"Quiero Que Me Quieras"

Cap 6: Enamorarlo, Someterlo y botarlo

♡ Violeta Fox ♡

¡¿QUÉ TENGO TODO LO QUE NO LE GUSTA DE UNA MUJER?!

—¡¿Quién se cree ese idiota que es?!—. Grito frustrada, Olivia me ve de manera burlona.

Me quito los tacones y los aviento hacia la pared, haciendo que Olivia se ría. Me acuesto en su cama, cubriéndome la cara con su almohada.

—¿Te estás riendo de mí? —pregunto, levanto la almohada y la miró con una ceja levantada.

Olivia se sienta a mi lado en la cama, su sonrisa aún presente en su rostro.

—No, no, no, ¿cómo crees? —responde, intentando contener la risa—. Es que jajaja, Violeta Fox fue rechazada.

La habitación de Olivia es un refugio de tranquilidad, con paredes de color crema y muebles de madera oscura. La gran ventana delante de la cama deja entrar una luz suave y cálida.

—Cállate, tonta —le digo, intentando mantener la calma—. No te conté para que te burlaras de mí.

Olivia me pone una mano en el hombro, intentando calmarme.

—Es que Violette, tú jamás has sido rechazada por un hombre —dice, curiosa—. Quiero... no, necesito conocer al susodicho que ha tenido a mi mejor amiga estresada y pensando en él durante más de 24 horas, ¿Es guapo?.

Solo Olivia y mi otra amiga tienen permitido ponerme a pocos, a pesar de que Mi nombre es Violeta, me dicen Violette o Letty.

Me levanto de la cama y camino hacia el gran ventanal, mirando hacia fuera. El jardín de Olivia es un oasis de verde y color, con flores y árboles que parecen bailar en la brisa.

—Es un nerd, idiota, tonto, imbecil, cabrón de mierda que no sabe tomar buenas decisiones —le digo en español, intentando expresar mi frustración—Su atractivo es común, no tiene nada de especial aunque...

Me quedo pensando en él, en ese rostro común, cero especial. Su cabello es oscuro y despeinado, su mirada es intensa y seria, con ojos cafes oscuros que parecen absorber la luz a su alrededor. No hay nada en él que sea particularmente atractivo, nada que lo haga destacar en una multitud. De hecho, parece un nerd, con su ropa desaliñada y su actitud reservada.

Pero hay algo en él que me hace sentir curiosidad. Tal vez es el hecho de que me haya desafiado, de que haya tenido el coraje o la idiotez de rechazarme. Nadie se atreve a hacer eso, nadie se atreve a decirme que no. Y sin embargo, él lo hizo.

Me pregunto si eso es lo que lo hace interesante. No es su apariencia, no es su personalidad. Es el hecho de que se atrevió a desafiarme, a cuestionar mi autoridad. Es el hecho de que me hizo sentir algo que no había sentido en mucho tiempo: sorpresa.

Me sacudo la cabeza, intentando deshacerme de estos pensamientos. No tengo tiempo para esto. No tengo tiempo para estar pensando en un chico que se atrevió a desafiarme. Pero aún así, no puedo evitar sentir que hay algo en él que me está llamando la atención. Algo que me hace querer saber más sobre él. Algo que me hace querer descubrir qué lo hace tan... interesante.

Olivia se levanta de la cama y se acerca a mí, su rostro serio.

—¿Aunque?—. Pregunta.

—Nada, es un idiota ya te dije, ¡y lo haré pagar muy caro!

—Sí que estás furiosa —dice.

Me vuelvo hacia Olivia, mi rostro aún tenso por la frustración.

—Pero... Letty, me sorprende que no lo hayas matado ya —dice Olivia, su voz llena de curiosidad—. Tú no dejas que nadie te diga que "no", y mucho menos que se porte como él lo hizo. ¿A caso te gusta?

Me cruzo de brazos, intentando mantener la calma.

—¡No! ¿Cómo crees? —respondo, negando con la cabeza—Me ofendes con pensar eso.

Olivia se encoge de hombros, su sonrisa aún presente en su rostro.

—¿Entonces? Debe haber una razón por la que aún no está 3 metros bajo tierra —dice.

Me acerco al sofa y me siento mirando hacia abajo.

—Es que deseo verlo sufrir —le digo, mi voz baja y seria—. Solo por eso lo he dejado vivir. La muerte no es suficiente para hacer que pague lo que me hizo.

Olivia se sienta a mi lado, su rostro serio.

—Sí que me dio miedo escuchar eso —dice—. No quiero ni imaginar tu plan malévolo que creaste para el pobre chico.

Me vuelvo hacia ella, mi rostro aún tenso.

—Entrará en desesperación cuando vea que no puede pagar sus deudas —le digo, mi voz llena de determinación—. Me encargaré de que nadie lo contrate. Cuando vea que no tiene ni para comer, le daré trabajo... y entonces lo haré sufrir...

Olivia asiente con la cabeza, su rostro se vuelve serio, analiza mis palabras y luego simplifica mi plan.

—Aparecerás como un ángel a su rescate cuando él esté en su momento más desesperado —dice.

—¿Por qué me interrumpes? —pregunto, mi voz llena de frustración—Pero tienes razón, eso haré exactamente.

—Lo siento, nena, pero ese plan es bastante cruel —dice Olivia.

Me vuelvo hacia ella, mi rostro de
"Me importa poco si es cruel o no" habla por si mismo.

—Yo le di la oportunidad de salir de su miseria, pero quiere hacer obras de caridad con esos niños —le digo, mi voz llena de desprecio.

—Eso lo hace una buena persona —dice.

Me cruzo de brazos, intentando mantener la calma.

—Eso lo vuelve un idiota —respondo.

Ella se levanta y trae una botella de vino y dos copas. Me sirve una copa y se sienta a mi lado nuevamente.

—¿Qué te molesta más? —pregunta, mientras bebe un sorbo de vino—. ¿Qué te haya dicho que no, o que te rechazara? ¿O tal vez que te haya creído incapaz de matarlo?

Me tomo un sorbo de vino, sintiendo el sabor dulce y afrutado en mi boca.

—Todo, absolutamente todo —respondo, nunca nadie me había causado tanto conflicto en un día como lo hizo él.

Olivia asiente con la cabeza, su rostro comprensivo.

—Violette, a veces hay que ser un poco comprensivas —dice—. Él sabe que es quedarse huérfano, tal vez por eso se niega a vender el orfanato.

Me encogo de hombros, sintiendo una punzada de frustración.




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