7:50 y aun no esta preparado. Se había pasado la tarde buscando que ponerse para su salida con Jungkook y hasta ahora no encontraba nada que le gustara. Podía utilizar la ropa que vistió cuando regreso a Corea, pero no contaba con que había olvidado planchar la ropa que lavo hace unos días. ¡Iba a arrancarse el cabello! Porque nisiquiera se había peinado y su cabello parecía como si hubiese sido electrocutado.
Estaba en la habitación sin saber que hacer, quizá podia pedirle ropa prestada a su hyung, algo que pudiera utilizar solo por una noche y urgentemente debia ir de compras al siguiente día.
Mensajeo a su amigo y corrió rápidamente a la habitación de este. No esperaría a que le dijera que si, igual tomaría algo y le pediría disculpas luego. Solo tomaría una camisa prestada y se las arreglaría con los pantalones y los zapatos ¡Sencillo! Algo perfecto que podia combinar con aquel cardigan cafe que estaba frente a sus ojos, eran unos pantalones del mismo color que tenia en su armario, seria más que suficiente con una camisa blanca y se veria lo suficientemente presentable. Rápidamente tomo la camisa de su hyung, se puso el cardigan y fue a pasos rapidos a su habitación, se puso el pantalon y al verse al espejo, se sentía bien, se veía lindo.
Escucho el sonido de la puerta y se le hizo raro porque si era su hyung, el tenía llaves, Jimin estuvo pensando que zapatos ponerse, pero luego la imagen de Jungkook y la hora vino a su cabeza y corrió fuera de la habitación.
¡Ya eran las 8!
- No me dijiste que Jungkook era tan ardiente ¿O sí? —Franchesca observaba a Jungkook con una sonrisa en su rostro.
- Frank —murmuro Jimin y su mirada viajo hacia un pelinegro sorprendido.
- Y al parecer se ha quedado mudo —comento con burla— ¿Saldrás y me dejarás aquí sola? —pregunto mirando al pelirosa.
- Perdona, ya tenia planes —Jimin respondio sintiéndose fuera de lugar— No llegaré tan tarde, así que no te preocupes. Hyung ya sabe que estas aquí, se amable —Jimin tomaba sus llaves y su teléfono mientras hablaba.
Llego frente a Jungkook, quien aun miraba a Franchesca con cierta sorpresa y sabia el motivo, ya que era demasiado obvio.
- ¿Puedes tomar una foto si prefieres? —Franchesca sonrio cruzándose de brazos.
- Jungkook, ¿Nos vamos? —el pelirosa se paro frente a Jungkook, con expresión incomoda.
- Si —respondio sin mirarlo.
- Te veo en un rato —Jimin miro a su amiga, quien miraba con diversión a Jungkook.
- Bien, diviértete y luego me cuentas los detalles.
Cerro la puerta detrás suyo y se quedo de pie frente a la puerta tratando de calmar sus nervios ¿Habia estado mal no presentar a su amiga? Y es que se sentía un poco incomodo con el cambio de look de Franchesca, sentía que habia sido intencional y su amiga nunca habia sido así. Jimin le había contado lo de Taehyung y su distintivo color de cabello, aquel que tenia antes de fallecer, negó queriéndole restar importancia, quizá eran ideas suyas.
Se giro hacia Jungkook, quien tenia la mirada fija en la puerta y no pudo evitar sentirse ignorado.
- ¿Estas bien? —pregunto bajando la mirada.
- Si… Solo me ha sorpredido —el pelinegro explico cerrando los ojos y soltando un suspiro— ¿Es tu amiga?
- Lo siento por no haberlos presentado —murmuro.
- No pasa nada ¿Nos vamos? Nos esperan —hablo extendiendo su mano al más bajo.
- Bien.
El recorrido en la moto fue silencioso. Jimin se había perdido en sus pensamientos, no podia sacar de su cabeza, la mirada que Jungkook hacia su amiga, ¿Era posible sentir celos de una simple mirada? Aun no eran novios, apenas si habían confesado sus sentimientos, pero eso no le daba derecho a Jimin de sentir que Jungkook le pertenecia, porque sabia que en el corazón del pelinegro aun estaba Taehyung y no seria capaz de reclamarle por aquello jamás, menos cuando veía a alguien con aquel tono cereza en sus cabellos.
Debía callar esa gran inseguridad que empezaba a crecer en el.
Sentía su celular vibrar en su bolsillo, quizá era su hyung que le respondia los mensajes que había enviado hace unos minutos y realmente esperaba que su amiga fuese amable, esperaba que esa pequeña incomodidad en su pecho, no fuera nada en especial.
* * *
Yoongi observaba a la pelirroja con una mirada inquietante, llevaba el mismo tono de cabello que solia tener Tae; pensaba el pelinegro. Un sinfín de recuerdos vinieron a el, era como estar por la sala y de manera repentina viera ese tono cereza y girara su rostro hacia esa dirección esperando que fuese su pequeño amigo, pero terminaba recordando que ya no se encontraba con ellos y la tristeza llegaba a su ser, algo que sucedia casi todo el tiempo.
Suspiraba mientras dejaba unas cajas en la cocina, había preparado unos deliciosos macarons de vainilla y de fresa, esperaba que le gustaran a Jimin, ya que se veían tan lindos como él.
- ¿No te da mala espina esa chica? —Jin llego al lado del pelinegro cruzándose de brazos.
- ¿Mala espina?
- Si —miro al más bajo con molestia— Tiene algo que no me agrada, además ¿Ya viste ese tono de cabello?