Queen Blood

I

—espera, espera, espera, ¿me dices que mi padre no es mi padre y ahora me mandas lejos con quién supuestamente es mi padre?

—Hija, no…quiero…—solloza, nuestras madres siempre nos han contado de ese amor millonario y atractivo que dejaron ir por nuestros padres, pero, ¿cómo debo sentirme ahora que mi madre me dice que mi verdadero padre es el chico atractivo al que rechazó y ahora debo irme con él?...bueno si soy su hija prácticamente no lo rechazó…¡no!, concéntrate —Dany lo siento, pero...debes ir con él hija

—no…no quiero—dije triste

—lo sé, nadie quiere que te vayas, pero si no lo haces él nos destruirá, solo será un año

—¿¡un año!?—miré a mi padre, bueno el que supue…no, es mi padre, él me crio, solo tenía lágrimas en los ojos, mis hermanos igual, tensé todos mis músculos esperando no llorar, debo ser fuerte, no tengo ni idea de lo que mi donante de esperma puede hacer, pero si perjudicará a mi familia, no quiero que lo haga, pero tampoco quiero irme

—mamá…ni siquiera lo conozco— susurré

—lo sé

—¿cuál fue su amenaza?

—destruir el emprendimiento de tu padre, dejarnos sin nada…

—¿y cómo podría él hacer eso?

—él es un hombre poderoso e influyente Dany— lo que faltaba, ahora por ley debo ir con él, que se joda, juro que cuando lo vea, le golpearé la cara hasta cansarme

—¿a qué lugar iré?— mi voz se quebró, mi madre lloró

—a Loudoun en Virginia

Mi boca se abrió, es él condado más rico del país, ¿Qué voy a ir yo, Danielle O´conell, un ser delgado, torpe y medio pendejo a un lugar cómo ese?, a enfrentar mi estúpido destino la verdad.

—¿cuándo?

—mañana

—bien— me dirigí a mi habitación y deje salir todo lo que tenía, grito con mi rostro contra a la almohada por un buen rato, luego lloré hasta que mis parpados pesaron y los cerré.

No cené ayer en la noche, tenía un aspecto horrible, no quería que mis hermanos me miraran así, ahora estaba devastada, que horrible sentimiento, me senté vagamente en mi cama y observé todo detenidamente, mis paredes color rosa, a pesar de no gustarme el color, nunca lo cambié a mi padre le gustaba así, mi padre, el siempre ha estado para mí, aun sabiendo que no soy su hija me ha tratado como tal, hasta me dio preferencia mí, una tarde cuando almorzábamos, Carl le dijo a papá que me habían hecho una sanción en el colegio, lo que en realidad si pasó, estaba con Ashley y por “accidente” hicimos un pigmentante que por “accidente” se derramó sobre la maestra, no me culpo el rojo putina le sentaba excelente con su cabello, pero papá no le creyó, siempre confío en mí, siempre fui su bebé, y mis amigos, las bromas pesadas con Ashley, los regaños de Ronie, y los chistes estúpidos de Dany, nos confundían por nuestros nombres, dejaré todo esto por un hombre al que ni siquiera conozco, tremenda mierda, la puerta de mi habitación se abrió y mi padre se sentó en mi cama

—te ayudaré a empacar— palabras forzadas al igual que la sonrisa que no alcanzó sus ojos

—te extrañaré mucho papá— me lance a abrazarlo y el correspondió igual, lloré en su hombro por un par de minutos

—no tienes idea de cuánto te extraño ahora que no te has ido—besó mi frente y se pudo de pie, empacamos en pijama, el cuarto quedó solo con las colchas de la cama y los estantes con un par de libros que decidí que era mejor dejarlos, obviamente lleve a piggy mi cerdo de peluche, papá lo ganó para mí en una feria, he dormido con el desde entonces, mire por la ventana un auto negro platinado, muy lujoso, estaciono frente a la casa, un hombre de traje y bien peinado bajo de él y se acercó a la puerta

 »bien, mi momento ha llegado, vamos pedazo de basura puedes hacerlo« intenté darme ánimos, mi madre llamo desde la sala de estar, donde ya estaban mis maletas, bajé lo más lento que pude, mirando las fotos colgadas en la pared, extrañaré tanto este lugar »oh vamos Dany, solo es un año«, me dije y era cierto en un año regresaría, no sería igual, pero volvería con mi familia, entre en la sala de estar y lo vi, era un hombre alto, musculado, usaba un traje negro, »hombre de negocios«, su cabello era negro puro, no pude ver sus ojos, usaba gafas oscuras,

—es muy parecida a ti— le dijo a mi madre

—lo és— sonrío orgullosa a pesar del llanto

—soy Alex Mcguaire, tu padre— dijo, su voz era gruesa y rasposa, intenté sonreír, no pude

—bien, soy Danielle O´conell— me presenté, él solo frunció el ceño ante mi apellido, mi padre entró y me miro triste

—ya debemos irnos

Asentí y me dirjí hacia la puerta

—¡Dany, espera, no te vayas, no se la lleven! —Carla bajó corriendo y me abrazó extrañaría mucho a este par, mis hermanos

—¡eres un hombre malo, déjala aquí!— Carl habló también corriendo abrazándome, son mellizos, me arrodillé en el piso y los miré, batalle por no llorar pero fue imposible

—hey, no me voy para siempre, solo tomaré un viaje

—¡nos olvidarás, tendrás nuevos hermanos y ya no nos vas a querer!

—no sean tontos, yo nunca los dejaré de querer ustedes son mi par perfecto, volveré y jugaremos como lo hacíamos antes, no olviden nunca que nadie puede decirles cosas feas o lastimarlos, cuídense mucho enanos— le di un beso en la frente a cada uno y me puse en pie, mi madre me abrazó fuerte y yo a ella, solo me abrazó más no dijo nada y luego se perdió en la cocina, me acerqué a mi padre, lo abracé tan fuerte como pude

—nunca dejes de verme como tu hija— sollocé

—eres mi hija, nunca dejes de verme como tu padre

—eres mi padre— lo abrace aún más, el señor presente en mi sala de estar se aclaró la garganta, lo miré con odio y salí sin mirar atrás, subí al auto, y observé como me alejaba de mi hogar.



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En el texto hay: cambios, amor de hermanos, poder

Editado: 13.02.2021

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