Querer decir "Te amo" (gay)

CAPÍTULO 19

Valentín empujaba sin fuerza a Ezrael mientras reía a carcajadas. Lo sacaba de su casa como una pequeña broma para aprovecharse de su preocupación. 

 

—Hueles feo, ve a bañarte y vuelves —sonrió. 

—Quiero… hablar… contigo —dijo cansado de correr—. Dejame entrar. 

—¡Hueles feo!

—Entonces… déjame bañarme aquí… mi mamá me va a matar si me ve así. 

—¡No, no, no, no! —siguió riendo— ¡Fuera! ¡Fuera!

—¡Te lo pido! ¡Te debo algo si me dejas! 

—¿Cualquier cosa? 

—No me vas a meter nada. 

 

Ver que su gesto preocupado se convertía en una cara gruñona le decía que lo había molestado lo suficiente. Lo dejó pasar.

 

—Eres un aburrido, ¿lo sabías?

—Y tú… eres molesto. 

—Ve al baño, te paso algo de mi ropa. Ya no hay ropa tuya aquí. 

—Gracias. 

—De nada, sucio.

 

Ezrael entró al baño algo arrepentido de lo que había hecho todo el día. Valentín fue a por algo de su ropa. Pensó en hacer que utilizara por mucho tiempo su sudadera antes de quitársela para usar su olor una vez más para masturbarse. 

Cuando entró al baño a dejarle una toalla, por las puertas de plástico, logró ver su silueta algo borrosa. Estaba lavando su cabello, tenía cerrados los ojos y aunque notaba su presencia, no dijo nada, le gustaba sentir sus ojos recorriendo todo. Se sintió sexy y por primera vez en su vida, feliz con su cuerpo. 

Valentín, por otro lado, se preguntó si todos los cuerpos masculinos eran tan hermosos como el de él. En especial podía ver su miembro colgando lo cual lo hacía estremecer. Quería entrar para besarlo, sin embargo, se detuvo. No sabía muy bien el porqué, pero prefirió dejarlo tranquilo. Le sonrió pensando en cuánto lo quería. 

Cuando Ezrael salió, estaba más tranquilo. Se sentó con la ropa que le habían prestado en el sillón. Le quedaba apretada, pero se veía bien. Valentín le pasó una taza de café junto con un sandwich que preparó mientras se vestía. 

 

—No comiste hoy, ¿verdad? —preguntó con una risa.

—No he comido nada, gracias por esto. 

—Tranquilo. No es como si me molestara. También traje tu maleta y tus libros. 

 

Ezrael dio una leve sonrisa sin mostrar sus dientes. Valentín sintió que había sido una ilusión por lo cual se inclinó un poco hacía él. Quería ver si volvía a ocurrir, sin embargo, no pasó. 

Ezrael había dejado salir eso por aquella mirada que le había dado en el baño. Sintió gustarle, parecerle atractivo. Pensó que quería seguir dando esos pequeños avances para amarse a sí mismo y sabía que Valentín estaría allí para él como en todos los momentos de su vida para apoyarlo. 

 

—En verdad eres el mejor.

—Lo sé, lo sé.

 

Dando una risa coqueta, se sentó a su lado y acomodó su cabeza en su hombro. Subió una de sus piernas encima de las de Ezrael para molestarlo. 

 

—Oye, Ezra… 

—Dime.

—Voy a salir el sábado con Deya.

—Que bien.

 

Aunque se sintió extraño, sabía que todo concluiría en sexo. Si eso ocurría, era probable que su relación terminara más rápido. 

 

—Oye, Ezra —repitió. 

—Dime.

—Tú y yo no somos nada ¿Verdad?

 

Aquella pregunta lo tomó desprevenido, sin embargo supo cómo responder para no arruinarlo.

 

—¿Ah? Somos amigos. 

—¿Lo somos?

 

Valentín sonreía buscando una respuesta afirmativa. Sabía que era mucho pedir que le dijera que eran algo más que amigos.

 

—Claro que lo somos. ¿Por qué preguntas? 

—Por qué me abandonaste hoy, idiota. Todo por ir a tener sexo con Amelia. Eso no es de amigos —se burló. 

—Lamento eso.

—Me debes algo. Con esta ya son dos. 

—Lo sé. Llevo la cuenta —limpió su boca—. Gracias por la comida y por salvarme. 

—Siempre que quieras, mi hogar es tu hogar —hubo silencio.

—¿Qué te pasa? —se dio cuenta— ¿Pasó algo mientras no estaba?

—... Hablé con mis padres acerca de la universidad. Estoy confundido. No sé qué hacer. 

 

Ninguno supo muy bien cómo reaccionar. Se preocuparon por no estar seguros de lo que el otro pensaba. Ezrael tomó las riendas. Quería salvarlo de sus propios pensamientos así como Valentín solía hacerlo con él.

 

—Oye, Val. 

—Dime. 

—... ¿Quieres ir a la misma universidad? —se sonrojó al preguntarlo— Yo estaba pensando en dar pruebas a varias universidades. Si las damos juntos, tenemos gran probabilidad de entrar a la misma. 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.