La casa de Yoongi siempre había sido la más apartada, por eso pocas veces se reunían donde el pelimenta vivía. Además de no ser del agrado de los padres de su amigo, evitaban situaciones incomodas y malos comentarios por parte de la pareja. No habían querido mencionarle a Hoseok que se dirigían a casa de su amigo, no querían insistir en que les comentara lo que había sucedido, aunque ya podían imaginarse que pudo haber ocurrido.
Solo eran Namjoon y Jungkook, el castaño tuvo que irse a casa, debido al llamado de sus padres, pidiéndole que fuera a casa urgentemente.
El recorrido fue silencioso, el ahora rubio no pronunciaba palabra alguna y fuera de ser incomodo, se sentía cómodo. La casa era de color beige, una casa de dos pisos, totalmente hermosa. Se impresionaban cada vez que iban a casa de Yoongi, la envidia podía sentirse, aunque cabía recalcar que era envidia de la buena.
- Siempre me quedo sorprendido con esta casa —el mayor se acercó y toco la puerta— Espero que los ancianos Min no estén en casa.
Jungkook simplemente asintió y esperaron juntos a que alguien abriera la puerta. No esperaron demasiado, puesto que los gritos de una mujer se escucharon desde adentro.
- ¡Chicos! —Jia abrió la puerta con una sonrisa en su rostro— Tiempo sin verlos, sigan, sigan.
Jia era una chica hermosa, prácticamente era Yoongi en versión mujer, Jungkook pensaba que, si no fuera totalmente gay, hubiese caído por aquella chica, su cabello, al contrario de su hermano, era de color rubio, su tez de piel era blanca como el azúcar y era un poco más baja de estatura que Yoongi. Todos se llevaban bien con Jia, de no ser porque la rubia iba a otra universidad y vivía en otra casa, estarían todo el día juntos.
- Jia cuanto tiempo sin verte —Namjoon revolvió el cabello rubio de manera suave.
- ¿Quieres copiarme ahora? —dijo apuntando el cabello del morocho— ¡Y tú, Jeon Jungkook! ¿Desde cuando eres tan hot?
La risa inundo la casa y es que no había nadie tan divertido como lo era la hermano de Yoongi, no había ningún motivo para odiarla, era sin duda un chica muy dulce y fácil de tratar.
- Era hora de un cambio de look, convencí a Kook y ahora somos los más sexys de la universidad.
- Habla por ti, yo siempre fui sexy —Jungkook miro a su amigo con autosuficiencia.
- Ustedes no cambian —la rubia sonreía con felicidad.
- ¿Qué hacías? —pregunto apuntando las manos de la rubia, quien usaba guantes transparentes.
- Estaba haciéndole un cambio de look a Yoons —explico caminando hacia las escaleras— No juzguen su aspecto, lo está pasando realmente mal.
Siguieron a Jia en total silencio, sabían que su amigo la estaba pasando mal, porque no había podido comunicarse con el pelimenta. E incluso lo sabían por Hoseok, quien a veces se perdía en sus pensamientos y miraba su celular, como peleando internamente consigo mismo. Siguieron a Jia hasta el baño, la música se podía escuchar y cuando llegaron a la habitación, un chico con su cabello totalmente blanco les dio la bienvenida.
- ¡Pero ¡qué te han hecho! —Jungkook dijo horrorizado.
- No va a quedar así, Kook, no seas dramático —Jia entro a la habitación y empezó a mezclar tintes— No dudes de mi capacidad, soy una estilista de nivel alto.
- ¿Qué hacen aquí? —Yoongi desvió la mirada.
En ese momento Jungkook detalle a su amigo, lucia fatal, tenía los ojos rojos e hinchados y ni hablar de la pijamada que tenía puesta. Tenía rastros de lágrimas en su rostro y sonaba los mocos en pañuelos que ya empezaban a apilarse encima del tocador.
¿Cómo era posible que una ruptura te dejara en ese estado? Sin duda no quería imaginar lo que sentiría si Taehyung llegara a dejarlo, no volvería a salir de casa jamás.
- Iba preguntar como estabas, pero tu estado lo dice todo —Namjoon se paró detrás de Yoongi y puso una mano en su hombro— Ya verás como todo mejora Yoons, quedarás genial con tu cambio de look ¿Qué color le pondrás? —pregunto mirando a Jia.
- Pensaba en negro —las miradas de los visitantes fueron de seriedad total— No me juzguen ¿ok? Pensé que era buena idea, después de todo Yoongi ha tenido muchos tonos de cabello y es hora de darle un respiro, además si acabas de romper una relación es una buena idea, ha puesto a que Hoseok hará lo mismo.
La expresión de Yoongi entristeció, escuchar el nombre de su ex pareja, aflojaba las lágrimas y el nudo en su pecho crecía.
- ¿Qué sucedió? —se atrevió a preguntar Jungkook— Hobie hyung parece estar bien, pero sabemos que es muy bueno fingiendo, ver tu estado quiere decir que las cosas terminaron muy mal.
- Mis padres nuevamente metiéndose en mi relación —hablo como pudo, tratando de no soltar sollozos— Dijeron que pensara en mi futuro, dijeron cosas horribles de Hoseok y yo simplemente me quedo paralizado.
- ¿Piensas acaso en nosotros cuando sales tomado de la mano con ese chico? —su madre lo miraba furiosa— No me digas que piensas seguir con esta ridiculez, Yoongi por favor despierta.
- No creas que seguiremos apoyando esta absurda relación, deja las tonterías y céntrate en tu futuro, ya te permitimos disfrutar tu capricho, es hora de ponerle fin.