitarte el tiempo para que vayas a trabajar pero ahora que sé que trabajar de – se queda callada tratando de decir lo que creo que es.

– ¿De que? ¿De prostituta? Dilo, quiero que lo digas – me enfrento ya cansada.

– Alena porque haces esto? – empiezan sus ojos a ponerse llorosos.

– ¿Hacerte qué? Solo te estoy diciendo que digas lo que crees que soy – trato de calmar mis ganas de llorar.

– ¿Estás trabajando como prostituta? – al escuchar esa palabra algo dentro de mí se rompe. 

Todo parecia querer estar de color de rosa pero escuchar esto de su boca es la gota que derramo el vaso. Debo salir lo más antes posible de su casa, con lo que he ganado bailando se que puedo pagar un departamento así sea pequeño.

– No lo soy – paso a un lado de ella – me duele que creas que sería capaz de hacerlo por dinero – abro la puerta – y no te preocupes por que te estorbe, cuando regrese voy a empacar todo para irme con mis hermanas máximo hasta mañana en la tarde – cierro la puerta sin dejarla decir nada más.

Por segunda vez en el día mi tía arruina mi estado de ánimo y ahora en serio necesito hablar con alguien. Creí que ella no sería como el resto de personas pero me equivoque aunque tal vez es lo mejor irme antes de decir cosas de las que se que ambas nos podemos arrepentir.

Al estar ya cerca del auto de Bruno me limpio las lágrimas y respiro unas cuantas veces.

– ¿Ya estás lista enana? – guarda Bruno su celular y me mira pero evito verlo a los ojos y sonrió falsamente.

– Si, tengo todo en la maleta – le doy un golpe a la maleta y me agacho como si estuviera ajustandome las agujetas.

– Segura que estas bien? – se inclina un poco para ver mi rostro y asiento frenéticamente.

– Si, vamos – giro la mirada al cinturón de seguridad hasta que encienda el auto.

– ¿Qué pasó? – miro de reojo como no enciende el auto. Se quita el cinturón para girarse y hacerme voltear.

– No pasó nada – con la manga de mi saco limpio mis ojos – vamos, voy tarde.

– ¿Por qué lloras Lena? ¿Te dijeron algo en tu casa?

– No, solo que debo mudarme. Ya no quiero vivir con mis tíos – suspiro muy cansada.

– ¿Pasó algo? ¿Puedo ayudarte?

– No te preocupes, voy a buscar un departamento así sea pequeño para irme a vivir con mis hermanas hasta que pueda conseguir el dinero para pagar uno más grande.

– ¿Por qué tan deprisa esa decisión? 

Me quedo callada pensando en si decirselo. 

– Puedes decirmelo con confianza, hasta puedo ayudarte.

– Te lo diré pero conduce que ahora más que nunca necesito mi paga de hoy.

El me hace caso y enciende el auto para llegar al club. Ni siquiera he pensado en cómo voy a bailar ni que canción elegire pues no he estado enfocada en el baile de hoy, mi cabeza lo olido y al llegar debo improvisar.



#162 en Joven Adulto
#2990 en Novela romántica

En el texto hay: mafia, romance, hot romance

Editado: 29.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.