Quiero Que Me Pertenezcas

VEINTIUNO: Juguemos un reto

Axel simplemente se recarga en la puerta sabiendo que Pamela no puede hacer nada para hacerlos salir, estando así de confundida no podía pensar con claridad.

—Pamela, linda —habla Axel con voz monótona —. Tengo suerte de tenerte a mi lado, mi cielo —Pamela no quitaba su confusión, y las palabras bastaban para hacer efecto en ella —, ¿Recuerdas?

Los ojos de Pamela se llenan de lágrimas y aun así afirma. Al momento que afirma aquellas palabras toma a su hermana con brusquedad asiéndola ponerse de pie y de brusco la deja caer a un lado de Lana que solo cerro sus ojos, las lágrimas que emitía eran de culpa.

En no pudo decir nada, caía en la teoría que si hablaba o hacia el mínimo ruido ambas chicas lo pagarían.

Axel solo tomo una cadena que estaba en una esquina y la enredo en la pierna derecha de Pam, juntándola así con Lana. Él solo apretaba sus dientes al sentir su sangre hervir y no poder hacer nada con sus manos atadas, y las palabras dichas de Omar resonar en su cabeza.

Omar siguió hablando.

—Tú, eres ese cielo, donde tus palabras eran las nubes y las nubes las reunía yo, yo era el viento de tu cielo que ocasiono reunir mucho las nubes y término haciendo una tormenta —. Omar se acerco a su hermana que derramaba lágrimas en silencio —, me contaste tanto de Ancel.

Él apretó los dientes con odio y se estiro para alcanzarle. La cadena no le dejaba.

Ese idiota se aprovecho de su hermana, la chica que se dejó llevar por todo lo que sentía y este solo le destruyo.

Axel se acerco a Lana, y con las puntas de sus dedos toco la barbilla, a lo que Lana se aparto asiéndose hacia atrás dando un golpe en la pared. Quedando mas atrapada.

—No entiendo algo linda —Hablo Axel con voz pasible, él no podía hacer nada para detenerlo. —¿Ancel alguna vez te encerró?

Él y Lana se miraron por un instante ocasionando una sonrisa por parte de Omar.

—No —hablo Lana al final —. Era un reto del cual siempre hacemos, y m reto era permanecer dos días aquí —Miente. Sin separar la mirada de él.

Axel sonríe abiertamente y se pone de pie,  para mirarlos con los ojos brillando de diversión.

—Pues, —empezó a decir con voz cortante —Juguemos a un reto —. Le miro fijamente y él no aparto la mirada. —¿Te parece Ancel?

Se acerco a el con sus pasos pesados y posa sus manos en sus hombros, pero jamás aparta la mirada ni demuestra su debilidad.

—Si tu gritas mi cielo sufre...

—Pero a que cojo... ¡Ah! —Grita al sentir el busco tirón que le proporciono, haciendo que la cadenas se incrustada en sus ya heridas abiertas.

Medio cerro los ojos y mordió el interior de su mejilla pada no quejarse de la presión, para cuando Omar le soltó la cadena dejó de presionar en su herida.

—¿Tu hermana o tú? —Cuestiona, poniéndose de pie —. Decide Ancel, que el tiempo nunca para pero si corre y el cual esta a mi lado.

Lo fulmina con la mirada y este solo hace una sonrisa de diversión.

—Tic, tac.

—Idiota.

Este solo sale del ático poniendo llave a la puerta y solo le cuenta observar al suelo. Tratando de ignorar en dolor en sus muñecas y la sangre que de poco emanaba de ellas. 

« Decide Ancel, que el tiempo nunca para pero si corre y el cual esta a mi lado.»





 

 

 




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