Era miércoles y si no me apuraba llegaría tarde y entonces no podría terminar el tour por la universidad a Matias.
Salí de la casa y me encontré con Artur sentado en las escalerillas de la puerta, por el susto piso la orilla del escalón sin percatarme y si no fuera por sus brazos que me sujetaron al instante, juro que hoy hubiera comido césped de desayuno.
- Lo siento es mi culpa no debí lleg...
-No, no, solo me sorprendió verte aquí, Además aveces me asustó fácilmente.
- Es que necesito hablar algo urgente contigo. - se notaba cansado y por los pequeños bultos bajo sus ojos se nota que anoche no durmió lo suficiente. Pero a pesar de que se veía vulnerable, no podía darme el lujo de hablar con el tranquilamente, porque estábamos llegando tarde y al parecer a él no le importa.
- Podemos hablar luego? se está haciendo tarde y tengo que hacer algo, antes de que empiecen las clases.
-Comprendo, no soy nadie para quitarte tu tiempo.
- Oye no, que te pasa, no es eso, siempre puedes contar conmigo para lo que sea pero ahora no puedo, alguien más cuenta conmigo. Pero me puedes decir que tienes, te noto raro.
- Es...¡¡Es que no puede evitar enamorarme de ti.!!- veo como sus músculos se relajan y desvía la mirada a un lado, suspira y me vuelve a mirarme directo a los ojos está vez - y sé que no debo pero me estaba muy celoso de verte con ese tipo ayer, y me enoje tanto que termine golpeando la pared. No puedo verte cerca de alguien sin pensar que quiere conquistarte porque eso es lo que planean hacer todos los chicos de la universidad. Todos quieren lo mismo, y no te niego que era lo que quería en el principio, pero me atrapaste. Admiré en secreto todas tos virtudes y defectos, los abracé como si fueran míos y me enamoré de ellos, y aunque no lo pude evitar lo hice... No pude evitar enamorarme de ti, pero no me arrepiento; Porque todo deja una enseñanza y si no me aceptas me quedare con lo que se siente enamorarse. Y te juro por Dios que al principio no sabia que era, pensaba que era solo atracción pero ahora veo que es amor y es que no puedo estar cerca de ti sin sentir que si hago algo mal enfrente de ti haré el ridículo y no me gustaría que me veas como un idiota, pero si es haci... Quisiera ser tu idiota.
Una lágrima, solo una entre dos. Una lágrima escapo de mis ojos y una lágrima escapo de sus ojos, las dos cayeron en la acera al mismo tiempo, al mismo tiempo que nuestros corazones empezaron a latir a una velocidad magnífica.
No aguante más y lo besé, un beso dónde le demostré que también sentía lo mismo, sin palabras. El cual fue correspondido de la misma manera, con ternura, y necesidad de demostrar lo que sentimos.
Cuando fui consciente de mi acto me separe y me subí a mi auto que minutos antes había sacado de la cochera para luego ir por mi mochila. Me aleje de él, de la misma forma en la que le quitas la pizza al repartidor cuando tienes hambre.
Llegue a Swartz y Matias me esperaba en la entrada junto a Catalina y Verónica. Mi cara de confusión alertó a las chicas y dejaron al pobre Matias que charlaba animadamente con ellas, con la palabra el la boca.
- Que te paso?, chica parece que viste a un fantasma peleando con un alien. - Catalina siempre con sus chistes en los momentos menos indicados. Matias se unió a nosotras en cuanto me vio.
- Como se sentirían ustedes si su crush la toma desprevenida y se les confesara?
Las dos abrieron los ojos como dos bombillos y gritaron un ¡Qué! tan alto que creo que la directora lo escucho, muchos hasta voltearon para ver lo que pasaba.
- Huy, Quién es ese afortunado?. A ver quien se pudo ganar ese corazón de melocotón.- Matias parecía muy intrigado en la conversación.
-Arturo Houston!- Verónica no se contuvo y empezó a dar saltitos de alegría acompañados con aplausos. -Admitelo algún día tenia que pasar.
- No te olvides de ponerme como la madrina de tus hijos.- Verónica le da un sape en la cabeza a Catalina por su comentario.
-No seas ilusa, sabes perfectamente que esa seré yo. - las dos chicas empezaron una mini discusión, miró a Matias en busca de ayuda y este solo lo empeora más.
- Bueno chicas, todavía no le ah dicho que si, verdad- me mira y yo niego - entonces eso quiere decir que todavía no hay boda, pero si me lo preguntan yo sería el padrino, y si es así ninguna de ustedes seria la madrina.
Matias hace una extraña pose de diva y ahora el también se pone a discutir de como seria mi boda.
Mientras los chicos discuten miró a los lados en busca de un escape y mi mirada se cruza con la de Artur que acaba de bajar de su auto, veo que esta estacionado intencionalmente muy cerca del mió.
Siento el caliente en mis mejillas y sus ojos obtienen un brillo, veo como su comisura derecha se levanta en un amago de sonrisa pero rápidamente aparta la mirada.
Si quería lograr que estuviera confundida, pues lo logró, quizás su actitud se debe a que lo abandone luego de que él me declarará sus sentimientos y lo besé dejándolo confundido y quizás decepcionado.
Miró a mis amigos que todavía siguen discutiendo ahora sobre el color de mi vestido y los interrumpo antes de que empiecen hablar sobre la luna de miel.
- Bueno ya. Tenemos un tour que dar y nos queda poco tiempo.
- Matias- levanto mi brazo en forma de jara y el la toma y caminamos como si fuésemos al altar. - Chicas dejen de mirarle el trasero a Matias y caminen.
La cara de Matias se puso roja por mi comentario y miró a las chicas con terror.
-Como sabes que lo estamos mirando?.
- Catalina, creo que es una pregunta estúpida ya que Yin, nos pegó esa costumbre y si no fuéramos amigas desde el jardín de niños no sabría ni de que color son mis lentes favoritos.
-Sí aparte de que es lo que siempre hacen. Así que no es muy difícil atinarle.