¿quién es él Culpable?

Capitulo 7

 

Capítulo 7



 

—¿Estás bien? — me preguntan una voz ya conocida — es muy tarde para que estés por aquí.

Volteo y una vez más me encuentro a Derek, el hermano de mi doctor, le sonrió, está haciendo amable.

—Sí, no se preocupe, ya me iba — le respondo. 

Me queda mirando con un poco de curiosidad, yo también lo observo, hay algo en el que me llama la atención, pero no encuentro un porqué.

—Bueno, puedo acompañarla para que tome su transporte, no es bueno que esté sola.  

Sin saber por qué acepto y camino a su lado de manera silenciosa hasta la parada del autobús, él solo se queda a mi lado mirando en frente sin decir nada, al igual lo hago yo, muchas cosas y nada pasa por mi mente.

Al irme le doy una última mirada y unas escuálidas gracias.



 

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Doy un giro brusco a mi Lamborghini, aceleró lo más que puedo y avanzó en las calles solitarias en la madrugada. Me encanta conducir, me libera y me da tranquilidad, hace que mi mente se despeje, llevó mi auto a su mayor capacidad,  olvidar es lo que todos queremos,  pero quiero recordar y recordarla,  sé que ella estuvo, pero no sé quién fue,  ni donde está,  pero se llevó algo mío con ella,  sé que tengo que encontrarla.

Mi alma pide eso y a la misma vez realmente no estoy seguro de ello, me gusta mi vida como está,  sin ataduras, sin complicaciones, una vida simple.

Cuando el reloj da las dos de la mañana vuelvo a dar un giro brusco,  ahora hacia mi casa,  asumiendo que me tocan un poco de mi  sección de gritos gratis diarios,  a cortesía de él, mi todo, mi única familia,  mi hermano.

Parqueo con mucho cuidado y como si fuera un León en acecho entró a mi propia casa,  me doy cuenta de que mi hermano si esta porque alcanzó a ver la luz de su habitación encendida,  sin embargo, una voz adicional llama mi atención,  vaya tiene compañía, severa novedad. 

Me acercó la puerta la que está medio abierta y veo unos dedicados brazos envueltos alrededor de mi hermano.

—tranquila — se escucha.

Sinceramente, prefiero dejar a mi hermano con sus asuntos,  me causa curiosidad, no lo niego,  pero sé que en el momento indicado él me lo dirá.

Tranquilo por evitar los gritos de mi hermano, ya que tiene otras ocupaciones, me dirijo a mi habitación. 

Media hora después caigo en un profundo sueño,  y un cuerpo vuelve a aparecer en ellos. 

Al sentir fuertes pasos en el pasillo abro mis ojos, caramba sí que ha sido una noche larga, dejando a un lado mis pensamientos, me percaté de que algo está sucediendo, y pongo toda mi atención en eso.

—No te vayas — escucho la voz de mi hermano.

Pero solo esas palabras alcanzó a escuchar lo demás es ruido, movimiento, lentamente me pongo de pie y camino hacia mi puerta, tratando de abrirla de la manera más silenciosa que se pueda. Como James Bond salgo al pasillo y me escondo tras una viga y casualmente lo hago cerca de la habitación de mi hermano.

Veo cómo su cuerpo se mueve de un lado a otro, se ve algo agitado, pero de repente veo una mano aparecer, veo cómo él la abraza y caen al suelo, dando vueltas por el pasillo.

—Vaya que está interesante la  situación — es lo primero que se me pasa por la mente.

Trato de acercarme para ver quién es, pero se me es imposible con tanto movimiento.  Al cabo de unos segundos del forcejeo escucho la voz de ella.

—Eres lo más imbécil que he podido conocer — su voz suena como una niña con miedo pero tratando de ser fuerte.

De repente ya no puedo ver nada. Escucho una puerta y bajo corriendo viendo a mi hermano sentado en el suelo con una sonrisa pícara.

—Vaya, vaya, esto sí que ha sido interesante —Él se exalta y voltea a verme

—¿Qué haces aquí?

—Pues acá vivo.

—Oh, ahora si quieres estar aquí.

—¿Qué te pasa?, si siempre te quejas de que nunca estoy — le sonrió — te la pasas jalándome las bolas porque este más tiempo en estas cuatro paredes que la vida no es solo la clínica y las fiestas y ahora te quejas — resoplo — algo debe de estar pasando contigo, a ver cuéntame ¿quién es ella?

—Alguien que por ahora no necesitas saber quién es  — responde dejando la conversación así.

 

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Mi madre y mi hermano no han dejado de reprocharme y hacerme reclamos porque Lilian tiene varias horas que no aparece. Ella prácticamente vive aquí. A mí me preocupa tanto y mucho más que a ellos todo lo que a ella le pueda pasar. La conozco tanto que sé que necesita tiempo y espacio, hay cosas que ella sola tiene que vivir, yo siempre voy a estar para ella.

—¿Dónde está? — pregunta mi madre otra vez. Lleva minutos enteros caminando en círculos.

—No sé – le digo nuevamente — ayer cuando estábamos en la sección de fotos salió aturdida.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 14.11.2022

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