45 días después del desastre.
Habían pasado desde aquel fátidico día en que me dejé ver a mi misma como una ilusa y una cualquiera, 15 días.
15 días en los que me la pasaba encerrada en la oficina y de la oficina pasaba directamente a mi departamento sin escalas.
Intentando a toda costa evitar cruzarme con Jake en los pasillos, en el lobby o en cualquier otro lado.
Lo último que quería era que me recordara mi bochornoso comportamiento de aquella noche.
Estaba en apuros y no solo por eso, sino porque la mitad de mi tiempo para llegar a mi cometido y el reloj no paraba para mí, ni para nadie.
Tenía que ponerme en acción y lo haría con o sin la ayuda de Jake.
Una calurosa mañana de agosto decidí que era momento de salir del caparazón , de mi escondite y fui por una caminata.
Tal vez era lo que necesitaba para poder despejar un poco mi cabeza y poner las ideas en orden.
Esto era lo que amaba de esta ciudad. A la vuelta de cada esquina era casi seguro que fuese posible encontrarse con un café.Asi que ahí fue donde me dirigí.
Tomé mi libro favorito, mis gafas de sol y salí dispuesta a enfrentrar un nuevo día. No sin antes mirar por la mirilla para evitar encontrarme con Jake.
La única mesa disponible era una que estaba sobre la vereda y ofrecía una vista de la calle atestada de autos que iban a toda velocidad. Consecuencias de haber salido en plena hora pico.
Me dirigí a la caja para ordenar un latte cargado. Era lo único que me haría sentir un poco mejor.
Cuando giré sobre mis talones para volver al lugar donde había dejado mis cosas, alguien tropezó conmigo y tiró su café sobre mi camisa blanca.
-Lo siento…lo siento tanto-intentó excusarse conmigo al ver la cara de pocos amigos con la que lo miré.
Observé detenidamente a aquel extraño que había arruinado una de mis cosas favoritas en todo el mundo.Era alto, como increíblemente alto, tenía el pelo corto y desaliñado y unos increíbles ojos verdes.Llenos de vida y algo más. En cierta forma me recordaba un poco a Peter.
-Haré lo que sea para recompensarte, lo juro.-sacó su billetera asumo para intentar comprarme un café o para darme el dinero para una nueva camisa.
-Guarda eso-dije-Tengo varias ideas de como podrías arreglar este desastre.Pero empecemos por una charla con una buena taza de café.
-Me parece bien. Dean-estiró su mano para presentarse.
-Summer-tomé su mano y la sacudí-Un placer.
Había encontrado a mi nueva víctima y no había necesitado de la ayuda del estúpido de Jake para hacerlo.