Quiéreme

Capítulo 27

 

Había un amplio espacio vacío entre el bar Shields y un pequeño comercio en donde se vendía de todo, repleto de maleza en la parte frontal, mientras que en la parte trasera se entremezclaba chatarra y basura con las zarzas espinosas, arbustos, hierbas de mayor tamaño y a metros, el inicio del bosque con los altos pinares.

Todavía se sentía el metálico olor de la sangre, las manchas en algunas piedras no desaparecían del todo, y mientras Seth buscaba rastros entre la maleza, Logan se dedicó a rearmar el momento de los hechos.

Amara Brooks era la hija adoptiva de Giselle Brooks, una mujer de sesenta años de edad que ya tenía una hija con Robert Brooks, fallecido de un ataque cardíaco. Todos ellos eran humanos y eso era un detalle curioso, los seres humanos por lo general no adoptaban niños cambiantes, pocos eran los que lograban establecerse dentro de las familias, la mayoría eran devueltos a los meses de darse la adopción. Pero Amara se mantuvo junto a su familia durante veintidós años, hasta que encontró a su pareja y se mudó al clan Ice Daggers.

No tenía enemigos humanos, tampoco cambiantes.

Por lo que se podía descartar un motivo de odio racial o de cualquier tipo.

La población total de Arklow contaba con cuatrocientos sesenta personas humanas, la gran mayoría pasaba los cincuenta años de edad, treinta mestizos mitad humanos mitad cambiantes oso, sesenta y dos cambiantes oso puros repartidos en cincuenta familias, y una pareja de jaguares.

La evidencia de las heridas excluía a cada uno de ellos, por lo que, los asesinos no eran de Arklow.

— ¿Algún avance? —Preguntó mientras avanzaba hacia Seth, quien estaba completamente abstraído y agachado en la maleza.

—El mismo rastro difuso que conecta con los lobos errantes que vimos cerca de nuestro territorio.

Seth abrió su mano y el dije de metal pulido brilló con la luz, casi por reflejo Logan se llevó una mano al cuello para comprobar con amargura que el suyo no estaba en su lugar.

El lobo rastreador acercó el objeto a su nariz y olfateó, varias veces, hasta que se incorporó con sus sentidos en alerta y su mirada amarilla centrada en un punto entre la maleza. Se agachó lo más cerca que pudo de la tierra.

— ¿Captas algo?

—Una huella, pero tanto olor a hierba me confunde, tendré que seguirlo transformado —Seth giró y ladeó su cabeza apuntando detrás de Logan—. ¿Ellos van a quedarse ahí mientras hacemos todo el trabajo?

Mirando por encima del hombro, Logan vio a Alexei muy cerca de Emmy, al instante supo que ellos no estaban en descanso, más bien, se veían sofocados.

— ¡Hey, ustedes dos!

Logan le gruñó a Seth para hacerlo callar, él le correspondió con una amenaza, sin efecto, pues era un lobo delta, dominarlo no era cosa sencilla por más que Seth fuera un lobo beta, dos escalones por encima en la jerarquía del clan.

—Tú, sigue el rastro, yo iré a ver lo que les sucede.

—Bien —farfulló entre dientes—. Pero no olvides recoger mi ropa.

Con cuidado de no pisar mal entre el terreno desigual, Logan se acercó al área de arena suave detrás del edificio en el que estaba el bar.

Uspokoysya, dorogoy, dyshi i eto proydet (Calma, querida, respira y pasará) le oyó decir a Alexei.

—No entiendo nada cuando comienzas a hablar en tu idioma.

Emmy llevó la cabeza hacia atrás y exhaló el aire, con sus pupilas dilatadas se enfocó en su avance.

—Sabes que lo hago cuando me preocupo y ahora es el momento en el que realmente lo estoy —dijo Alexei con voz nerviosa—. Respira.

— ¿Sucede algo?

Emmy bajó la cabeza con pesadez y negó, el cocinero ruso respondió por ella.

—La temperatura es muy alta, necesitamos un poco de sombra para descansar.

— ¿Es todo? Ella no se ve muy bien.

Alexei movió su cabeza, haciendo rebotar sus mechones cenicientos, era una declaración silenciosa que le incitaba a no continuar hablando del tema.

—Estoy bien Logan, no hay razón por la que preocuparse.

No se oía firmeza en su voz, eso fue la llamada de alerta para el lobo que se alzó en su mente, alerta, dispuesto a analizar la situación para hallar una respuesta que le diera información valida, Emmy se veía débil, apagada e incluso, al borde del desmayo.

Der'mo (Mierda) —dijo Alexei entre dientes y en voz baja, luego enfrentó a Logan con sus brillantes ojos claros—. Quédate con ella, iré por las bolsas de hielo en la camioneta.

Fue una orden deliberada que no le gustó al lobo, pero estaba dispuesto a obedecer si con eso traía a Emmy de regreso a la lucidez normal.

Dejando a la mujer apoyada contra la pared de ladrillo del edificio, Alexei corrió por un lado y se fue. Las calles en Arklow eran de un solo sentido, por lo que, el leopardo tendría que correr por más de una manzana hasta el lugar donde dejó estacionada la camioneta.

Sugar, dime, ¿por qué estás así?

—Estoy bien.

Emmy hizo un movimiento y su cuerpo se inclinó hacia adelante sin control, sus ojos a medio cerrar se abrieron con temor y él alcanzó a tomarla por los hombros y regresarle el equilibrio.




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