A veces creemos que tenemos que ser como esas personas que vemos en las películas, redes sociales, revistas y más. Pero es la falta de seguridad que tenemos en nosotros mismos porque estamos esperando que nuestros cercanos nos digan ciertas cosas para sentirnos mejor. Pero la verdad que está detrás de todo esto es que nos sentimos débiles, nos sentimos feos, no nos podemos ver al espejo porque nos vemos como alguien que no queremos ser y quisiéramos vernos diferentes. Incluso pensamos en esas personas que nos engañaron, las falsas amistades, los malos comentarios. Constantemente pensamos en cada mal recuerdo que nos hace ser alguien que no somos, porque todo eso conlleva a cambiar nuestra manera de ser, pero a veces no medimos nuestros límites.
Pero ¿quién dice que es fácil tener ese amor propio y tener seguridad en uno mismo? Nada es fácil en esta vida, pero no significa que seamos incapaces de lograrlo.
Llegué a ser vulnerable por comentarios que me hacían cambiar mis opiniones sobre mí. Igualmente estaba concentrándome tanto en lo que me gustaría cambiar que en realidad estaba olvidando que hay muchas cosas que me gustan, así que aprendí a tomarme unos minutos para recordarme los aspectos positivos de los que estar orgullosa. También hago una lista de mis atributos físicos, las fortalezas mentales y emocionales, los éxitos que he experimentado y la forma en la que he llegado a apoyar a los demás.
También es súper importante prestar atención a nuestras necesidades y deseos, aunque suene un poco raro, algunas personas no saben lo que quieren y necesitan. Se pueden pasar su vida adulta sin detenerse a preguntarse: ¿Qué quiero aquí? Una forma de amarnos a nosotros mismos es simplemente prestar atención a lo que queremos, como con el trabajo, las relaciones, las amistades y la vida en general.
Protege tu persona y ámate porque estarás menos dispuesto a dejar que alguien se aproveche de ti o que entren a tu vida personas tóxicas. Niégate a ser ese alguien que desea desesperadamente ser amado y tolera cualquier cosa en una relación.
Hay un viejo refrán que me repitieron mucho y es que para amar a otra persona primero tienes que amarte a ti mismo. Amor es un verbo, quiere decir que, así como nuestras acciones muestran afecto por otra persona, es importante hacer cosas activamente para amarnos a nosotros mismos.