Quiéreme

Capítulo 24

 

 

Emmy alcanzó a detener a Liam antes de que se subiera a la camioneta en la zona de estacionamiento, casi exhausta, agradeció el cambio de dirección del viento que le llevó su aroma casi difuminado, de haber seguido el camino hacia su cabaña no habría encontrado nada.

Al verla Liam le dio una dura mirada y dejó un bolso en la parte trasera del vehículo.

—Emmy, ¿cómo está Conrad?

—Gritando de dolor —masculló entre resuellos—. Aria está con él, junto con Yulian, Bastian y Logan, ¿sabes algo sobre Amara? ¿Ella murió?

Los ojos verdes del alfa brillaron en la oscuridad, había rabia asesina en ellos.

—No, todavía no, el ataque empezó hace diez minutos y se detuvo hace cinco. Estoy tratando de sanar las heridas de Amara y de estabilizar a Conrad, pero ambos están muy débiles, apenas siento los enlaces en mi mente.

Liam le hizo un gesto y Emmy se subió al asiento del acompañante. Atrás, un par de luces los iluminaron.

—Alexei, Debbie, Owen, Sam y Trevor, vienen de apoyo con nosotros.

— ¿Vamos a Arklow?

—Sí.

Liam aceleró por el camino de tierra y ella tuvo que agarrarse fuerte, el camino hacia la carretera no era muy largo, pero si complicado y sinuoso con algunos baches y raíces sobresalientes.

— ¿Qué le sucedió Liam?

No sabía si quería oír la respuesta, la preocupación era una hiedra trepando por su cuerpo y a cada momento en que su mente se quedaba sin pensamiento alguno, volvía a oír los gritos destrozados de su amigo y si cerraba los ojos, lo veía retorciéndose en la tierra. Era horrible.

—Shelly está intentando comunicarse con las autoridades de Arklow, pedirá los registros de algún incidente con cambiantes. —Liam habló con cansancio, Emmy podía ver que le costaba respirar y que sudaba—. No puedo saber lo que le hicieron, solo puedo intentar darle fuerza para resistir, pero está malherida.

La certeza en su voz hizo añicos las vagas esperanzas de que pudiera salir algo bueno, de que fueran solo golpes y que ella se defendiera, los sumisos podían luchar, era el instinto de supervivencia lo que los llevaba a lastimar a otro, esa fuerza primaria era el don que tenían de proteger y pelear si alguien cercano estaba en peligro o su propia vida estaba en riesgo, Emmy esperaba que la mujer que Conrad amaba con locura saliera con vida. Recordó la sonrisa amable de Amara y la rabia hizo hervir su sangre, ella era una dulce sumisa, no merecía morir, no ahora que se había vinculado con su amigo. Conrad tampoco se merecía esto.

—Quien sea que le haya puesto un dedo encima pagará con su sangre.

Liam viró a la izquierda y cruzó a la ruta pavimentada, la oscuridad se cerraba a ambos lados en una noche sin luna, era difícil para conducir.

—Estoy de acuerdo contigo.

Liam estaba enojado, se sentía en el aire del interior, el depredador inquieto, preocupado, clamando encontrar al responsable. Emmy se sentía igual, o quizá más, ella sentía un puñal de angustia en el centro de su pecho, en cualquier momento podría estallar en furia asesina, o en llanto, por su amigo, por su pareja.

—Liam, tenemos que enviar a...

La camioneta giró abruptamente tocando la tierra, y un gruñido doloroso impregnó el aire, asustada Emmy giró para ver a Liam agarrando su cabeza con las manos, apretando fuerte, muy fuerte, mientras mantenía sus ojos cerrados.

— ¿Liam? Liam, ¿qué sucede? ¿Estás bien?

Lentamente, bajó sus palmas y se reclinó en el asiento, temblando, respiraba con intensidad, sus pupilas se habían afilado en dos líneas oscuras cubiertas de un verde brillante.

—No Emmy, nada está bien —dijo con voz estrangulada—. Amara murió.

La opresión en su pecho acompañó un sollozo que resistía en su garganta, Emmy soltó un par de lágrimas que calentaron sus mejillas, no quería llorar y no sabía por qué razón, no conocía mucho a Amara, pero la mujer hacía feliz a Conrad y ahora no estaba.

“—Me alegra que sea tu amigo, porque podrás cuidarlo si yo no estoy”

Recordar una de las pocas veces que habló con ella fue una acción devastadora, y mientras su llanto sofocado se filtraba en el aire, Liam hizo que la presión en su pecho disminuyera.

— ¡No hagas eso! ¡No intentes calmarme a través del vínculo de sangre!

— ¡Te necesito cuerda! —Gruñó al tiempo que unos golpes se escuchaban en su vidrio.

Liam bajó la ventana y el rostro cansado de Alexei los miró preocupado.

— ¿Sucede algo? ¿Están bien?

Liam golpeó el volante con fuerza y gruñó.

—Amara no resistió —dijo una vez que logró calmarse, el alfa respondió con tono seco, caso hostil—. Avisa a los demás, iremos a Arklow para reconocimiento, datos y recuperación de un cuerpo.

—Oh mierda —Alexei dio un golpe demasiado suave para su voz—. Conrad debe estar desesperado.




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