Queen of mean

2.Jake

Luego de pasear durante media hora, decidí que era hora de volver a casa.

Mi hermosa y perfecta casa. Puse la llave y la giré para poder entrar. Mi hermosa, perfecta y desordenada casa.

Tan desordenada como mi cabeza luego del ultimátum que me había puesto mi padre.

El tiempo corría y yo seguía más sola que mi solterona tía Alice, pero me movería rápido para poder cambiar eso.

Tenía en mente un plan que podía funcionar o no. Pero para llevarlo a cabo debía unir fuerzas contra el enemigo, mi némesis, mi insoportable vecino Jake Strauss.

Un guitarrista y el líder de una banda underground , que por lo que sé la formó junto a sus amigos de toda la vida. Y por más que me pesara , no sonaban nada mal. Y disfrutaría escucharlos, si sus ensayos no fuesen a las 12 de la noche cuando mi cabeza solo quería descansar.

Descansar de que? Se preguntarán . Bien a pesar de tener toda mi vida casi hecha, aún tenía que ganármela trabajando como sub gerente en la empresa.

No era un mal trabajo , pero llevaba horas de esfuerzo y Summer Dickinson no estaba hecho para eso.

Abrí la nevera para buscar algo que comer y solo encontré un pedazo de pizza que fue a parar al microondas.

Mientras mi comida se calentaba , buscaba en mi mente la manera de encontrar a alguien que se fijara en mí y quisiera quedarse. Como si eso fuese a pasar.

Mis relaciones no se destacaban precisamente por ser duraderas, y mucho menos por ser ideales.

No iba en citas, es por eso que tenían que buscar otra manera de encontrar chicos para estar con ellos. Conocería  nuevas personas, pero bajo mis reglas y mis métodos.

Serían como entrevistas, evaluaría todos sus pros y sus contras, pensé mientras le daba un mordisco a mi comida. Si sentía que la cosa iba por el lado correcto, me quedaría con él. Si no.Pasaría al siguiente.Sin involucrarme, sin cursilerías , sin nada de esa basura.

Ahora solo necesitaba conseguir quien estuviese dispuesto a llevar a cabo eso. Y esperaba que Jake se animara.

Saqué de mi congelador, dos cervezas y me arreglé la ropa antes de salir al pasillo. Strauss vivía frente a mí y sabía que tenía su fama de donjuán, porque cada mañana veía como salían chicas de su departamento.

Qué podría salir mal si recurría a su ayuda? Después de todo era un experto en la materia.

Golpeé a su puerta que se abrió casi de inmediato, dándome una visión casi perfecta de él. Era increíble lo bien que le quedaban aquellos boxers negros.

-Vengo en un mal momento?-pregunté asomando la cabeza en busca de compañía.

-No -me miró confundido al verme ahí-Pero no entiendo que haces aquí.

-Necesito tu ayuda.

Le expliqué mi situación, donde estaba parada y cuanto necesitaba de su ayuda.

-Estás loca.

-Te pagaré.

-No todos tenemos un precio, sabes?

-Te pagaré y te daré el contacto de una discográfica.

-Cuánto?

Mi cara se iluminó al ver que poco a poco cambiaba de parecer.

-20.000 libras al mes y te daré la tarjeta de “Ocean Records”-estiré mi mano para poder sellar el trato.-Tenemos un trato?

-Lo tenemos-dijo antes de quitarme la cerveza y desaparecer de nuevo dejándome feliz y sola en el pasillo.

Esto me olía a otra victoria para mí.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 




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