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SKYLAR BANNERMAN

Faltan treinta minutos para que el juego comience. Las chicas y yo estamos arreglándonos en los vestidores, y supongo que los chicos también lo hacen. Termino de ajustar bien mi cabello en una coleta alta y me miro en el espejo de cuerpo completo.

El uniforme de porrista es algo sencillo; la falda es color negra y de tablones, con una fina linea en el borde, color blanca y con otra delgada linea color negra, la blusa es de manga larga con el logo de una pantera en el centro, y por último, las mangas son de color blanco con la forma de triángulo negro.

La blusa deja ver una pequeña franja de mi abdomen, y la falda me llega dos dedos y medio por arriba de la rodilla. Coloco un moño blanco en el inicio de mi coleta alta y ajusto las agujetas de mis zapatillas converse.

-¿Estás lista, Skylar? - La voz de Karen hace eco.

-Sí - Respondo, echándome otro vistazo en el espejo -. ¿Quiénes faltan?

Karen bufa aburrida.

-Todas - Aplano mis labios y camino detrás de Karen hacia los bancos de los vestidores.

Miro a Karen con curiosidad, ella enrolla en su dedo índice el chicle rosa que trae en su boca para matar el tiempo.

-Vi la foto que Daniel subió de tí - Resoplo y presiono la palma de mi mano en la frente -, bueno, creo que esa foto fue vista por medio mundo.

-Sí... - Frunzo la nariz -. No sabía que la subiría a Facebook.

-¿De quién era la muñeca novia de Chucky?

-Mía - Respondo animosamente. Karen me da una mirada llena de horror -. ¿Qué? Es genial, tengo a Chucky también.

-¿Y no te da miedo que en la noche se vayan a mover solos? - Cuestiona, ahora haciendo un globo con el chicle.

-¿Y que después me asesinen? - Sonrío divertida -. Naah, no me dan miedo. Yo los amo.

Karen asiente con la cabeza solamente. Ella aleja toda expresión de su rostro hasta ponerse seria.

-Oye, Skylar...

-¿Qué?

-¿Te llegó a gustar Daniel alguna vez? - Pregunta en un murmuro.

¿A qué viene su pregunta? ¿Está celosa?

-No. ¿Por qué lo preguntas?

-Él me dijo que por tí sí.

-Eso fue hace mucho tiempo Karen - Rasco mi frente -, al inicio de nuestra amistad.

-Oh.

-¿Estás... celosa? - Karen se ríe, tratando de aligerar el ambiente.

-Claro que no Skylar - Sonríe -. Era simple curiosidad.

-¿Lo quieres? - Curioseo. Karen no responde, solo se queda mirando un punto fijo en el piso y decido no presionarla con mi curiosa pregunta. Las chicas salen de los vestidores ya listas, y Carrie camina en nuestra dirección.

-¿Cuánto tiempo falta para salir Skylar? - Miro las largas pestañas de Carrie y desvío la mirada hacia mi muñeca para checar el tiempo en mi reloj. Le respondo que faltan quince minutos y sin esperar respuesta tomo un par de pompones, que uno es de color blanco y el otro negro.

-Dos minutos más y salimos afuera.

Las chicas guardan sus pertenencias en los casilleros y toman los pompones, cada pompón en una mano. Ellas forman una fila vertical y yo camino hasta ponerme delante de todas ellas con Carrie detrás de mí. Desde aquí se puede escuchar claramente el abucheo proveniente de toda la gente de las gradas. Esperamos unos cortos minutos escuchando como le dan la presentación a las animadoras del equipo rival, y como todos comienzan a gritar y silbar.

Salimos formadas de los vestidores y caminamos al túnel, por donde solemos salir las porristas y los jugadores.

Bien, es nuestro turno de salir.

-¡Y ahora recibamos a las animadoras de Strength! - La voz del entrenador Cesar resuena. Los gritos, silbidos y abucheos no bajan, incluso creo que han subido de tono. Respiro hondo, enderezo mi espalda y sonrío lo mejor que puedo. Salimos del túnel y levantamos nuestros brazos al aire, agitando los pompones mientras emprendemos camino trotando. Los gritos no cesan, las gradas están completamente llenas de personas eufóricas, la cancha es mucho más enorme que la de la preparatoria y su césped recién podado reluce por la luz de los faros. Cada equipo tiene parte de las gradas, nosotros estamos en las gradas derechas, donde todos están apoyando con pancartas llamativas. Nos formamos conforme va la coreografía, con Carrie a mi izquierda y Marie a mi derecha.

Leo todas las pancartas hechas por personas que apoyan a nuestra preparatoria y me echo a reír cuando leo una en especial, ésta esta en un cartel fosforescente, con grandes palabras escritas dedicadas a Daniel, el mensaje dice: "Daniel, si quieres tómame y hazme todita tuya mi amor."

Le hago una seña a Karen, señalándole la pancarta con la mirada, y ella al leerla entrecierra los ojos.

-¡Eh, tú! - Señala a la chica que sostiene la pancarta, la chica fan de Daniel mira confundida a Karen -. No te le acerques a Daniel, yo le gusto a él, perra.

Niego con la cabeza aún riendo. La chica fan de Daniel frunce el ceño más no dice nada, y eso deja a Karen tranquila. Observo detenidamente el uniforme de las animadoras del otro equipo con la cabeza ladeada, su uniforme es blanco con rojo, seguido y sin mangas, con la falda cruzada en V y pegada a los glúteos.

La entrenadora McCartney nos tiene prohibido hacer una presentación con cabello suelto, ella dice que después estaremos intentando quitar el cabello que estorba y se pega al rostro.
Esa es la primera regla a cumplir para estar en el equipo de porristas.

-¡Démosle la gran bienvenida al equipo BÚFALOS! - Los jugadores de la preparatoria rival trotan esparcidos por la cancha, todos sonriendo. Los gritos no tardan en llenar el lugar, algunos ofensivos y negativos por parte de nuestra gradas. Cuando la multitud se calma aligero mis hombros y sonrío, las demás hacen lo mismo, mostrando su mejor sonrisa.

-¡Y ahora, con ustedes... El equipo PANTERAS! - Nosotras saltamos en nuestro lugar, moviendo nuestros pompones en el aire. Los chicos salen sonriendo del túnel, seguros de si mismos, y eso hace que los gritos se hagan más altos cada vez más por parte del sexo femenino.