Y mientras el baile continuaba mi vista no se apartaba de la señorita Taylor durante todo su recorrido, su belleza resplandecía como una gema genuina frente a todos, aunque percibía que era el escándalo de la temporada por ser la gema que atrapó al barón Johnson. No obstante, además de la señorita Taylor esta noche, la presencia del marqués Wellesley me había dejado perpleja, era envidiable su forma de resultar atractivo y atento a las personas y lograr ser un duque recién levantado del luto para sacar adelante a su familia.
— duquesa Collins, finalmente tengo el honor de conocerla —
— duque Wellesley —lo vi volver a su postura natural y sonreír con gracia.
Era muy caballeroso y galán— es toda una maravilla esto que ha construido para nosotros esta noche —
Le quite importancia— por favor, duque Wellesley, dígame algo esta noche que ya no me haya dicho alguien más —ambos reímos por el momento y tomamos nuestras copas al unísono.
Era lo natural en una fiesta que elogiaran con constancia al anfitrión.
— ¿Cómo está su abuelo? Me han dicho que está atravesando una delicada situación —
Asentí ante su pregunta— en efecto, mi abuelo está teniendo problemas de salud y esperamos que pueda resolverse, pero todo tendrá su tiempo para ser realizado, por el momento solo esperamos que mejore su ánimo y que siga para otro día —aunque íntimamente no podía evitar sentirme culpable de hablarle a él sobre esto, sabiendo que su padre había muerto.
— la entiendo perfectamente, duquesa —
— por favor, señor Wellesley, insisto en que me llame Elizabeth —
— no sería propio, su excelencia —alertó con una sonrisa— todos nos ven, pero si me lo permite, la llamaré señorita Collins —
— me parece justo —añadí, pero tenía curiosidad por saber que habló con Emily o si aceptaría el hecho de que hablo con ella— pero además de una espléndida noche, no podemos dejar pasar por lo bajo a la boda de la temporada —
— ¿boda? ¿su tío ya le mencionó sobre el pretendiente que tiene para usted? —
¿Pretendiente? Fruncí mi ceño, desubicada— ¿disculpe? —
— el duque de Sussex me presentó a Lord Bennett, un amigo al que le encantaría conocerla —completo tomando su copa.
Era obvio que el tío Barnabás saldría con algún as bajo la manga para fastidiarme.
Por el momento no quería pensar en los miles de pretendientes que seguro se atrevería a traer para que todo esto acabará en un desastre, no quería pensar en ello, así que me centré en la señorita Taylor— ¿no ha visto a mi acompañante esta noche? es la señorita Taylor y estoy segura que deslumbra a cualquiera como gema entre miles de piedras sin brillo —
Lo vi removerse en su lugar, parecía verse agradable al escuchar el nombre de la señorita Taylor, tal vez ocultando ese sentimiento que estaba surgiendo en él o tal vez simplemente encontrando una bonita sensación al saber que la señorita Taylor había coincidido en este baile con él por puro paraje del destino.
— la he conocido, señorita Collins y debo admitir que es oro en medio de una mina llena de tierra, sin ánimos de ofender su presencia —
— no se preocupe, señor Wellesley, no siempre veremos a todos como diamante —
— la conocí apenas llegué y creo que es un lindo detalle que haga de ella parte de esto, aunque la sociedad común no está invitada a este tipo de eventos —terminó diciendo, eso me recordó al joven Granger, no pude evitar sentir que estaba fallando de algún modo, aún cuando todo parecía estar saliendo bien.
Era cierto que estos eventos solo lo hacían la alta sociedad porque eran quienes tenían el coste para esto, que no había una organización que lo hiciera para el pueblo, así como en Winchester que se animaban a realizarlo en otoño, gracias al duque Wellesley que en paz descanse, ahora le tocaba a su hijo seguir esa rutina junto al alcalde.
— ¿Usted cree que es propio de una dama como yo crear un baile que no sea para esa sociedad? —volvió su mirada a mi por un momento y frunció su ceño al parecer sin entender mis intenciones, pero me paré de frente a él y me arme de valor de preguntar lo que surgía en mi corazón— crear un evento para el pueblo —exprese— uno que no solo venga la alta sociedad, sino también todos en Edimburgo —
Se sorprendió y sacó una sonrisa de lado— sé que los Collins tienen grandes aspiraciones, pero nunca creí escuchar a uno decir algo así —admitió— pero lo creo posible, mi padre dejo que cada condado y municipio realizará su propio baile de otoño en la temporada correspondiente para el disfrute de todo el pueblo, no sé si haya sabido de ello, pero seguramente entenderá que no solamente nosotros somos humanos que nos encanta el baile, también el pueblo necesita desviar su atención de los problemas al año —
Me gustaba su panorama y como decía las cosas que seguramente yo jamás habría podido decir correctamente o abiertamente— creo que lo consultaré con mis allegados, de esa forma podré saber si es la decisión correcta, pero sé que tendré su apoyo, señor Wellesley —
Rió— aún no me acostumbró a eso, siempre el “señor Wellesley” era mi padre y yo era el joven Wellesley —
— Las eras cambian, duque, pero el recuerdo permanece —
— así es —y pude ver en su mirada la intención de un vacío emocional de un dolor oculto entre telas de falsas máscaras.
Editado: 14.10.2023