Ya eran las 17:34 de la tarde, todos los niños y las niñas se habían ido a sus casas con sus padres y abuelos, estaban a punto de cerrar cuando la directora la llamó.
—¿Quería alago? —Preguntó abriendo la puerta del despacho, una compañera también estaba citada ahí.
—Sí, pasa Maia—cerraron la puerta. —La semana que viene me voy a Dos Torres, a pasar una semana con mi hija y mis nietos, entre tú y Lidia os encargáis de la guardería, seréis la máxima autoridad, por eso quiero que estéis muy atentas y ya os diré que hacer como directoras por una semana.
—¿Nosotras? ¿Directoras? —Preguntó Lidia.
—Por una semana. Sois las mejores de este centro y por eso quiero confiaros mi guardería, claro que también, podéis hacer turnos en algunos días si alguna de las dos no puede venir. Pero cada día tiene que haber una de vosotras vigilando el centro y si se necesita ayuda, ejerceréis como apoyo. Como hago yo.
—Es un honor ayudar.
—¿Entonces puedo confiar en vosotras?
—Por supuesto—Dijeron las dos a la vez. Terminaron de hablar y salieron del centro muy alegres, parecía que todo se encaminaba hacia un futuro mejor. Maia caminaba alegremente.
—Buenas noticias supongo—Dijo Joyce apoyada con un pie en la pared de la entrada del portal.
—Pues sí, tengo buenas noticias para mí. ¿Y tú? ¿Cómo estáis todos?
—Estamos preocupados—Dijo acercándose a ella.
—¿Por Andrea?
—Por ti. Tu amiga está implicada, vives con ella y te arriesgas mucho a que te descubran.
—No sospechan de mí.
—Yo no estoy tan segura.
—¿Por qué lo dices?
—Porque se cómo son los humanos.
—Estas equivocada Joyce, ellas no saben nada—Dijo yendo hacia su apartamento con pasos ligeros. Llegó a la puerta de su casa. Piso 2, puerta 4.
—No estoy equivocada Maia, esa investigadora no va a descansar hasta que la misión que le han encomendado este hecha.
—¿Y que nos va a hacer? ¿Matarnos? —Preguntó entrando. La alerta de Carlo y Kelly se activó y vieron lo que pasaba en la entrada. —Escúchame bien Joyce, no tengo por qué esconderme, yo…
—Ssssh—La interrumpió. —Nos vigilan.
—¿Que dices?
—Ven conmigo—La agarró de la muñeca.
—¿Qué? Espera, para, Joyce—dijo siendo arrastrada por ella.
Kelly y Carlo lo veían todo. —Maia… —Pensó Kelly.
—Lo sabía, sabía que ocultaba algo— Dijo Carlo.
Maia y Joyce estaban fuera en el pasillo. —¿Qué haces?
—Tienes cámaras por toda la casa, escucha, se que crees que no lo saben, pero tienen sospechas de ti, yo sé reconocer cámaras y micros cuando los noto, tengo tecnopatía ¿te acuerdas? los puedo localizar, pero no utilices tus poderes en tu casa. ¿Me has oído? —Maia asintió sin decir nada. —Bien, avisare al resto, tu procura no hacer nada que levante sospechas.
—No me lo puedo creer… Kelly…
—¿Si? Puede venir, tenemos grabado una cosa que puede ser una prueba para comprobar que Maia Martínez es una eyepow.
—Eso no ha demostrado nada, solo que esa persona ha…
—¿Esa tal Joyce? —la interrumpió. —Ella se ha dado cuenta de algo, puede que también sea una eyepow y si se ha dado cuenta de las cámaras, eso significa que la advertido, así no utilizara sus poderes…
—Maia… ¿de verdad eres una eyepow?
—Como has podido desconfiar de mi Kelly…—Pensó en la entrada de su casa. —Aunque, pensándolo bien, no he sido honesta con ella ni con ninguno de mis amigos humanos, por miedo a que puedan hacerme algo. Esto se acabará pronto.