Lunes 1 de mayo del 2019. A las 4:00 de la madrugada. Todavía no había salido el sol. Una joven de 25 años de cabello corto venia por la estación de metro, hacia donde estaba otro joven de 26 años.
—Perdona por el retraso, hemos tenido un atasco en la otra estación ¿Qué más habéis averiguado? —Preguntó sin detenerse ya que el joven se incorporo.
—Sabemos que no son pocos, hemos encontrado esto—Dijo parándose. Le entregó una tarjeta blanca con letras negras y un símbolo de un ojo morado.
—¿Son ellos?
—Creemos que si—Dijo siguiendo el camino. —Se hacen llamar Eyepow, ha habido videos de casos de gente que ha podido utilizar un poder sobrenatural.
—¿Y qué ha pasado con ellas? —Preguntó subiendo las escaleras hasta llegar a la superficie.
—No se les ha prestado mucha atención ya que fueron vistos en internet, pero pueden ser eyepow, en todo caso tenemos que estar alerta las 24h. Andrea—Dijo cogiéndola del brazo. —Ten cuidado.
—¿Con quién crees que estás hablando? No te preocupes Héctor, si todo esto es real, me encargare personalmente de que no les pase nada a la gente normal, y los dos sabemos la verdad—Dijo mientras cruzaban la carretera.
Ya eran las 12:57 del mediodía. Iris trabajaba de enfermera en el hospital central del pueblo, Maia trabajaba de maestra en una guardería y Kelly trabajaba en la agencia de investigación en el caso Eyepow.
—Que aburrimiento—Dijo Calo sentado en su silla.
—¿Vas a estar mucho tiempo ahí mirando nuestra casa?
—Es por si pasa algo.
—Ya te he dicho que Maia vuelve a la 13:00 del medio día, ¿te has pasado toda la mañana ahí sentado?
—Puede ser, nunca sabes que puede ocurrir, además, Maia es la única pista que tenemos hasta ahora.
—Oculta algo, de eso no hay duda, pero ¿que sea una Eyepow? No me hagas reír—se dijo interiormente.
—Mmm… mira, ya ha llegado—Dijo al verla entrar.
—Deja que me siente, no quiero que la veas tu solo.
Maia dejo su fino abrigo en la entrada como siempre, y se fue a la cocina, en la nevera había una nota de Iris.
—“Maia, tienes macarrones que sobraron, Kelly no volverá hasta esta noche y yo comeré con mis compañeros en el hospital así que también vendré por la noche”—Leyó. —Así que hoy estoy sola.
—Si sabe que estará sola, puede que utilice sus poderes.
—Por favor Maia, espero que no seas una de ellos—Pensó.
Andrea llegó a la sala donde estaban viendo como Maia comía los macarrones. —Señorita Andrea, que bien que haya podido venir.
—¿Es ella?
—¿Es que lo sabe todo el mundo?
—No, solo los que trabajamos en este caso. ¿Qué te parece Andrea? —le enseño el video.
—Una persona normal.
—Por supuesto que lo es.
—Yo no estoy tan seguro, oculta algo.
—Todo el mundo tiene secretos, ¿no me digas que tú no tienes? —Carlo no supo que decir.
—Bueno, ya que están las cámaras, aprovechadlas, pero no quiero que estéis siempre cerca de la pantalla y sobretodo tu Carlo.
—¿Por qué yo no?
—Porque eres un chico. Kelly estará en todo momento contigo.
—Tenía pensado hacerlo de todos modos. No quiero cargar con la culpa de que alguien la vea en otras condiciones.
—Hablando de ella ¿dónde está?
—Estará en su habitación. No tiene que volver hasta las 15:00—Carlo quiso adelantarse pulsando el botón de esa habitación. —¡Espera! —paró desconcertado. —¿Y si se está desnudando para cambiarse de ropa o quiere ducharse?
—Está bien, vedla tú primero. Yo no miro—Dijo girándose.
—No está, no la encuentro por ningún lado.
—Si no tiene que volver hasta las 15:00, ¿dónde está? —Preguntó Andrea.
Maia estaba en el portal, había salido un momento sin que se diesen cuenta. —Estoy aquí Sol, ¿dónde estás tú? —Preguntó por el móvil.
—Ahora voy, es que no puedo ir más deprisa.
—Me queda media hora para irme.
—Ya voy, ya voy—Poco después llegó corriendo. — ¡Ya estoy aquí!
—Me quedan 20 minutos, vamos tirando a la guardería, y me lo cuentas por el camino. Antes de que me lo preguntes, si, hoy tengo otro horario, hoy solo he tenido un cuarto de hora para comer, que triste.
Sol rio del comentario—Apropósito ¿Te has enterado? La hija del señor Ramises ha vuelto al pueblo.
—¿Quien?
—No me digas que no has oído hablar de ella—Maia sonrió nerviosa y Sol suspiró. —Se llama Andrea, es una de las mejores investigadoras del país, es internacionalmente famosa.
—¿La habrán llamado para el caso de los eyepow?
—Maia… ¿te sientes cómoda estando con una del departamento de este caso?
—¿Lo dices por Kelly? Ella no sabe que yo soy una de ellos.
—¿Y aun así vas a seguir en ese departamento? ¿No estarías más tranquila con nosotros? Tenemos un apartamento más grande que el vuestro, están Fred, Valeria, Víctor, Joyce y yo.
—Sé que tenéis miedo de que me pase algo, pero no me van a descubrir, nunca desconfiarían de mi.
—Se nos ha escapado— Dijo Carlo con los brazos cruzados.
—Se habrá ido cuando no mirábamos.
—Encontradla, es una orden, buscadla y no le quitéis la vista de encima— Dijo Andrea yéndose.
—Como si Maia fuera una fugitiva…
—Es una eyepow.