Capítulo 7: No te vayas, por favor

Después de que aquélla chica se fuera con su amiga, Aiden,Dylan y Thiago llegaron y me saludaron, cuandoo nos íbamos a sentar, Aiden notó algo raro en mí.

-  Oye, ¿te pasa algo-me preguntó mi mejor amigo.

- Si te dijiera que he conocido a una chica que me parece una infantil pero eso me gusta un poco,¿qué dirías?- le pregunté curioso por saber si mi amigo me podría ayudar a aclarar mi dilema.

- Amigo mío, esa chica te ha dejado tocado- me respondió entre risas mientras se sentaba con los otros dos.

Al día siguiente

Estaba sentado con mi abuela en el sofá del salón de mi casa viendo una de esas típicas películas viejas que le encantan a ella pero que a mí me aburren, aunque no me molesta acompañarla. Mi abuelo y ella eran inseparables, y ahora que no está creo que se siente sola por lo que me gusta quedarme con ella para hacerle compañia.

En ese momento suena mi móvil y mi abuela me dedica una cara de reproche poorque interrumpía su peli.

- ¿Diga?- contesté

- Liam, ¿qué estás haciendo en casa?- me preguntó Thiago al que reconocí de inmediato.

- Estoy en con mi abuela en casa- respondí en el momento en el que mi abuela reconoció a Thiago, él y yo somos amigos desde primaria, por eso mi abuela lo quiere al iguual que a Aiden y Dylan como otros nietos. Cuando volvíamos borrachos se encargaba de echarnos un vaso de agua fría en la cara por la mañana y alimentarnos para recobrar fuerzas.

-  ¡Abuela Anne! ¿Cómo está?- preguntó Thiago preocupándose.

- Muy bien, hijo, pero baja un poco el volumen que no escucho la tele- le pidió con amor mi abuela.

- De acuerdo, bueno Liam, vamos a quedar un rato para ir a la misma disco de siempre, mi hermano va a ir con unas amigas nuevas que ha hecho ¿te vienes?- teerminó preguntando Thiago.

- No sé, es domingo y mañana empiezo con las clases- dije dudoso.

- ¡Venga!, aunque sea un rato y luego ya te vas.

- Emmm,-miré a mi abuelo y ella me miró con un gesto que me hizo entender que no tenía problema- vale, en media hora te veo allí.

-Thiago, no dejes que beba ¿vale?- le volvió a pedir mi abuela.

- Entendido abuela Anne.-asintió Thiago- solo beberá agua del grifo.

Después de despedirnos, me preparé y me despedí de mi abuela. En unos 10 minutos llegué a la discoteca y entré a uno de los reservados.Después de saludar al grupo de amigos con el que había quedado, fui al baño, al salir me encontré con aquélla chica que esperaba a esa larga cola con el móvil en las manos. Estaba muy guapa con ese outfit negro, el corset se pegaba perfectamente a su cuerpo y sus pantalones de tiro bajo dejaban ver mucha más piel que la que había visto ayer.

Cuando me quise dar cuenta le acababa de robar dos besos en la mejilla.

- ¿Qué haces aquí?- me preguntó con curiosidad, percibí que buscaba a alguien a mi alrededor, alomejor a una chica, ¿pensaba que estaba con una chica?

- Pequeñaja, vengo con mis amigos,¿y tú?-pregunté deseoso de saber si ella si venía acompañada.

- Yo también vengo con los míos- respondió en el tono más agradable con el que me había hablado desde que la conocí

En ese momento alguien salió del baño, y un chico por detrás de ella la empujó lo que la acercó a mí, para que no se cayera la tuve que coger por la cintura, en ese momento ella me miró y sus mejillas enrojecieron.

Justo en el momento en el que íbamos a hablar un chico se le acercó.

- Jane, tu bebida ya ha llegado a la mesa, ven, te estamos esperando- le comentó, así que se llamaba Jane, bonito nombre, no más  que ella.

- Andrew, ve llendo, yo ya voy- le dijo y cuando él le iba a responder ella añadió- dile a Emma que estoy con el chico del bar.

en ese momento ese tío llamado Andrew me miró como si le hubiera arruinado algún plan con ella. ¿Pero qué se creía? Si apenas me llegaba al hombro, no me dio buena espina y Jane no parecía estar cómoda con él.

- ¿ Así que te llamas Jane y tu amiga Emma?- le pregunté para que por fin fuera honesta.

- Sí, me tengo que ir- dijo con un tono calmado, incluso parecía que su cara se había relajado. Parecía que había bajado las defensas conmigo, menos mal, porque yo pensaba que era así de tozuda siempre.

- ¿Dónde estáis ubicados?- le pregunté para poder volver a verla.

- En el reservado número cuatro- me respondió para mi sorpresa.

- Pues yo en el cinco- le dije y ella asintió con la cabeza y se alejó, la sentí distinta.

Jane

Después de pasarme toda una tarde pensando en lo que Emma me dijo llegué a la conclusión de que me había propuesto superar la muerte de Jackson pero solo había conseguido volverme una chica distante con cualquier chico que se me acercara. Jackie me regañaría si viera como me estaba comportando.

Al llegar a la mesa solo estaban tom, Emma y Andrew, Vanessa y Amy se habían ido a bailar con otros amigos que tenían. Me pareció ver a Emma hablar con Tom sobre la carrera, él me pareció un tipo majo y no era feo, además le podría ayudar porque él iba a segundo de carrera.

Andrew me vio llegar y se sentó a mi lado. Decidí bajar mis defensas con Liam porque a pesar de parecerle infantil me había tratado medianamente bien, en cambio Andrew me miraba con deseo y quería mi atención constantemente. En un momento de la noche, Emma y Tom se fueron a por más bebidas y Andrew se quedó conmigo, seguía hablando únicamente de él ¡pedazo de egoísta y pesado!, mientras el hablaba yo miraba al reservado dónde estaba Liam, fue en ese momento en el que él se apoyo en las barras que unían ambos reeservados y cuando nuestras miradas no pude resistirme y le sonreí, el me devolvió la sonrisa, aunque menos efusiva, parecía que estaba examinando la situación.

Estaba alerta por si acaso, lo que me hizo entender que se había dado cuenta de la intensidad de Andrew desde los baños. En el momento que deje de escuchar que Andrew dejaba de hablar, le miré y de repente se me acercó y me besó, quise apartar mi boca pero no pude. Me estaba haciendo daño y me había sujeto de la cintura, no podía soltarme. Pasé de sentirme atrapada a sentirme libre, cuando abrí los ojos Andrew estaba en el suelo y Liam pegándolo. Todo eso me recordó a la sangre que echaba mi hermano la noche del accidente. Empezé a confundir la realidad con la sitación que ocurría.