CAPITULO 4

Ruby

Me llamo Ruby Gray, tengo 17 años. Perdí a mis tíos en un accidente aéreo cuando volaban hacia Egipto por temas de trabajo. Lo pasé muy mal y las drogas eran lo único que me ayudaba hasta que llegué al internado donde conocí a mis amigos que me ayudaron a dejarlo.

***

18-11-2023:

Estaba muy cansada, llevábamos ya una semana aquí metidos en este bosque y nadie nos echaba de menos, nadie había venido a buscarnos. No nos habíamos alejado de la taberna, de hecho, la habíamos arreglado para que no hiciera tanto frio por las noches habíamos encontrado unas camas en las viejas casas derrumbadas y conseguimos meterlas en la taberna, no era lo mejor del mundo, pero si mucho más cómodo que dormir en el suelo.

Habíamos recogido todo lo que nos habíamos encontrado por las casas y calles del pueblo. No había pasado nadie desde nuestra llegada y para nuestra desgracia habíamos encontrado más de uno y de dos cadáveres humanos. No me hacía ninguna gracia, pero no quedaba otra.

Empezaba a pensar que nos quedaríamos aquí de por vida, las horas se me hacían eternas, y algo me había llamado bastante la atención, no habíamos encontrado ni un solo reloj en todo el jodido pueblo, es que ni roto un nuevo, nada. Creo que en este pueblo las horas, bueno el tiempo en general pasaba demasiado despacio, que el tiempo transcurría mucho más lento de lo que lo haría en el internado o en mi casa. ¿me estaría volviendo loca? Como mi padre, mi madre murió cuando yo era muy pequeña, apenas me acordaba de ella y mi padre bueno se volvió loco sin ella y termino suicidándose. Le encontré colgado en la fachada de mi casa hace tres años y desde entonces la imagen pertenece y mi memoria. Luego fui a vivir con mis tíos que como ya os he contado murieron en un accidente.

—Hola— la voz de Brooke me sacó de mi ensoñación.

—Ah hola

—¿Qué haces?

—nada estaba recogiendo algunas cosas que encontré esta mañana cerca de la vieja plaza—dije sin mucho entusiasmo, estaba cansada y me dolía la cabeza, esa noche no había pegado ojo.

—¿puedo hablar contigo un momento? —su tono de inquietud me sorprendió bastante, nunca la había visto tan…preocupada.

—Si claro ¿Qué pasa?

—Tengo un problema y no sé cómo solucionarlo, necesito tu consejo.

—Dime

—Jake me gusta, me gusta mucho y la semana pasada, cuando dormimos en la cueva, nos besamos…

—Pero…—dije esperando más información.

—¿cómo me conoces tan bien? —dijo ella indignada y siguió hablado —Nick también me besó y joder… no puedo negar que me encantó. ¿Qué debería hacer? —su voz temblaba un poco, como si ya no estuviera tan segura de lo que sentía.

Que zorra, pensé, pero no se lo dije a ver era mi mejor amiga, ya valía ¿no?

La pregunta me dejó en silencio. No podía evitar sentirme algo desconcertada, pero traté de mantener la calma. No era algo fácil de resolver, ni para ella ni para mí. Sentí una mezcla de empatía y confusión. Yo no estaba para dar consejos sobre el amor ni mucho menos.

—Brooke, sé que esto debe ser difícil para ti, pero... lo primero que tienes que hacer es ser honesta contigo misma. No con ellos. Tú eres la que tiene que saber qué es lo que realmente quieres. El resto, lo que ellos sienten o piensan, eso tiene que quedar en segundo plano, porque lo más importante es lo que tú necesites.

Ella me miró, los ojos algo perdidos, como si no supiera muy bien cómo procesar mis palabras.

—Es que no sé, Ruby. Los dos me gustan de maneras diferentes. Nick... no sé, me entiende sin que tenga que decir nada. No sé si es porque llevamos tanto tiempo aquí, o qué. Pero Jake... Jake es diferente. Es más... es más lanzado. Me hace sentir cosas que no sabía que podía sentir. Y no sé qué hacer con todo esto.

Suspiré profundamente. No era fácil, no podía decirle que todo iba a estar bien de un momento a otro. Porque no iba a ser así.

—Mira, Brooke... —dije, tratando de darle un poco de perspectiva—. Lo primero que tienes que hacer es calmarte. Estás confusa y disgustada, y no vas a poder pensar con claridad si sigues así. No tienes que tomar una decisión al instante, aunque sientas que el tiempo se te agota. El amor, o lo que sea que estés sintiendo, no es algo que debas apresurar. Tienes tiempo. Aunque no lo parezca, de alguna forma lo tienes.

Ella asintió, pero todavía no parecía del todo convencida.

—Pero... ¿y si pierdo a los dos? —preguntó, con inseguridad clara en su voz.

Esas palabras me hicieron pensar. ¿Quién no había tenido miedo alguna vez de perder a alguien por tomar una decisión equivocada? Pero no podía dejar que ese miedo fuera lo único que la guiara. Necesitaba ser honesta consigo misma.

—Perder a alguien no siempre significa perderlo para siempre, Brooke. A veces, las personas se alejan porque no están en el mismo lugar en el que tú estás, y eso está bien. Aunque duela. Si eliges lo que sientes que es lo correcto para ti, incluso si es difícil, en algún momento todo tendrá sentido. Puede que ahora no lo entiendas, pero solo tú sabes lo que realmente te hace sentir completa. Si decides seguir lo que te dicta el corazón, al final sabrás si quieres estar con uno de ellos. O si tal vez necesitas algo completamente diferente.

Brooke se quedó en silencio, como si mis palabras comenzaran a calar en ella. La vi suspirar, como si un peso se hubiera aligerado en su interior.

—Gracias. No sé si me has dado una respuesta definitiva, pero me has ayudado a ver las cosas de otra manera. —me dio un abrazo y se marchó.

Sonreí, sintiéndome un poco más tranquila. No tenía todas las respuestas, pero a veces, eso no era lo que realmente se necesitaba. Lo único que necesitaba era tiempo. A demás no sé por qué se lo pensaba tanto, en mi opinión, Nick estaba mucho más bueno, aunque, Jake no estaba mal. No ya basta, voy a parecer una pervertida.

Me quedé mirando a Brooke por unos segundos. Parecía que lo que le había dicho la había ayudado a calmarse un poco, aunque su rostro seguía mostrando duda. Eso me hizo pensar que, por mucho que lo intentara, aún no podría darle una respuesta definitiva. Pero al menos la había dejado pensar en lo que realmente quería, y eso era lo más importante.