La relación de Armando y Antonia iba mejorando con cada día que pasaba, el cariño que se tenían iba creciendo; todas las veces que podía Antonia se queda en el departamento de Armando. Él no le pedía nada más a la vida, todo le está saliendo muy bien, ahora solo quería que sus hermanos y padres conocieran a su nueva novia porque para él era la mujer perfecta, se encuentra por llamar a su madre para anunciarle que iría pronto para que conociera a Antonia, pero antes de poder descolgar el teléfono alguien toca en su puerta.
— ¡Adelante! — Contesta Armando mirando a la persona que entraría.
— Buenas tardes señor Maldonado un tal Nicolás Maldonado está preguntando por usted. —Armando había olvidado completamente que su hermano llegaría a la ciudad. — Alicia dígale que pase por favor. —
La mujer asiente hace un movimiento y a los pocos segundos un chico con unos vaqueros, una camiseta de Rollings Stones y unas zapatillas negras entra por la puerta. Armando se levantó para saludar.
— Nico — Contesta abrazado a su hermano pequeño. — Pensé que llegarías mañana. — Contesta Armando cerrando los dos botones de su saco.
— Así era, pero quise llegar hoy aparte mamá está muy fastidiosa. — El hombre se ríe por el comentario de su hermano.
— ¿Por qué lo dices? — se apoya sobre su escritorio. — Todos los días dice que quiere un nieto que quiere un nieto, pero que cuidado Lucy o yo se lo vamos a dar. — Armando suelta una carcajada.
— ¿Entonces espera que Esteban y yo nos casemos? — Su pequeño hermano asiente. — Todos los días va al hospital a decirle a Esteban que si se va a comprometerse con Amanda. — Suelta Nicolás.
— ¿Quién es Amanda? — pregunta confundido Armando. — Claro lo olvide. — el chico golpea su frente. — Es una doctora creo que es de pediatría, no estoy muy seguro. — Armando asiente al enterrarse de la relación de su hermano.
— ¿Cuánto llevan saliendo? — cuestiono el mayor. — Tres meses o seis yo no sé sabes que Esteban y yo no somos tan unidos y me parece que deberías cuidarte. — Armando arquea una ceja.
— ¿De qué hablas Nico? — Armando se cruza de brazos. — Mamá esta que te consigue novia a diestra y siniestra. — Nicolás niega asustado. — Pero no debe hacerlo ya tengo novia. — La expresión de su hermano menor era de no creer.
— ¡¿En serio?! — grita Nicolás acercándose mucho a la cara de Armando.
— Si, es enserio. — contesta Armando, coloca una mano en la cara de su hermano y lo empuja para que respete su espacio personal; toma su celular de sobre el escritorio.
— Mírala. — le muestra una foto donde salen juntos sonriendo. — Es muy bonita. — contesta el chico sin quitar los ojos de la fotografía y ve a su hermano sonreír. — ¿Cuánto llevan? — pregunta curiosa el chico. — De novios unas cuantas semanas; saliendo un mes o un poco más —Sonríe Armando.
— Se nota que estas muy enamorado. — dice el chico tomando asiento frente a su hermano. — No te lo puedo negar Nico, pero si estoy muy feliz con ella. — El hermano pequeño de Armando sonríe al verlo tan contento.
— La llamare durante el almuerzo y le diré que venga a cenar esta noche para que te conozca. — Concluye Armando antes de cambiar de tema.
— Ahora creo que lo más importante. — Su hermano se apoya contento sobre el escritorio. — ¡Así es! ¿Cuándo empiezo? — pregunta Nicolás mostrando una perfecta sonrisa. — Sentado — Nicolás fulmina con la mirada su hermano.
— No soy un perro— Se vuelve a sentar. — Buen chico. — Contesta Armando riendo.
— Bueno Nico primero que nada no puedes estar en la empresa así — señala la ropa de su hermano. — ¿Por qué no? — pregunta Nicolás ofendido.
— Es una de las reglas que Gregorio y yo tenemos ¿Trajiste otro tipo de ropa? —Niega Nicolás. — Tenemos un problema aquí. — golpea la mesa con sus dedos. — Dame un segundo. — Armando llama a su secretaria para corroborar como era la agenda de ese día no tenía nada importante.
— Bueno iremos de compras incluso podemos ir a donde trabajo Anto. — Su hermano lo mira extrañado. — ¿Anto? — Pregunta Nicolás arrastrando su maleta mientras sigue a su hermano.
— Si Anto es mi novia bueno se llama Antonia. — Contesta — Deja la maleta esta noche la llevaremos a casa. — los dos hermanos salen de la oficina, para ir a comprar lo que Nicolás necesita.
— ¡Mando! — se escucha el caracterizo grito de Gregorio.
— ¿Qué pasa Greg? — pregunta Armando volteándose. — Hola Nico. — saluda Gregorio muy eufórico a Nicolás. — Hola Greg es un gusto verte, Mamá ha preguntado mucho por ti que no la has vuelto a visitar. — Gregorio rio. — Lo sé cuándo tenga tiempo iré. — Armando mira a su amigo y a su hermano sin entender para que lo necesita. — ¿Mando a dónde van? — Pregunta Gregorio abrazando a Nicolás.