¿quién es mi madre?

Capítulo 5

Los padres de los muchachos se sintieron sumamente ofendidos por la petición de Esteban, era una locura pretender que hicieran una prueba de ADN para demostrar su paternidad. Teresita sacó los álbumes de fotos donde se veía a los bebés cuando nacieron en el hospital, y la mente suspicaz de Esteban observó algo raro, los gemelos nunca estaban juntos en las fotos, lo que le confirmaba sus sospechas de que había algo raro en su nacimiento.

Cuando Julián se enteró de la locura de su hermano, no pararon de discutir todos los días, porque Esteban insistía en hacer las pruebas de ADN. Sorpresivamente, los padres aceptaron y fueron directamente al Laboratorio de Genética Génesis, junto con Julián, pues Esteban no quería arriesgarse al error que hubo en la farmacia. Julián estaba enojado, le seguía pareciendo absurda la posición de su hermano. En esta ocasión, la prueba de ADN se haría con muestras de sangre y no de saliva.

—Te estás pasando de la raya Esteban –dijo Julián–, más te vale que esta prueba resulte como tú quieres.

—Es que no entiendes, ya te lo he explicado muchas veces.

—Suponte que el examen dice que ellos no son nuestros padres, ¿has pensado que vas a hacer después? ¿Cómo vas a explicar lo que nos parecemos a ellos? A ver, dime.

—No lo sé, ahora lo que me interesa es saber la verdad.

—¡¿Cuál verdad?! Estoy seguro que te vas a arrepentir de esto, y que vas a perder más de lo que te imaginas.

—Ya verás que no, sé que tengo la razón.

—¿Sabes qué? Ya no eres mi hermano, esta misma noche me mudo de la habitación.

—¿Qué dices?

—Lo que oíste, desde este momento no eres mi hermano, ¿no es lo que quieres que te digan esas estúpidas pruebas? Pues me adelanto a los resultados.

—No puedes hacer eso.

El silencio entre los hermanos comenzó ese mismo instante, Julián lo miró con odio y se alejó de él. Esteban se acercaba a él a cada momento, y su hermano simplemente lo ignoraba como se ignora una mota de polvo. La familia se sacó las muestras de sangre, y el silencio permaneció entre Julián y Esteban. Cuando tocó a su hermano para llamar su atención, le dio un fuerte golpe sin siquiera verlo o hablarle, sus ojos llenos de rabia miraban al vacío.

No importa lo que le dijera su madre, Julián durmió en el sofá de la sala, con la firme intención de irse al día siguiente a vivir con su padre, estaba decidido a sacar al gemelo necio de su vida. Ni Teresita ni Rafael pudieron evitar que se mudara con su padre, su fuerza de carácter lo dominaba, y no podía perdonar lo que le estaba haciendo a sus padres.

Los resultados de las pruebas llegaron, y decían lo mismo, los gemelos eran hermanos, y ambos eran hijos de Teresita y Rafael. Con el dolor que sentía por la separación de su hermano, siguió con la idea que uno de ellos no era el hijo de su madre. La vida de Teresita se convirtió en un infierno gracias a Julián, que le exigía todos los días la verdad. La tía Selma llegó de visita desde África, donde trabajaba como médico en las poblaciones que vivían en la miseria extrema. Con gran preocupación vio el problema en que se encontraba la familia de su hermana, así que los llamó a todos, incluyendo a Julián, y se reunieron en el comedor.

—Los he reunido aquí porque este problema que Esteban ha provocado debe llegar a su fin –dijo Selma.

—No lo hagas tía Selma –rogó Julián.

—Lo siento, esta situación es insostenible, es el momento que Esteban sepa la verdad. Sí Esteban, uno de ustedes no es hijo de mi hermana.

—Dime tía, ¿Quién es mi madre? –dijo Esteban lleno de lágrimas en sus ojos.

El silencio se apoderó del comedor, Julián bajó la cabeza y sus ojos se llenaron de lágrimas, Teresita lo abrazó con fuerza y le dio un beso en la cabeza.



#29965 en Otros
#9446 en Relatos cortos

En el texto hay: familia, gemelos, adn

Editado: 31.01.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.