Ángel, verte así ha sido traumático. Quise ayudarte, calmar tu dolor, aquella noche, nos desvelamos al verte, porque queríamos que sanaras y volviéramos a aquella vida, que siempre llevamos, donde existía y reinaba la calma, la tranquilidad y la paz. Pero, no pensábamos que podías llegar a empeorar, duraste exactamente catorce años, llevando esa enfermedad tan dura, que cuando nos dieron la noticia de que empeoraste, quisimos ayudarte a sanar, volver a empezar.
Es por eso, decidí rendirte honor a ti, en todo lo que hago, desde este día. Miro tus ojos y encuentro la sabiduría, la humildad y la paciencia en persona.