Quiero amarte

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SKYLAR BANNERMAN

 

Me quedo estática en mi lugar y reprimo el jadeo con fuerza que quiero soltar al escuchar la pregunta que Alex le hizo a mi primo. No sé en que sentido tomar eso que acaba de preguntarle, pero hace que las mariposas que llevo dentro empiecen a aletear descontroladamente.

Evan luce indeciso sin saber que responder, como si fuera muy difícil la decisión que tomará, así que despejo mi mente y meneo la cabeza.

Papá está conversando animosamente con Daniel.

Me acerco a Alex y Evan con pasos decididos. -La cena ya está lista - Informo.

Papá me mira.-No podré cenar con ustedes, hija - Frunzo el ceño, confundida -. Me han llamado del trabajo y necesito ir, una tubería se ha roto.

-Hace tres días hicieron lo mismo, pero qué la electricidad fallaba, ¿de repente todo falla en esa secundaria o qué?

Papá se levanta del sofá y se acerca para darme un beso en la frente. -Así es el trabajo, hija - Miro su vestimenta y lo vuelvo a mirar a los ojos.

-Ni siquiera traes ropa para ir a trabajar.

-No necesito ir de vestir, los pasillos deben de estar inundados de agua - Papá se despide de Alex y se acerca a Evan para hacerle cariños, y después se despide de Daniel -. Dile a tu tía Gina que en un día de estos cenamos juntos, que me disculpe y qué no se vaya a enojar. ¡Llegaré lo más pronto posible! - Avisa antes de salir de casa.

Miro a Daniel y él hace lo mismo.-Vamos a cenar - Evan está sentado en el regazo de Alex y da aplausos con sus manitas con entusiasmo. Estiro mis brazos para cargarlo y él niega con la cabeza recostando su cabeza en el pecho de Alex quien ríe.

-Te cambió por Alex - Canturrea mi mejor amigo y sale de la sala.

-Bebé, ven conmigo - Abro y cierro las manos como él lo hace, pero Evan sigue negándose a separarse de Alex.

-Ño queo - Mi quijada toca el suelo ante el asombro. Ahora ni siquiera un bebé se quiere separar de Alex, genial. Genial. Alex con una sonrisa mostrándome toda la perfecta ortodoncia se levanta del sofá con Evan entre sus brazos, la diferencia de altura se hace presente y alzo un poco la cabeza para toparme con el azul mar de sus ojos.

Respiro hondo y doy un paso atrás. -Evan por favor, ven conmigo, bebé.

Él no responde, solo pasa sus pequeños brazos por el cuello de Alex y me mira receloso. - Si quieres lo llevo yo.

Chupo mi labio inferior y no tengo más remedio que aceptar. -Chiflado - Acuso a Evan y él ni se inmuta por estar jugando con la oreja de Alex.

Camino a la cocina con Alex y Evan detrás de mí, escuchando atentamente como Evan le balbucea palabras inaudibles. Entramos a la cocina y miro a tía Gina servir la cena en los platos con Daniel ayudándole, ella levanta la vista frunciendo el ceño y sonríe.

-Papá se fue al trabajo, al parecer una tubería se rompió y tuvo que ir a arreglar las cosas.

-Ya me lo dijo Daniel cariño - Tía Gina asiente con la cabeza.

Le entrecierro los ojos a Daniel y tuerzo mi boca. Tía Gina le habla a Evan para qué se siente con ella y le dé de comer pero él se niega, incapaz de separarse de Alex.

Tomamos asiento en las sillas, tía Gina en la esquina, Daniel frente a mi y Alex a mi lado con Evan en su regazo.

La cena es pechuga de pollo con puré de papas y ensalada de brócoli, mi tía me pasa un pequeño plato de plástico qué contiene delgaditas tiras de pollo y la masa del puré junto con un vaso con dibujos de aviones con jugo de uva para qué le dé de cenar a Evan.

Bebo un sorbo de mi limonada antes de enterrar la cuchara en el puré de papa, miro a Evan que empieza a aplaudir porque sabe que le daré de cenar, levanto un poco la vista y me topo con los penetrantes orbes de Alex, que me está mirando detenidamente. Fingo lucir indiferente y vuelvo la vista a Evan, qué impaciente espera que le dé la cena.

-Bien, abre la boquita - Evan obedece, abre su boca mirándome. Llevo la cuchara con puré a su boca y él gustoso lo acepta.

Él lo saborea y sonrío. Comienzo a comer de mi pollo mientras escucho a Daniel platicarle a mi tía sobre una fiesta.

-¿Y cuántos años tienes hijo? - Tras unos segundos de silencio y de ella haber terminado su plática con Daniel, cuestiona.

Alex se aclara la garganta y sonríe. -Dieciocho, señora Regina.

Acerco el vaso con dibujos de aviones a la boca de Evan y él me lo arrebata de las manos para beber el mismo sin necesidad de mi ayuda.

Alex que aún mantiene sentado en su regazo a Evan suelta una risa ronca, y les juro qué casi me incluyo a el puré de papa.

-Oh - Tía Gina sonríe -. Qué bien, y no me hables de señora - ríe -, que fácilmente puedo incluirme a su grupo de amigos.

Carcajeo nasalmente y me preparo para joderla.-Pero no puedes, ya tienes una bendición - Ríe con humor. Ella es bien difícil que la haga enojar, tiene muchísima paciencia conmigo.

Alex le asiente con la cabeza a mi querida tía y me quedo embobada mirando como, seductoramente, lleva un trozo de pollo a su boca y los músculos de su mandíbula se tensen al momento de masticarlo. Joder, es tan caliente. Recibo un pisotón por parte de Daniel haciendo que dé un brinco en la silla, de forma sobresaltada. Alex me da una mirada de reojo y sus ojos se achican en señal de que quiere sonreír o echarse a reír.

Mierda.

«Deberías de tratar disimular.»

-Bueno - Tía Gina arquea una de sus cejas -, háblame de tí Alex, ¿eres el capitán del equipo de fútbol?

-Sí.

-Casualidad de que tú y mi sobrina sean capitanes - Comenta.

Me aclaro la garganta y hago tiempo llevándome una cucharada de ensalada de brócoli a la boca. Daniel es tan tragón que ya está por terminar la comida de su plato. -Sobre eso tía, hubo algunos cambios en el equipo de porristas.

Ella me mira con interés mientras mastica lentamente, abre la boca para hablar pero la voz de Evan la interrumpe y me hace desviar la atención.




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