Capítulo 40

Fueron cuatro semanas terriblemente largas para Logan, veintiocho días sintiéndose el peor hombre del mundo por culpa de un hecho sobre el que no tuvo control alguno.

Un vínculo.

Ahora tenía un enlace emocional que lo unía con Emmy Wilkins, nada más alejado de ese significado, la mujer no quería verlo, ni hablar, ni siquiera respirar en su presencia, y si se atrevía a acercarse, no demostraba piedad alguna, Logan ya se había ganado un par de arañazos cuando no pudo esquivar su ira asesina.

Para un cambiante lobo, vincularse era algo valioso, hermoso, un honor y una bendición, representaba el afecto, cariño, protección. Pero en su caso, Logan no tenía nada de eso y Emmy parecía haber eliminado de su corazón cualquier afecto que alguna vez le tuvo. Y eso dolía, constantemente, dolía como espinas clavadas en su alma y no sabía cómo remediarlo.

Durante las cuatro semanas que pasaron después del ataque, las cosas marcharon con calma, al menos para su clan. Derek logró defender la ciudad y el bosque que eran su territorio, Raven se recuperó al mismo tiempo que su pareja y ahora vivía con Yulian, pero todavía no decidía en cuál clan quedarse. Todo marchaba sereno para los lobos, sin embargo, en el clan Ice Daggers la calma era un concepto casi extraño.

Tuvieron que enfrentar otros dos intentos de ataque de clanes ajenos, no tenían nada que ver con el entramado de engaños y manipulaciones de los lobos Red Stone y Blue Storm, el asunto era diferente. Un amplio territorio natural era un preciado botín si el dueño era un clan con un alfa débil. Hunter Collins había hecho un buen trabajo al repeler los ataques, pero en tanto Liam siguiera dormido, los alfas codiciosos seguirían teniendo en la mira esas tierras, y por ende, el peligro de expulsión seguía ahí.

Esa era la razón por la que Seth y Logan estaban al mando de una cuadrilla defensiva de veinte lobos cuya misión principal era proteger y defender a los leopardos en caso de más ataques. Derek no aceptó un No como respuesta de parte del lugarteniente, y desde veintiocho días, ambos seguían firmes entre los gatos.

El rastreador no tenía problema alguno, su naturaleza social era tan fuerte como su sentido del olfato, desde la primera semana comenzó a fastidiar y alegrar a todo aquel que le permitiera y más allá del primer hola. Logan no tenía tanta suerte, Emmy era en lo único que podía pensar, al tercer día la mujer había logrado generar un bloqueo alrededor del vínculo que le impedía saber con certeza cómo se sentía. Literalmente lo estaba excluyendo de su vida.

—Te has vuelto más solitario de lo normal.

Seth se sentó junto a él, el arroyo fluía con calma entre las piedras. Usualmente estar ahí le traía una paz y tranquilidad que calmaba a su lobo, pero desde que formó el vínculo con Emmy nada podía animarlo, estaba deprimido.

—Logan, habla conmigo.

—Seth, no te ofendas, pero quiero estar solo.

—Necesitas un amigo que te escuche y qué conveniencia, aquí estoy, así que será mejor que lo sueltes. Sé que me dirás que no entiendo por lo que estás pasando, porque no soy yo quien está amarrado a una poderosa e independiente mujer que huele como caramelos, pero lo último que necesitas es usar el aislamiento para culparte a ti mismo por algo sobre lo que no tuviste control alguno.

Logan apretó sus rodillas contra el pecho, dejó de ocultar su cabeza y miró al cielo azul.

—Todo iba tan bien... —Se lamentó—. Ella estaba confiando en mí y luego esto... —Angustiado golpeó la tierra con un puño—. No se supone que suceda así, ahora tengo a Emmy grabada en mi corazón pero ella no quiere ni verme. La he perdido.

Seth afirmó una mano sobre su hombro.

—No te rindas sin haber hablado con ella antes.

—Seth ya basta, lo intenté todo, ella no me quiere a su lado.

—Emmy se asustó, huyó lejos como cualquier hembra dominante lo haría, ¿es que no has aprendido nada de las mujeres cambiantes? Siente miedo de perder su independencia, te cree un maldito que viene a ponerle una correa al cuello pero ambos sabemos que no eres así, ¿me equivoco?

—No.

—Entonces hazle sentir que estará segura contigo y que no intentarás asfixiarla con tu carácter de lobo delta mandón.

Logan no pudo contener su risa, y por dentro agradeció de tener a alguien como Seth de su lado, el rastreador siempre tenía algo acertado que decir. Pero decirlo era más sencillo que hacerlo.

—Lo dice el tipo que es un beta.

—Pero yo controlo mejor al lobo. —Seth le brindó una sonrisa amable—. Ve despacio, habla con ella, ayúdale a dejar de temer el encierro.

Se guardó la amarga noticia de saber que Emmy quería romper el vínculo, y que varias veces se refería a eso como un error que podía ser reparado. Lo hacía sentir como si el error fuera él y no la conexión que los unía.

— ¿Crees que Derek nos deje regresar? —Preguntó Seth mirando hacia el otro lado del arroyo, subiendo por el barranco se llegaba a su territorio—. Todo está tranquilo por aquí.