CAPITULO 2

Jake

Me llamo Jake Brown, tengo 17 años y llevo en el internado casi cuatro años, juego como corredor en el equipo de futbol del internado, mi sueño, (y el de mi padre) desde pequeño había sido ser quarterback, pero no todo llega en la vida. Entré en este internado cuando mis padres murieron en un incendio repentino cuando yo estaba en la playa, con mi hermana que bueno también eh… bueno ya no está… no me gusta nada hablar de mi familia me pone de mal humor.

Cuando llegué no conocía a nadie me sentía muy solo, hasta que un chico muy majo se acercó a mí con una gran sonrisa y sí, ese era Nick, llevamos juntos desde que llegamos aquí, pues él llegó apenas unas semanas antes y también estaba un poco perdido. Nos hicimos buenos amigos y a partir de entonces fuero llegando las demás del grupo, primero Ruby que llego unos meses después y finalmente Brooke que llego desolada por la muerte de sus padres y sus abuelos tres años después.

***

10-11-2023:

Nos encontrábamos literalmente en medio de la nada, estaba pasando miedo, no me suelen asustar muchas cosas, pero la situación en la que nos encontrábamos me atemorizaba. Habíamos conseguido salir de un infierno hace casi dos minutos y ya quería volver. Delante de mis ojos se presentaba un bosque, los árboles se perdían en la oscuridad. No teníamos comida, no teníamos agua, no teníamos refugio, no teníamos nada…

― ¿Y ahora qué hacemos? ― era una buena pregunta, lo primero y más importante era un sitio donde poder dormir y acto seguido buscar agua, era muy importante, porque sin comida se puede vivir, pero sin agua…

―Vale vamos―dijo Nick con tono esperanzador.

Caminamos en línea recta una hora más o menos, y lo único que veíamos eran árboles, árboles, árboles y… ¡ah sí! árboles.

Nos estábamos empezando a cansar y yo por lo menos ya tenía hambre. Normalmente no como mucho, pero llevaba si comer nada desde la cena y de eso ya hace unas cuantas horas.

― ¿Alguna idea? ― pregunté, para ver si alguien encontraba algo, pero todos negaron con la cabeza. Estaba frustrado. Me senté en el suelo a la expectativa de que pasara algo, pero como era de suponer no fue así. Los demás se sentaron junto a mí resoplando:

― ¿De quién fue la idea de meternos aquí? ― la pregunta de Nick nos sorprendió bastante. Todos nos giramos hacia Brooke con la expresión torcida.

― ¿Qué?, yo no os obligué a venir

―Ibas a hacerlo igualmente

―¡¡Y qué más da!!

―Que si estuvieras aquí sola no habrías durado ni diez minutos

―No me ver capaz de sobrevivir ¿o qué?

―Bueno ya basta―dije―Lo último que necesitamos ahora es estar enfadados los unos con los otros. Parecéis niños pequeños, no me jodas.

Los dos se en enfurruñaron no se hablaron en todo el camino. ¿camino a dónde? Ni yo lo sabía, solo caminábamos en línea recta hacia el horizonte, no sé qué estábamos buscando ni tampoco por qué lo hacíamos. Pero ni siquiera me atrevía a opinar, suficiente drama teníamos ya con estar aquí atrapados.

Pasaron más de dos horas y todavía el paisaje no cambiaba, caminábamos por un estrecho camino de tierra con pequeñas piedrecillas en los bordes, y el resto… el resto eran todo árboles, había arboles a diestro y siniestro, nos íbamos a volver completamente locos aquí. El olor a humedad inundaba mi nariz, me gustaba hasta cierto punto, el punto en el que recordaba que estábamos atrapados en un bosque enorme.

― ¿Puedo decir algo? ―empecé con cautela pera que no me mataran a la mínima que abriera la boca.

Todos dejaron de caminar y se giraron hacia mí con curiosidad, me puse un poco tenso con las tres miradas puestas en mí, las tres de distintos colores pues Brooke tenía los ojos de un verde muy llamativo y precioso, me había fijado en ellos desde que llego al internado hace tres años y nos habíamos hecho amigos, sin embargo Nick tenía los ojos de un marrón muy oscuro que podía intimidar si se lo propusiera y finalmente la mirada de Ruby de un Marrón claro con toques de verde y un poco amarillos en el interior.

―Ejem, vas a decir algo…―la voz de Nick me saco de mis pensamientos

―Eh si lo siento, a ver ―me aclare la garganta―No entiendo muy bien porque seguimos caminando en línea recta sin saber a dónde ir o simplemente que hacer, deberíamos pararnos a pensar y luego ya actuar― esas palabras me sorprendieron hasta a mi ¿de dónde había sacado yo tanta sabiduría? Ni idea sinceramente.

― Está bien― Brooke soltó un suspiro largo y cansado ― ¿Alguna idea? ― nadie respondió, el silencio se alargó hasta que al fin Ruby carraspeo con la intención de decir algo.

―Yo creo que tenemos que buscar un sitio donde dormir, pronto oscurecerá― al parecer nadie tenía una idea mejor, o si, pero tampoco tenían ganas de hablar.

―Está bien vamos a buscar alguna cueva o algo y si no nos tocará buscar material para hacerlo nosotros.

Y así empezamos a buscar cada uno por una dirección, no me sentía muy cómodo estando separados, pero era lo que tocaba, quedaban muy pocas horas de luz así seríamos más rápidos.

Estaréis pensando ¿Cómo puede estar este chaval tan tranquilo si está en medio de la nada? Y ni siquiera yo lo sabía y mira que no soy un tío tranquilo, pero si queríamos sobrevivir alguien tenía que mantener la calma, además tiendo a buscar el lado bueno de las cosas. Esto tiene de bueno que estamos todos juntos y … bueno algo más se me ocurrirá.

Cada paso resonaba en mis oídos, como si el bosque mismo estuviera atento a mis movimientos, miré a mi alrededor, observado entre las sombras de los árboles a ver si encontraba alguna cueva medio grande o decente. Decidí seguir un pequeño arroyo que fluía a mi izquierda, esperando que me guiara a algún lugar. Caminé con firmeza, tratando de no pensar en lo que podría salir mal.

El sonido del agua me daba esperanzas, aunque en el fondo de mi mente sabía que el simple hecho de encontrar agua no significaba necesariamente que encontraríamos refugio pronto. Aunque sí que nos facilitaría mucho las cosas. Pegue un grito para avisar a los demás de que vinieran, pero nadie respondió hasta varios segundos después: