Me gusta el mar.

—¡Stone con tu pareja! —ordena Connor al ver que no me muevo.

Parece que le estoy haciendo enojar, pero mis piernas no reaccionan. Incluso Mia, quien le ha tocado con su ex, ya se está dirigiendo hacia él. Soy patética y cobarde. Respiro hondo y me pongo analizar la situación. Ni siquiera sé lo que realmente vamos hacer, por lo que quizá me estoy creando escenarios que jamás se darán. Decidida camino hacia Liam, me paro en frente de él y lo miro.  En cuanto nuestras miradas se conectan, él hace algo que no pensé que lo haría ahora.

Sonríe

¡Dios, no podré hacerlo!

Ni siquiera puedo mirarlo, ¿Cómo se supone que voy a hacer lo que sea que solicite Connor?

—Quiero que presten mucha atención a sus reacciones. —Pide Connor y luego solicita que demos un paso al frente. Ambos lo hacemos y quedamos demasiado cerca. Muevo mis manos con nerviosismos—. Los movimientos siempre van a trasmitir mensajes directos. Si una persona con la que no te sientes familiarizada, no quieres cerca o te incomoda invade tu espacio, tu reacción será negativa por lo que te alejarás. Es normal. Sin embargo, a veces puede ser lo contrario, esa persona puede parecerte atractiva y por ende ponerte nerviosa, pero aún así la respuesta puede ser la misma, es ahí en donde ustedes deben aprender a interpretar y saber cómo realmente se siente la otra persona.

» En el caso de que esa persona tenga una reacción positiva, significa que para esa persona representas un lugar seguro en el que puede estar o permitirte estar, no le incomoda la cercanía.

Me siento nerviosa y torpe, por lo que no soy capaz de verlo, pero Liam con su dedo da un golpecito suave en mi frente, llevando mi atención hacia él.

—¿Te estás divirtiendo? —pregunto tratando de sacar tema.
—Me parece una clase educativa. Como dijo Connor, saber leer el lenguaje corporal de una persona es un vehículo que nos permite conocer, ver y de cierto modo entender como la otra persona puede sentirse en ciertas situaciones y de ese modo saber reaccionar de la mejor manera.

 Me siento tonta ahora y escucharlo me hace dar sentido a lo que estamos haciendo.

—¿Han escuchado que los ojos son el espejo del alma? —pregunta Connor.
—¿No es la puerta? —pregunta Mia.
—Creí que era el reflejo —dice Javi.
—¿Existe si quiera esa frase? —pregunta Ava, lo que nos hace reír.
—A lo que quiero llegar —retoma el hombre —. Los ojos puedes trasmitir un centenar de emociones. Una mirada puede reflejar interés, miedo, ira, duda, curiosidad…quiero que solo se miren y lo que perciban ahora escriban en el papel que les daré.

Me pregunto cuántas veces observé a Liam directamente a los ojos, cuántas veces pude mantenerle la mirada y cuántas veces me rehúse a ella para que esa cascada que sigue creciendo y no puedo detener, no sea descubierta, pero sobre todo me pregunto si alguna vez realmente vi a Liam, porque lo que veo ahora resulta generarme un sentimiento un poco distinto, pero igual al mismo tiempo. Ambas rozando esa misma línea.

Siempre me ha gustado el azul de sus ojos porque se asemejan el mar y a mí me gusta el mar, pero al parecer nunca me permití ver su contenido, ni su interior hasta ahora. No me di la oportunidad de ver o quizá no preste demasiada atención a lo que hay ahí adentro en ese pozo que me atrae y me consume, que me devora.

El chico que conocí cuando tenía 7 años se encuentra ahí, pero hay alguien más, alguien más maduro, más sensato, más responsable, pero también el mismo niño apasionado, risueño, divertido y con muchas ganas de abrazar y amar al mundo.

¿Qué es lo que quiero?

No quiero lastimar al niño que me hizo conocer lo que es el amor.

—También tengo miedo, Kate—susurra Liam —, pero no seguiré huyendo —sonríe entrelazando nuestras manos.

Y se siente bien, se siente bien dejar que los sentimientos fluyan por esa vertiente y no pensar en nada más que en nosotros dos y en lo que hemos estado construyendo con el tiempo.

—Me gusta eso. —Señala Connor haciéndonos sobresaltar. Nuestras manos se separan por reflejo y siento que el calor se esparce hasta mis orejas —. No es algo que pedí, pero me gusta que tomen la iniciativa. —Sonríe. Se está burlando de nosotros, incluso Liam se encuentra nervioso —. Ya que lo han hecho, les daré el significado. Si ambas personas entrelazan sus manos significa que hay mucha conexión entre ambos y que su relación tiene sólidas bases. Felicidades. —Le da dos golpecitos en el hombro de Liam antes de alejarse.

Miro a otro lado, intentando que la vergüenza no se expanda más por mi rostro. Mia sube sus dos pulgares y sonríe de manera cómplice.

—Ya que hoy nuestra clase dio el inicio de una nueva relación, eso será todo por hoy, podemos regresar al salón. Cualquier duda e inquietud no duden en preguntarme.

Trato de huir de ahí, pero Liam me detiene y niega con la cabeza cuando lo veo. Realmente siento que estoy demasiado roja. En respuesta él solo me tapa con la capucha con el fin de cubrir mi rostro y nos dirigimos hacia el salón.

Ya ahí, Connor nos da unos sobrecitos y escribimos lo que antes nos ha solicitado. Trato de concentrarme y colocar todo lo que quiero que él sepa y cuando creo que todo está listo, mis nervios suben desproporcionalmente cuando siento la mirada de Connor en mí.

—Señorita Stone. —Me llama—. Como aún tenemos tiempo, póngase de pie y díganos lo que ha escrito acerca del joven Brooks. —Arrima su cadera en la mesa esperando mi respuesta como todos los demás.

Trago fuerte. ¿De qué está hablando este hombre?

—Usted no mencionó que lo íbamos a leer. —Protesto intentando mantener la calma.

No, no, definitivamente no iba a exponerme ante tantos ojos.

—Y como no lo mencioné, ahora lo hago —sonríe.

¿Es qué acaso Smith se ha apoderado del cuerpo de Connor? He visto sonrisas perversas, pero ninguna como la que me está dando.