Quédate Conmigo

Lenguaje corporal

—He visto personas miserables y luego estás tú. —Nick agacha su cabeza para observarme—. Luces como un perro abandonado.

—Creo que en mi vida pasada le hice mucho daño a Smith —murmuro—. De otra forma no entiendo porque me tiene tanto coraje.

—¿Y ahora qué mal hizo?

—Existir —respondo hundiéndome más en mi desdicha.

 

Él ríe. Mi desgracia le causa gracia.

 

—Nos estamos jugando la mitad de la nota final en una exposición. —Explica Ava por mí.

—¿Y eso qué tiene que ver con Kate?

—Ella cree que la razón de ello fue porque estaba mirando a Liam en vez de prestar atención a su clase, pero ya le expliqué que antes de eso formuló preguntas a varios de nuestros compañeros sobre el tema que estábamos viendo y nadie respondió algo que se supone es básico. Kate solo fue su excusa perfecta para descargarse con todos.

 

Yo niego con la cabeza.

 

—Fui la gota que derramo el vaso. Tengo la culpa.

 

Ella sonríe, llevando la pajilla a sus labios y bebiendo más de su batido, por otro lado, Nick asiente.

 

—También lo haría —dice él —. Me molestaría mucho que, teniéndome a mí en frente, estuvieras viendo a otro.

 

Yo lo miro.

 

—No me ayudas.

—Pero es Smith, así que lo entiendo, cualquier otra cosa es buena.

 

Eso me saca una sonrisa pequeña, aunque quiero decirle que Liam no es cualquier cosa, pero es mejor no exteriorizarlo.

 

—Hablando de cosas buenas —habla Ava ganando nuestra atención—. Ya no nos falta mucho para las vacaciones.

—Es lo que me mantiene en pie. —Mi ánimo se recupera un poco —. Aunque al volver nos recarguen con más trabajos.

—Si, pero vendremos revitalizados.

 

Yo asiento en concordancia. Las vacaciones siempre son buenas, además de que es una gran oportunidad para poder ir a visitar a mi familia.

 

Volteo a ver a Nick al percatarme que se ha quedado en silencio. Sigo su mirada y está mirando la mesa de Liam, quién se encuentra con su grupito de amigos en los que Elena está incluida. James también está ahí. Me pregunto de qué están hablando, parece ser un asunto importante, todos están serios.

—¿Sucede algo? —Decido preguntar.

 

Nick regresa a verme con una sonrisa.

 

—Quería adivinar que tan bueno es mirar a Liam para arriesgarse a no poner atención a las clases de Smith.

 

Ava ríe a mi costado y yo levanto mi mano en un puño para que se calle.

 

 —Por cierto, ¿cómo conoces a Smith? —Le cuestiona ella—. Estudias arquitectura y Smith imparte clases únicamente a medicina.

—Por mi primo, siempre escuchaba sus anécdotas y en como todos le tenían miedo. Un día incluso me contó que hizo orinar a una chica en media clase porque no supo contestar una de sus preguntas.

 

Ambas lo miramos horrorizadas, pero entendíamos a esa pobre chica. Smith tiene algo que resulta terrorífico con solo mirarlo.

 

—¿Qué tenemos después de esto? —pregunto.

 

Ava revisa su teléfono.

 

—Con Connor —suspira —. Ese hombre me cae bien, pero sus clases… no sé qué quiere lograr con sus clases.

—Me parece interesante —dice Nick—. Es una forma muy creativa de hacerlo. —Voltea a verme queriendo escuchar mi opinión, aunque ya lo sabe.

—Me cae bien, pero le gusta colocarnos en situaciones incomodas y, además, es una actividad extracurricular, lo que significa que nos quita tiempo que no tenemos o podríamos utilizarlo para hacer otra cosa.

 

Él niega con la cabeza, desaprobando nuestra opinión. Me recuesto en la mesa ignorando lo que hablan los dos y cierro los ojos. Es ahora en donde el desvelo me va a cobrar factura. Reviso el reloj, aún faltaba casi una hora para que la clase empiece por lo que decido aprovechar esa oportunidad y dormir un poco.

 

Me despierto cuando Nick se despide y me recuerda que hoy vamos ir a su casa. Yo asiento aun somnolienta. Siento que necesito dormir por un poco más, una vida no me bastara para recobrar fuerzas.

 

—¿Escuchaste acerca de lo que dicen de James?

 

Niego con la cabeza. Tampoco es algo que quiera o necesite saber, pero Ava es el tipo de persona que le entretiene saber y hablar de la vida de los demás, yo por el contario prefiero mantenerme al margen, fuera de chismes o divulgaciones.

 

» Se rumorea que ayer estuvo involucrado en carreras clandestinas y la policía cerró toda la zona. También escuché que estos días había faltado por la culpa de su novia. Termino con él.

 

Frunzo el ceño. Es por eso que prefiero no escuchar nada.

 

—¿Es la culpa de ella que él se convierta en un irresponsable? —pregunto.

—No, pero hay muchas cosas que dicen de Mía, no parece ser la niña buena que aparenta.

 

Aprecio mucho la amistad que tengo con Ava, pero hay cosas con las que no comparto con ella e incluso a veces me hace dudar si está siendo sincera conmigo o habla detrás de mí cuando no estoy a su lado. Pensar eso me hace sentir como una mala amiga. No debería dudar, pero es algo inevitable.

 

—No me fio mucho en lo que pueden decir los demás. Ante los ojos de otros puedes resultar la peor persona.

 

Me pongo de pie tras mirar la hora. Ella hace lo mismo y nos dirigimos a la siguiente clase.

 

—No diría eso si no la conociera —dice segundos después. Eso solo empeora lo que ha dicho—. Mia tiene complejo de mártir, así que me compadecí mucho por James cuando me enteré que estaba con ella.

 

Aplano mis labios, intentando no decir nada grosero.

 

—Si fue tu amiga o alguien cercana a ti, no deberías hablar de ese modo —sonrío, incomoda.

 

Ella abre la boca para hablar una vez más, pero antes de que pueda emitir sonido, Liam se coloca a mis costando, pasando su brazo por mis hombros.



#44705 en Novela romántica

En el texto hay: amor amistad juvenil

Editado: 21.06.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.