¡querido Crush! [terminada]✓

Especial parte 3 – Lucas

¡Gracias ya son 1k de vistas!❤️
 

Lucas.


Ahí está ella. En la barra del café comprando algo. Rosalie, ella que me escribía notas anónimas diciéndome cosas cursis y coquetas, ahora no me mira a la cara por más de 1 minuto. 

Esta súper hermosa, tiene un suéter de lana negro manga larga con un jeans largo y unas vanz en negras también, para mí se ve jodidamente sexy, y que Dios purifique mis pensamientos pero tiene tremendo trasero grande redondo, firme y apetecible. 

Salgo de mis impuros pensamientos cuando la veo regresar distraída leyendo la factura de su compra. 

—Esto aquí es súper barato -comenta ella- me compré un Capuchino y me salió por menos de 10 dólares. 

Si eso para ella es barato… 

—Si… yo hace rato pedí un café. —digo y se me fueron 3 dólares, pienso. 

Observando lo nerviosa que está por mirarla, decido hablar sobre lo del trabajo escolar. 

—Entonces… ¿Qué idea se te ocurre para empezar? 

Ahí con esa pregunta veo que se relaja un poco. Solo un poco. 

—Estaba pensando en que podíamos hacer una mezcla de dos elementos de la tabla periódica, no se quizá... -Abre su maleta y saca una plantilla con los elementos periódicos. 


Y así nos pasamos toda la tarde, debatiendo y poniéndonos de acuerdo que día realizar el experimento, que vamos hacer en fin.  Ahora que lo recuerdo mi mamá me dijo que comprara Comida porque en casa no hay, debería de pasar al supermercado cuando vaya de regreso a casa. 

—Rosalie 

Veo como se tensa de sobremanera. 


—¿Quieres salir conmigo, nose a caminar? Después que terminamos la tarea Claro, y si no est…. 

Ella es interrumpe diciendo— Está bien, no voy a estar ocupada a si que vamos. 

Dice tímida, Quien lo diría la gran Rosalie Clifford hija del magnate Ramsés Clifford, Nerviosa y tímida por mi. Se me es inevitable no sonreír con la situación. 

—¿Te gustaría que nos quedáramos aquí o salimos a caminar? —pregunto recogiendo mis cosas. 

—Caminar si tú estás de acuerdo 

—Si, claro. vamos Rosalie, ¿A dónde quieres caminar? Podemos caminar hasta la parada de autobuses que está bastante lejos 

Antes de salir me despido de la señora Betta, que me atendió muy bien. No tengo quejas. 

Salimos a la calle y el frío me golpea de frente estremeciéndome. La calle está bastante vacía ahora entiendo porque Rosalie escogió este lugar, no hay muchas personas aparte es bastante reservado. Varios minutos después caminando ambos sin haber dicho ninguna palabra decido romper el hielo 

—Entonces…. ¿Eres la chica anónima? -espero que diga que sí, porque entonces sería que vergüenza, pero me llevo la sorpresa de… 

—Si—responde Rosalie—Soy yo… ¿Te molesta? 

Dice con la mirada en el suelo, y yo en cambio suelto una risita para aligerar el ambiente. 

—Claro que no, de hecho, me sorprende que seas tú la de las cartas anónimas -me peino el cabello con mi mano izquierda- tengo que confesarte que al principio pensé que era una broma de alguno de mis amigos, pero con el pasar de los días me di de cuenta que no… 

»» luego pensé que eras una niña recién ingresada, pero sin darte cuenta me dabas pistas, y lleg que me da vueltas en la mente es ¿Por qué yo?¿Porque no alguien de tu estatus social? 

Ella no dice nada en un minuto completo. 

—No sé, -empieza diciendo- un día te vi y me llamaste la atención. Luego te volvía a ver en todas partes y nose -se encoje de los hombros- me empezaste a gustar, al principio solo era porque a mis ojos eres guapo pero después no sé qué cambió, hasta que me di cuenta que eras mi crush. 

Detuve mis pasos para hablar con ella, y por la Diosa de las papayas si no lo hacía iba a tropezar con mis pies del mismo nerviosismo. 

—Ya un año después  —esperen dijo un ¿año después?, Agárrenme que me desmayo— pensé en hablarte pero como habían puesto las reglas estúpidas se me era imposible, hasta que bueno un día cualquiera decidí escribirte una nota y bueno ya sabes el resto. 

Estoy en shock, no sé cuántos minutos pasan pero, quito la distancia que hay entre nosotros, pongo mi mano derecha en su cintura y estampó mis labios con los de ella, siento que el mundo se detiene. No me importa quién nos vea, quién está y quién no, lo único que me interesa son los labios de Rosalie; suaves, con un leve sabor café. Chupo, mordisqueó hasta que su boca le da paso a mi lengua e inmediatamente la invade, disfruto de este beso, porque no sé cuándo vuelva a besarla de nuevo. Varios minutos después nos dejamos de besar jadeantes, no me di cuenta cuando mis manos viajaron hasta su trasero, me separo pero antes le soy un apretón a una de sus nalgas y le doy un casto beso. La escucho gemir bajito. 

¡Diablos, tengo una maldita erección! 

—Tu también me gustas, Rosalie bonita —Susurro en su oído con voz ronca y la siento estremecerse bajo mi tacto. 



 



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En el texto hay: romance, amor, amor adolescente

Editado: 27.03.2021

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