"Quiero Que Me Quieras"

Cap 2: Interesante

■ Logan Kaiser ■

—¿A dónde me llevas?—. Le pregunto una vez dentro del auto, el chófer se encarga de prender el auto y empezar a conducir.

—Eso no es de tu interés, cállate—. Me dice quitada de la pena como si no me estuviera secuestrando.

—Es de mi interés porque mi bienestar está en juego—. Le respondo molesto.

—Cállate, Logan—. Ordena.

—Tú no me mandas—. Le digo.

—Joder, Kaiser, cállate o te juro que te arranco la lengua—. Al parecer ha perdido la paciencia, ¿cómo le explico que sus amenazas me dan igual?

No sé exactamente cuánto tiempo ha pasado, pero ya estamos demasiado lejos de donde estábamos. Las calles de la ciudad se han puesto más desoladas, como si estuviéramos dirigiéndonos a las afueras de esta. Mi celular suena y no puedo responder porque me han quitado. Violeta se encarga de rechazar la llamada y yo solo la miro molesto. ¿Qué le ocurre? ¿Por qué me hace esto?

Minutos después hemos llegado a una mansión alejada de la ciudad. Entran a esta, el auto se detiene y me bajan del auto.

—Bájate—. Me dice un trabajador de la loca.

Me jalan hacia el interior de lo que parece ser una cochera, me tiran al piso y prenden la luz después de cerrar la entrada de esta. Violeta toma asiento en una silla negra, me mira un momento y después ríe.

—No le encuentro la gracia a esto. Ya dime, ¿qué quieres de mí?—. Le pregunto molesto.

—Quiero el terreno del Orfanato. Ya te lo había dicho—.

—Y yo te dije que no está en venta. ¿Qué parte no entiendes?—. Le pregunto ya cansado de discutir por lo mismo.

—Mira, Logan, me destacó por muchas cosas, y una de ellas es por no tener paciencia y odiar repetir lo mismo una y otra vez. Además, detesto a los que me dicen que no. Así que te aconsejo hacer lo que te digo o no saldrás de aquí con vida—. Uno de sus trabajadores le da un arma con la cual me apunta. El silencio reina en el lugar y todos me miran como si sintieran lástima de mí.

—Firma o te mato—. Me dice dándome unos papeles que deduzco que son para la compra del terreno del Orfanato.

—Elige, ¿el Orfanato o tu vida?.

Violeta Fox

Me senté en la silla negra, mirando a Logan con una expresión fría y desinteresada.

Su resistencia era predecible, pero no me importaba.

Mi objetivo era claro: obtener el terreno del Orfanato, y no me dejaría detener por nadie.

Mi trabajador me entregó el arma, y yo la sostuve con firmeza, apuntando a Logan.

—Firma o te mato—. Le dije, con una voz baja y firme.

Él me miró con una expresión de indiferencia.

—El Orfanato—. Respondió firme sin temblar. —Además, no creo que vayas a matarme—. Me dijo, con una voz tranquila.

Me sorprendió su respuesta. La mayoría de las personas suplicaban por su vida, pero Logan parecía estar dispuesto a morir. Parecía no importarle la amenaza que le había hecho.

—¿Por qué crees eso?—. Le pregunté interesada por su respuesta.

Logan se encogió de hombros.

—Simplemente no creo que seas capaz de hacerlo—. Una sonrisa ligera se pintó en su rostro como si se estuviera burlando de mí.

Nadie había cuestionado mi capacidad para hacer lo que decía Pero Logan parecía no tener miedo de mí, y eso me intrigaba.

Mi expresión se volvió más fría y peligrosa.

—Te equivocas, Logan—. Le dije, con una voz baja y amenazante. —Soy perfectamente capaz de hacer lo que digo. Y si no firmas, te mataré sin dudarlo.

—No lo creo—. Me sentí enfurecida por su respuesta.

¿Cómo se atrevía a cuestionar mi capacidad para hacer lo que decía? Me había pasado años construyendo mi imperio, y no había nadie que pudiera detenerme.

Logan parecía dispuesto a no ceder.

—No voy a firmar—. Me dijo, con una voz tranquila como si su vida no dependiera de mi y mi nula paciencia que me queda.

Nadie había rechazado mis ofertas antes. Pero Logan parecía no importarle las consecuencias de su decisión, y eso me intrigaba.

—¿A caso eres idiota?—. Le pregunté, con una voz baja y amenazante. —Tengo un arma en mis manos y no sería la primera vez que le quito la vida a alguien. Estás jugando con fuego, Logan.

Podía ver un destello de tensión en sus ojos.

—Te voy a mostrar lo que soy capaz de hacer—. Le dije, con una voz baja y amenazante, Le quite el seguro a mi arma y apunte directo a su cabeza, odio que me desafien.

Mi trabajador se acercó a Logan, y lo sujetó con fuerza.

—No te preocupes, Logan—. Le dije, con una sonrisa fría. —Tú estarás muerto, y yo tendría lo que quiero.

Kaiser me miró con una expresión de odio, pero yo solo me reí.

—Gracias, de todos modos pensaba en matarme—. Dijo con sarcasmo—Asi que dispara.

Sus ojos me miraron profundamente, una mirada tan intensa que sentí mi piel erizarse

Nadie había pedido que lo mataran antes.

—¿Deseas morir?—. Le pregunté, intentando entender a que se refería.

Él sonrió sinicamente, y su mirada se volvió aún más intensa.

—Deseo acabar con esta vida que llevo—. Me dijo, con una voz tranquila. —Y si tú me matas, yo solo gano. Tú no obtendrás el terreno porque está más asegurado de lo que crees.

¿Qué quería decir con que el terreno estaba más asegurado de lo que creía? ¿Había algo que no sabía?

Mi curiosidad se despertó, y mi dedo se detuvo en el gatillo del arma. No estaba segura de qué hacer ahora. ¿Debía matarlo y arriesgarme a no obtener el terreno, o debía intentar obtener más información de él?

intensa, y mi mirada se clavó en la de él.

Nadie había desafiado mi autoridad de esta manera antes.

Pero ahí estaba, el primer hombre que me miraba a los ojos y me retaba. Logan Kaiser se burlaba de mí con el solo hecho de desafiar mi autoridad y mi poder. Sus ojos cafés me miraban desafiante detrás de sus lentes de nerd, una sonrisa que parecía desafiar la muerte misma se dejaba ver en sus labios rosados. Su cabello oscuro y despeinado le daba un aire de rebelde.




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