Mi vuelo aterrizó en la romántica ciudad parisina un lunes por la mañana y para el medio día ya estaba instalada en uno de los hoteles más exclusivos que habían ahí.
Para algo era la cabeza de una buena multinacional que ganaba millones al mes. Si no podía darme este gusto ahora no sabía cuando lo haría.
Al llegar a mi habitación, una cesta con macarons y frutas frescas me esperaba en la puerta junto al mejor champagne que podían ofrecer. Era claramente el mejor recibimiento que me podrían haber dado.
Salté directo a la cama mientras disfrutaba aquellos coloridos bocadillos y dejaba que las burbujas se desplazaran por mi garganta hasta llegar a mi estómago.
Agradecía que el champagne no hiciera grandes estragos en mi sistema porque necesitaba estar despierta y lúcida para poder llevar a cabo mi misión.
Encendí la televisión para despejar un poco mi mente de maquiavélicos planes. Una buena dosis de películas me harían bien.
Por suerte y gracias a la guía de televisión que estaba en la mesa de noche, descubrí que estaban dando mi favorita. “Desayuno en Tiffany’s”. Holly era simplemente la mujer que alguna vez quise ser.Era elegante,sofisticada,graciosa y hermosa. Al igual que Audrey Hepburn. Podría decirse que era algo así como mi modelo a seguir;junto a Blair Waldorf.La perra más perra de todas. Blair era mi spirit animal desde que tenía aproximadamente 16 años.
Y ahora dejaría que su influencia cayera sobre mí.
Mi celular sonó dentro de mi bolso y corrí para atenderlo.
-Diga?-pregunté al escuchar que la persona del otro lado tenía un acento extraño.
-Buen día señorita Dickinson,soy la investigadora que contrató para conseguir información sobre el señor Strauss.
-Que obtuvo?
-Le estoy enviando todo lo que conseguí a su teléfono.En este momento-agregó en el momento en que una notificación de un nuevo mensaje llegaba.
-Bien, muchas gracias.Esta tarde tendrá depositado su pago.
-Gracias por confiar en mí.
Colgué la llamada, satisfecha de lo que había conseguido.
Habían datos sobre su trabajo, su prometida,su dirección y los lugares que frecuentaba.
Al parecer todos los lunes daba pequeños conciertos en un bar que convenientemente estaba a la vuelta de hotel. Y convenientemente hoy era lunes.
Parecía que tenía una cita esta noche.