Querida mejor amiga:
Definitivamente, Jack es lo que siempre quise. Después de que descubriera que Jack no dejaba de mirarme y Meghan me animara a ir con él, fui hasta donde él estaba.
—¿Soy yo o estabas hablando con Adam? —preguntó Jack mientras recargaba su brazo en la barra de almuerzos. Tenía en su rostro una leve sonrisa.
—Estaba hablando con Adam. —le confirmé.
—¿Y qué te dijo?
—Que le dices lo que dicen mis cartas —hablé fingiendo estar sorprendida.
—Eso no es cierto —dijo entre risas y yo lo miré seriamente—. De acuerdo, tal vez lo hago.—dijo sin dejar de sonreír.
Permanecimos en silencio por unos segundos.
—Adam parece ser amigable. —comenté.
Jack sólo frunció el ceño y me miró fijamente a los ojos.
—¿Qué? —pregunté.
—Perfecto. —dijo mientras tomaba su malteada de la barra y se iba dejándome hablando sola. Mientras se alejaba, intenté detenerlo.
—¡Por Dios Jack! No me digas que estás...—me interrumpió. Se dio la vuelta y me miró.
—NO.
—¡Si lo estás! Lo veo en tus ojos, Jack—sonreí y alcé un poco la voz—¡Jack Williams está celoso!
Jack se acercó a mí y me calló de la mejor manera. Me besó. Cuando nos separamos me miró a los ojos.