Queen of mean

28.Summer

La noticia de que Jake estuviera comprometido me cayó como un baldazo de agua fría. No esperaba que se olvidara de mí de una manera tan...espontánea, rápida, fugaz.

Tal vez eso fue lo que yo fui para él. Algo rápido, espontáneo , fugaz. Lo malo es que para mí el significó algo más que eso.

No soñaba con casarme con él en una playa con el atardecer de fondo, pero buscaba un final distinto para esta historia. Pasó a ser una historia que podía ser protagonizada por Julia Roberts a ser una que podía haber sido escrita por Stephen King.

Strauss no sabía con quien se había metido. La dignidad de Summer Dickinson es lo único con lo que no dejo que jueguen. Y el jugó con eso y con mi corazón.

-Señorita Dickinson, tiene una videoconferencia con Manhattan en 20 minutos-anunció Stella por el intercomunicador.

-Gracias Stella-respondí antes de pararme de la silla y dirigirme al baño para adecentarme un poco.

Revisé mi peinado, mi maquillaje y acomodé mi ropa. Agradecía haber elegido este traje hoy. Me daba un aspecto profesional, sexy y adulto.

Si las personas que alguna vez me conocieron me vieran así, no me reconocerían.

Era increíble que hubiese sido capaz a renunciar a mi vida antigua para estar aquí. No fue fácil dejar atrás las fiestas hasta el amanecer, las bebidas gratis y las relaciones de una noche,sin ningún tipo de compromiso.

Aún no podía creer que mi padre hubiese dejado estar el asunto de que era necesario tener una pareja para ser considerada una persona responsable y capaz.

Pude convencerlo cuando le dije que mi único compromiso sería con esta empresa y le aseguré que lo haría sentir orgulloso.Y por el momento lo había hecho.

Nuestras acciones habían subido un 13% en el poco tiempo que estaba aquí, lo que significaba que si las cosas seguían avanzando de esta manera era muy probable que mis vacaciones a París, se transformarían en unas vacaciones a Grecia.

Un molestó sonido provino de la computadora anunciando que la videoconferencia estaba comenzando ahora.

Y esta es la peor parte del trabajo, si había algo que detestaba con el alma era hacer esto. Podía contestar miles de llamadas, hablar en reuniones ante 20 personas si era necesario, pero simplemente no podía dar una buena videoconferencia sin tartamudear o sentirme incómoda.

Luego de 30 minutos de charlas sobre nuevos diseños, materiales y próximas campañas que sacaríamos a las calles dentro de poco, una sola palabra fue la que quedó resonando en mi cabeza.

París.

París igual a Jake.

Jake igual a venganza.

Era tan simple como eso. Iría yo misma a buscar los nuevos diseños de las joyas para “Dickinson and Daughter”, pero también buscaría a algo o alguien más. A mi némesis.

Apreté el botón del intercomunicador .

-Stella resérvame un vuelo a Paris y que salga con carácter urgente, por favor.

Miré mi reflejo en la negra pantalla de mi monitor. Y una sonrisa se había dibujado en mi rostro.

Iría por él y al fin conocería con quien se había metido.




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