Queridos Demonios Internos,
¡Qué nombre te he puesto! Debo de admitir que mi imaginación es básicamente nula, así que me pareció el "nombre" perfecto para vos, ya que simplemente depresión o ansiedad le hace perder la "magia" a esto de las cartas.
Te preguntaras porque te escribo, ya que ni siquiera sos alguien real, solo sos algo que atormenta a un promedio de 350 millones de personas alrededor del mundo; de igual manera estas cartas son una de las únicas dos opciones que me quedan, para tratar de sobrellevar esta horrible realidad, a la que llamamos vida.
Atentamente, La Chica Infeliz.