Lo necesariamente osado como para ser el extraño que llega a un lugar donde nadie lo conoce. Inmediatamente roba miradas de hombres y mujeres. Pose altiva de líder nato y apariencia de chico malo que lo hace ver terriblemente atractivo. No necesita hablar, ni siquiera saludar sabe perfectamente que su audiencia no se resistirá a su magnetismo y se acercaran a él con claras intenciones de saber quién rayos es.
—¿Qué, quién soy?— preguntó haciendo una mueca. Con ese color de voz grave y potente que hizo que todos los presentes quedarán sin aliento.
Observó a todos a su alrededor
—Vengo desde la casa de la identidad y el ego, soy un digno hijo, posesivo, celoso, controlador y obsesivo, de plutón— Continuó hablando, pero esta vez casi en un susurro dice
—Mi nombre es E S C O R P I O—