CAPITULO 8

Ruby

Sentía que las tensiones en la cabaña estaban al borde de estallar. La verdad era que ninguno de nosotros había admitido completamente la gravedad de nuestra situación. La relación entre Jake y Nick había cambiado drásticamente y Brooke, que siempre había sido el centro de su atención, se encontraba en medio una pelea constante.

No sabía muy bien cómo calmar a los dos, así que decidí meterme en sus cabezas. Al parecer la cuestión era doble: Nick estaba lidiando con sus problemas de salud tras el ataque, al mismo tiempo que Jake luchaba con su frustración y sentimiento de traición frente a lo que había surgido entre él y Brooke. Me preguntaba cómo podía solucionarse todo esto.

La noche anterior, había visto cómo todo se desmoronaba, y parecía que aún había ecos de aquella discusión rebotando en mi cabeza una y otra vez.

Me encontraba de pie en la cocina, observando cómo cada uno intentaba digerir la tensión en el ambiente. Vi a Nick. Quería ir hacia él, preguntarle cómo se sentía, hacer que supiera que sus amigos estaban allí para apoyarlo. Pero, en cambio, todo se volvió un juego de traición.

Cuando escuché que Jake salió de la cabaña, sentí la necesidad de seguirlo. Pero antes de que pudiera moverme, Brooke se acercó a Nick, como si él fuese la única cosa que realmente importaba en ese momento.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó Nick, su voz cansada pero curiosa.

Brooke se detuvo en seco, como si le acaban de preguntar algo importante. Quería ayudar, quería que las cosas se arreglaran, pero sabía que estaba en una trampa en la que todos los hilos estaban cruzados.

—no lo sé… es más complicado de lo que parece.

—puedes… perdona que te diga esto, pero … puedes marcharte, no quiero verte ahora. —Brooke asintió apenada y a punto de llorar, se fue.

Dando un paso hacia Nick y dejándole ver mi preocupación, sentí un fuerte impulso de aprovechar la situación. Me agaché a su lado, intentando mostrarle mi apoyo.

—¿Te sientes mejor? —pregunté, observando su rostro.

Él asintió levemente, aunque la fragilidad en su voz seguía presente. —¿Qué está pasando? ¿Por qué estáis tan tensos?

Esa pregunta me golpeó y sabía exactamente por qué. Odiaba que mi vida se hubiera convertido en una especie de malentendido entre amigos.

¿Cómo habíamos llegado a este punto? La verdad era que nuestra amistad se había vuelto inestable, y no sabíamos cómo resolverlo. Así que decidí ser honesta.

—Nick, estás en una situación muy complicada. Tanto tú como Jake tenéis sentimientos por ella— y con ella sabía perfectamente a quien me refería— y eso está afectando a vuestra amistad.

Nick bajó la cabeza, como si se sintiera culpable.

—No quería que todo esto pasara, no estoy tratando de causarte angustia, ni mucho menos a Brooke. Este lugar me ha hecho darme cuenta de que nos necesitamos los unos a los otros.

Lo que dijo me hizo pensar. ¿Y si la conexión entre ellos era más que solo amistad? ¿Y si esto realmente cambiaba todo lo que habían construido juntos?

Entonces, la puerta se abrió de nuevo, y esta vez, Brooke entró. Su expresión era más sombría, como si hubiera dejado atrás algo que no podía dejar de sentir.

—¿Dónde está Jake? —pregunté, sintiendo que todo lo que había tratamos de evitar seguía ahí.

Su rostro reflejó algo que ya no estaba tan segura de mirar. —No lo encuentro. Se ha ido hace bastante, necesito que me ayudéis a encontrarle por si le ha pasado algo, no puedo soportar esto más.

La preocupación creció en mí.

—Tenemos que actuar rápido —dijo Brooke—. Si Jake no está...

Esa preocupación giraba en mi abdomen. Si Jake se alejaba más de nosotros, la situación empeoraría.

Me acerqué a Nick y le dije con firmeza: —Vamos a buscar a Jake, necesito que quedes aquí no tardaremos demasiado.

—No te vayas —dijo, con los ojos fijos en mí.

Pero no podía dejarlo así. Tenía que intentar ayudar a Jake. Y entonces, cuando me di la vuelta, vi que Brooke se acercaba a mí.

—¿Vamos? —dijo, como si mi decisión le hubiera dado valor.

Salimos juntas al exterior, la luz del sol ya comenzaba a marcharse, y la noche envolvía el bosque. Sabía que no podía dejar a ese capullo solo en este momento.

—Vamos a encontrarlo —le dije a Brooke, mientras aferraba su mano y comenzábamos a caminar.

Mientras caminábamos entre los árboles, el crujido de las hojas secas bajo nuestros pies era lo único que rompía el silencio denso que nos rodeaba. Brooke caminaba a mi lado, sus ojos fijos en el camino por delante, pero yo sabía que su mente estaba mucho más allá. Ambas estábamos pensando lo mismo: si no encontrábamos a Jake pronto, la situación podría volverse irreparable.

—¿Por qué no me dijiste lo que pasaba entre ellos? —me preguntó Brooke de repente, su voz quebrada por la frustración contenida.

Me detuve por un momento, sin saber exactamente cómo responder. Había muchas cosas que no sabía cómo contarle. Pero antes de que pudiera hablar, Brooke continuó.

—Todo esto está fuera de control, Ruby. No sé qué hacer... entre Jake y Nick... y todo lo que pasó. No puedo más con esta incertidumbre.

Suspiré, el peso de sus palabras caía sobre mí con fuerza. Era cierto que había intentado mantener a todos a flote, que había intentado ser el puente, el punto medio entre todos, pero ¿realmente había ayudado a alguien?

—Lo siento, Brooke. No quería que llegara a este punto. A veces... a veces, es más fácil no decir nada y esperar que las cosas se resuelvan solas. Pero claramente no ha sido así.

Brooke me miró, sus ojos reflejaban una mezcla de rabia y tristeza. Luego, sus palabras fueron más suaves, casi como un susurro.

—No es solo lo que pasó entre ellos. Es que siento que... que me he perdido en todo esto. Que ya no sé quién soy, ni qué quiero o a quien quiero.

En ese instante, el silencio volvió a caer entre nosotras. Mis propios pensamientos, se apoderaron de mí. No solo estaba tratando de resolver un conflicto entre amigos; también estaba lidiando con algo mucho más profundo: el miedo de perder a las personas que quería.