“Los suspiros son aire y van al aire. Las lágrimas son agua y van al mar. Dime, mujer, cuando el amor se olvida, ¿Sabes tú adónde va? (Gustavo Adolfo Bécquer)
Un largo y pesado suspiro salía de sus labios, el cielo azul y despejado estaba siendo su único consuelo y es que hace años no visitaba aquel cementerio. 2, quizá 3 años, ahora a sus 28 años, Jeon Jungkook sentía nostalgia. Las flores estaban frescas, el pasto verde y sano, presentía que alguien había estado visitando a Taehyung antes de que él se presentara. De pronto los señores Kim, de pronto sus amigos.
- ¿Cómo estás, Tae? —pregunto agachándose para acariciar el pasto mojado— Ha pasado un largo tiempo ¿verdad?
Su cabello ya no se encontraba tan largo como aquel entonces y ahora trataba de cubrir sus tatuajes con más frecuencia, después de todo ser abogado y estar tatuado no era bien visto en su empresa. ¿Fue la mejor decisión? Realmente no lo sabe, pero obtenía buen dinero y disfrutaba de los pocos placeres que la vida le daba. Jungkook aprendió a dejar el pasado en el lugar que le pertenecía y había empezado a caminar hacia su propio futuro. Sin Taehyung, sin sus amigos, sin su abuelo e incluso sin Park Jimin.
A veces recuerdos llegan a su cabeza haciéndolo experimentar ciertos deja vu y aunque le gustaría evitarlos, era algo que no podía controlar, aunque lo deseara.
- Espero que no estés enojado conmigo —Jungkook suspiro mientras el viento chocaba contra su rostro, haciéndolo sentir leves cosquillas— Aunque sería lo más obvio, he estado viviendo mi vida, tratando de ser mejor cada día y créeme que jamás me he olvidado de ti —el pelinegro dejo un girasol rosado encima de la tumba— Te traje un regalo —Jungkook saco su billetera y de ella, un papel— ¿Recuerdas cuando estábamos en la universidad? Antes de ir a visitarte al hospital dibuje esto para ti —hablo dejando el papel completamente abierto, donde había un retrato de Tehyung a blanco y negro— Siempre lo lleve conmigo y es el momento de dártelo, espero que tus padres lo guarden bien —suspiro poniéndose de pie— ¿Me pregunto cómo estarán los chicos? —sonrió ante la idea— Se cómo reaccionara Yoongi hyung, lo más probable es que llore apenas me vea, tomaré el riesgo…
Hace 4 años que se había ido del país, estaba de regreso para el funeral del abuelo y aunque no era la mejor manera de reencontrarse con sus amigos, así estaban sucediendo las cosas.
Recibió la noticia hace 2 días y apenas pudo viajar, lo hizo. Lo estaban esperando para el funeral y el entierro ya que Choi Jaemin, había reconocido a Jungkook como su único nieto, su única familia y a pesar de sentirse conmovido, se culpaba por no visitar más seguido al abuelo como había prometido.
Dándole una última mirada a la tumba de Taehyung, prometió regresar antes de irse nuevamente y se dispuso a salir del cementerio. El recorrido era el mismo, la única diferencia es que ya no tenía una moto y debía tomar un taxi directo a la funeraria, donde lo estarían esperando.
Las hojas caían de los árboles de manera lenta y disfrutaba la tranquilidad que lo rodeaba, salió del cementerio y tomo un taxi, pidió que lo llevara a la funeraria donde estaría su abuelo y algunos familiares esperándolo, sentirse cansado era poco. Apenas salió del aeropuerto fue directo a ver a Taehyung y ahora directo a ver al abuelo. Todo tranquilo ¿Cierto?, Jungkook ya no sentía ese hueco en su pecho, había superado la muerte de Taehyung, lo había dejado ir y descansar como se merecía. Ahora con el abuelo, se sentía algo extraño, hace algunas semanas habían hablado y sabia muy de su condición, al estar muy anciano las enfermedades habían empezado a llegar a él y de alguna manera su corazón se había debilitado con los años, siendo un infarto la causa de su muerte.
Le pago al conductor y se bajó del taxi, podía ver como los familiares y amigos iban ingresando al edificio. Tomo aire y también se dirigió a la entrada.
- ¿Ese no es Jeon Jungkook? —una voz hablo a su espalda.
Se giró de inmediato reconociendo la voz.
- Nam hyung —Jungkook sonrio y camino hacia el moreno.
- Hombre, cuanto tiempo —Namjoon abrazo con fuerza al menor— ¿Cuándo has llegado? Me hubieras llamado, te habría recogido.
- No tengo el número de ninguno de ustedes —el pelinegro se alejó de su hyung— Llegué hoy, fui primero donde Taehyung.
- Cuando Yoongi lo sepa querrá ahorcarte —el moreno se rio— Así que vinimos a despedir al viejo —Namjoon suspiro— Ha venido mucha gente.
- Así es —Jungkook empezó a caminar hacia la entrada, seguido de Namjoon— ¿Cómo están los chicos? Creí que venias con Jin hyung.
- ¿Ahora le dices hyung a todos? —pregunto dándole un leve empujón.
Jungkook sintió timidez ante las palabras de su hyung, de joven no le veía necesidad de utilizar aquel honorifico, ellos eran sus amigos y tenía la confianza suficiente para tutearlos.
—Namjoon sonrió ante la reacción del menor— Todos están bien, Yoongi y Hoba adoptaron a un pequeño, tiene 2 años y es un diablo —comento feliz— Jin logro abrir un restaurante y nos va muy bien, incorpore mi negocio dentro del restaurante, la idea es original y vende bien.
- Me alegro, hyung —Jungkook observo a las personas que se encontraban en el lugar— No reconozco a nadie…