Ya han pasado dos semanas de la peor experiencia que he vivido a lo largo de mis 19 años. En casa el silencio se apoderó de nosotros, mi padre busca cualquier excusa de trabajo para no regresar temprano, mamá ya no sonríe desde entonces y Lexie, mi hermana de 16 años, llora por todas partes, aunque lo intenta esconder. En mi caso, a partir de esa noche algo en mí se quebró, pero a diferencia de mis padres o mi hermana, he convertido todos esos sentimientos en motivos para avanzar con mi traslado a la universidad. Está siendo complicado ya que no es el mejor momento para dejarlos, pero debo ser un poco egoísta y pensar en mí.
Estas semanas he sido el apoyo de mi padre en su trabajo para que la amargura no le invadiera, el paño de lágrimas de mi madre y he consolado a mi hermana todas las noches quedándome con ella hasta que se quedara dormida. Eso es lo que mi hermano habría querido que hiciera, odiaba que yo me dejara invadir por la tristeza, siempre me quería ver sonriendo y siendo fuerte, aunque después de todo ,el dolor que no conseguía expresar, me estaba consumiendo. Ni siquiera me podía desahogar con Emma, ella también lo había perdido y aparte su recuperación estaba siendo realmente dolorosa.
El día en el que Emma había sido dada de alta en el hospital, la acompañe hasta su casa y después de pasar toda una tarde recordando a Jackie decidí volver, dentro de 6 días me mudaba a Los Ángeles y dejaba Santa Mónica, a mis padres,a hermana, y a él.
6 días después
- De verdad Jane, comprar unas nuevas sábanas es totalmente necesario.
- Mamá por favor, he decidido que las que tengo me valen para todo el semestre
- ¡Qué no! que esas están muy viejas y desgastadas, toma, guarda estas en la maleta que te caben perfectamente.- me indicó señalando la maleta que estaba al lado.
- De verdad mamá,-dije tomando aire e intentando que me escuchara-no hace falta, y, por cierto, -dije señalando ese hueco en la maleta- ahí tengo que guardar mi abrigo.
- Está bien- dijo con un tono derrotador- , pero si en algún momento te hacen falta solo tienes que pasarte y te las llevas.
- De acuerdo mamá- aseguré mientras guardaba el abrigo y cerraba la última maleta que me quedaba.
En ese momento llegaron Lexie y papá a ayudarme a llevar mis maletas al coche, en dónde ya me esperaba Emma, que todavía no estaba en condiciones de conducir y que me acompañaría en esta nueva etapa de mi vida. Después de cerrar el maletero, me dirigí a la puerta de mi casa donde se encontraban los tres, esperando para despedirse.
- Bueno ha llegado el momento- dije notando que mi voz empezaba a quebrarse.
- Regresa pronto y cuéntanos todo, cariño-respondió mi padre mientras que me abrazaba con fuerza y despúes me daba un beso en la frente.
- Llámanos todas las noches y come bien, que cuando vuelvas te quiero ver igual de sana- dijo mi madre mientras una lágrima se le escapaba, después de el beso en la mejilla que me dió.
-¿Y tú?- pregunté mirando a mi hermana que estaba bastante sería.
Ella se abalanzó hacia mí y después de un largo abrazo en el que pude notar que temblaba un poco dijo:
- Cuídate mucho y no te olvides de nosotros.
- ¡Qué va, tonta! - respondí intentando tranquilizar su miedo a perderme a mí también- Aparte, estaré aquí para tu cumple y te aburrirás de mí que me echarás tu misma.
Mi familia nunca había experimentado la ida de ninguno ya que Jackson aún estudiando igual de lejos decidió seguir viviendo en casa.
Con la mano me despedí de ellos, ya montada en el coche, y cuando arranque me prometí a mí misma que los cuidaría como lo había hecho Jackie ,aunque no viviera más con ellos.
Esa despedida no me dolió tanto como la de mi hermano, porque ésta era simplemente un
"hasta pronto".
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Editado: 16.05.2023