Querido imbécil

¿Qué le sucede?

Clara

 

Ya es de día, como es domingo pensaba ir a ver a mi mama. Cuando fui a buscar a mi abuelo me di cuenta de que ya se había ido, así que le dije a Melany que saldría por un momento. Ella le dijo a uno de los choferes de la casa que me llevaran, no lo creí necesario, pero ella me recalco que el abuelo había dicho que debía obedecerle.

-Enserio, puedo tomar el autobús – le dije tratando de convencerla

- Lo se mi reina, pero no quiero que te pase nada, ya me entere de lo que te sucedió en la madrugada de ayer, no quiero que vuelvan a meterse contigo – levanto su mano y tomo la mía, yo asentí para no alargar más la conversación – mira, te tengo un regalo – su rostro me regalo una sonrisa y me paso una bolsa de papel – quiero que lo uses mañana cuando vallas a la escuela – revise con una mano lo que había dentro y me encanto, eran una falda alta negra de cuadros ajustada, que me llegaba aproximadamente a la mitad del muslo, y un suéter de lana color crema, además de unas botas altas de tacón fino, estaba muy hermoso el aotfit.

-gracias, me encanta – lee regale un abrazo y ella imito mi acto. - Desde hoy seré tu asesora de belleza – me miro a los ojos un momento y luego continuo – ahora corre, recuerda que tienes que ir a visitar a tu mama – es cierto. Tengo que contarle lo feliz que estoy, no puedo esperar.

- tienes razón me voy – Sali disparada de la casa, un vehículo me estaba esperando fuera, así que me subí y me marché.

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Cuando abrí la puerta del hospital, corrí a darle un fuerte abrazo a mi mama, bueno, no tan fuerte porque tengo que tener cuidado con ella.

-mama, te tengo que contar algo – sonreía tanto que ya me dolían las comisuras de los labios – no se la razón que tuviste para marcharte de esa casa, ni que fue lo que te hizo el abuelo, pero se ha portado muy bien conmigo, tanto el, el tío Cristian y Melany han sido muy dulces conmigo, en especial Melany, es muy linda, creo que podemos llegar a ser buenas amigas. El único problema es que ya no estaré tan cerca de Carla. La verdad es que ya la extraño muchísimo, ni siquiera me pude despedir. Veré cuando puedo ir a su casa.

Me quede un largo rato al lado de mi mama. En poco tiempo ya estaba dormida. Desperté y me di cuenta de que ya eran las seis de la tarde. Llame a Melany para decirle que ya me iría a la casa y ella me pidió que esperara por el chofer, así que me quede un momento mas con mi mama.

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Llegue a la casa y ya estaba un tanto obscuros. Las luces del jardín brindaban una hermosa vista, me maravillé tanto que no les quitaba la vista de encima, caminaba con mis pies mientras que mi cabeza la tenía girando por todos lados, entonces sentí que choqué con algo, jajaja sí que me llevé un susto. Subí mi mirada para toparme con unos hermosos ojos miel, en el rostro de un chico que al parecer caminaba distraído con su celular y no me noto. Era alto, con pelo claro peinado hacia atrás. Demasiado hermoso como para que mis ojos tengan la oportunidad de verlo.

-perdón, ¿estas bien? – ay dios mío, ¿me esta hablando?, si me está blando, ¿Qué hago?, mi corazón se me va a salir, podría correr, pero parecería una rara, ok, cálmate, tranquila, tú puedes.

- Si, gracias ¿y tú? – no¡¡¡, ¿para qué le pregunte?, ahora tendré que seguir conversando. Por favor, que diga bien y se valla.

- también estoy bien – dijo con una sonrisa. Muy bien ahora que se valla por favor - tu eres la prima de Melany, ¿verdad?

- ¿perdón? – dije un tanto perdida, no podía pensar, mi corazón estaba muy acelerado, y no quería sonar nerviosa

- ¿Qué si eres la prima de Melany?, te pregunto porque ella me dijo que llego su prima a vivir con ella, pero que no se encontraba en la casa, además dijo que era muy linda, por eso supuse que eras tu – ok, ok, un momento, ¿me dijo que soy linda?, ¡me dijo que soy linda¡, ahora si me muero, una camilla por favor.

- si, soy su prima, aunque lo de linda creo que fue una exageración, ¿tu eres su amigo? – no se si soné nerviosa, creo que no, pero siento que me va a dar un ataque cardiaco.

-  se podría decir – asintió

- ok – trate de hablar como alguien poco interesada. - bueno, me tengo que ir – miro su reloj en señal de que ya es tarde – adiós – entonces se dio la vuelta y camino, pensé que ya se iría, pero luego se paro y se giró – por cierto, no creo que haberte llamado linda sea una exageración – y luego se subió en un vehículo que estaba esperando por él. Me quedé paralizada, sentí el calor quemar mi rostro, al verlo marcharse, entonces no pude evitar dar un salto de alegría, le parezco linda, le parezco linda.

Corrí hasta dentro de la casa con una estúpida gran sonrisa en el rostro. Subí las escaleras en brincos hasta llegar al cuarto de Melany. Iba a entrar sin permiso, pero recordé tocar antes.

-Adelante – dijo Melany desde dentro Abrí la perta con toda la emoción del mundo y entre

-Melany, no sabes, no sabes lo que vi – hablaba demasiada emocionada solo por que un chico lindo me hablo, F por mi falta de madurez.

- A ver, que viste que estas tan feliz – me dijo regalándome una de sus hermosas sonrisas

- Iba caminando por afuera de la casa y me dirigía a dentro – hice una pausa para calmarme y luego continúe – entonces choque con un chico, era hermosísimo, y yo también le parezco linda, ¿no es increíble?

- no, no es increíble, eres hermosa, no debería de sorprenderte que los demás también lo noten – acaricio mi cabello y yo le regale una sonrisa

- Dijo que es tu amigo, ¿lo conoces? – sus ojos se agrandaron en señal de sorpresa

- Un momento, ¿el chico del que hablas es Luke?, uno que acaba de irse – oh, no por favor, que no sea el que le gusta

- creo que sí, pero si te gusta entonces no hay problema, no lo volveré a ver – la escuche estallar en una carcajada




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